martes, 22 de marzo de 2016

La captura de Abdeslam llega 4 meses tarde.

Parece mentira que tanto los policías belgas y los de la interpol hayan estado trabajando en la captura de Abdeslam desde noviembre y no hayan sido capaces de detenerle antes. Todo hacía pensar que se encontraba recluido en un zulo de una casa de campo lejos del barrio de Molenbeck para no levantar sospechas. Sólo así se podía entender que no dieran con su paradero.

Pero ocurrió todo lo contrario, lo detuvieron a escasos 400 metros de su vivienda habitual, y por si esto fuera poco se había estado moviendo por Bélgica con total normalidad, unas veces iba al centro de Bruselas, otras se iba a Gante y otras veces terminaba en Charleroi tomando te y pastas con sus colegas terroristas al más puro estilo inglés.

Más que el hombre más buscado por la policía internacional parecía ser un hombre de clase alta que no necesitaba trabajar para vivir y que se daba paseos por Bélgica disfrutando de su tiempo libre y de sus numerosas amistades.

Hubo demasiados errores en el operativo policial, pero  los impedimentos judiciales para registrar viviendas encabezan sin duda alguna el ranking de torpezas.

Que no se registrara las casas de los terroristas porque faltaba una orden del juez resulta patético, se pudieron producir muchas tragedias como la de Bataclán por culpa de unas leyes injustas y carentes de sentido común.

Esas leyes han permitido vivir como un marqués a Abdeslam durante cuatro meses al mismo tiempo que cundía el pánico en media Europa que sentía que su policía era incapaz de arrestar a un sujeto con cara de gilipollas y con un coeficiente intelectual inferior a 80. Claro que el coeficiente intelectual de los jefes de policía y de los jueces de instrucción belgas que andaban tras su captura no debe de estar muy por encima.

Vivimos en un mundo en el que se puede desalojar a Okupas sin orden judicial, en el que se puede pegar a manifestantes por cualquier cosa, pero no se puede entrar en la casa de un terrorista sin una orden del juez. Los que hacen las leyes deberían estar presos. Su negligencia y su falta de sensatez ha costado muchas vidas.

Pero por otro lado, aunque parezca un tanto sarcástico, hay que reconocer que la inoperancia de la policía ha servido para generar una historia de persecución que podría convertirse en un best seller y en una película ganadora de 10 oscar.

Seguro que mientras escribo estas líneas hay centenares de escritores y guionistas tratando de escribir una historia para una editorial o para la gran pantalla. Meses de búsqueda, decenas de operativos frustrados, centenares de artículos periodísticos pidiendo la cabeza de los jefes de la Interpol hasta que llegó el tan anhelado desenlace al más puro estilo yanky.

 En su detención no podían faltar las metralletas, los disparos a quemarropa, los heridos en las piernas que huyen como Rambo y finalmente la tan ansiada captura de Abdeslam. Un subnormal con cara de gilipollas al que han convertido en un mito.

La noticia colgada en Público afirma que Abdeslam ha sido conducido herido a un hospital de la región de Bruselas, según la RTBF, tras haber sido herido en la pierna, al ignorar las órdenes dadas por la policía. En un primer momento volvió a conseguir huir como lo había hecho en la vivienda de Fortis cuatro días antes. Pero finalmente fue capturado cuando a consecuencia de la herida se le hizo imposible salir corriendo.

Sven Mary, uno de los mejores abogados de Bruselas, conocido por llevar casos como el de la banca belga Fortis, asumirá la defensa de Abdeslam, que será interrogado cuando su estado de salud lo permita.

El primer ministro belga, Charles Michel, quien abandonó precipitadamente la cumbre europea en la que participaba cuando le llegaron las noticias del operativo. Hollande, antes de llegar a las dependencias del Gobierno belga, cerca de la sede del Consejo de la Unión Europea, dijo al término de la cumbre europea en una rueda de prensa que la operación está vinculada con los atentados de París y que los servicios policiales de ambos países cooperan estrechamente.

Estados Unidos ha ayudado a las autoridades francesas y belgas, según ha confirmado el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest. "Estados Unidos tiene importantes recursos y capacidades significativas, y las hemos utilizado para ayudar a las autoridades francesas y belgas en la investigación sobre los ataques".

La policía científica belga confirmó horas antes que las huellas dactilares del principal fugado de los atentados del 13-N en París, Salah Abdeslam, en los registros efectuados el martes en una vivienda en el distrito bruselense de Forest, informó hoy la Fiscalía federal.

"La Fiscalía federal confirma que las huellas dactilares de Salah Abdeslam han sido descubiertas durante el registro llevado a cabo el pasado 15 de marzo en la calle Dries en Forest", indicó el Ministerio Público en un comunicado.
 

los tiroteos del martes en la vivienda de Forest durante un registro policial, que terminó con un sospechoso fallecido y cuatro policías heridos leves.

Ese día, seis policías franceses y belgas que llevaban a cabo una operación en el marco de la investigación de los atentados del 13-N en París fueron recibidos con una ráfaga de tiros disparados por "al menos dos personas" al intentar entrar en una vivienda, una reacción violenta que pilló desprevenidos a los agentes.

Los policías abrieron fuego, se retiraron y rodearon el inmueble, desde el que los sospechosos continuaron disparando de manera más espaciada, hasta que uno de ellos,
Mohammed Belkaid, fue abatido por uno de los francotiradores de las fuerzas especiales que acudieron como refuerzo. Belkaid, un argelino nacido el 9 de julio de 1980, estaba de manera irregular en Bélgica y había cometido un robo menor en 2014.

Junto a su cuerpo se encontró un fusil de asalto kalashnikov con el que disparó a los agentes y un libro sobre salafismo, además de munición y una bandera del Estado Islámico. Tras el tiroteo, dos personas que "probablemente" estaban también en el inmueble se dieron a la fuga.
Según ha revelado este viernes la Fiscalía federal, Belkaid estaba "directamente implicado" en los atentados del 13-N en París. El Ministerio Público confirmó que Belkaid era uno de los cómplices de Salah Abdeslam, en busca y captura internacional por haber participado supuestamente en los ataques de París.

Belkaid "utilizaba el nombre falso de Samir Bouzid", que fue empleado para hacer una transferencia de 750 euros en una agencia Western Union en la región de Bruselas a Hasna Ait Boulahcen, la prima de Abdelhamid Abaaoud, considerado uno de los organizadores de los atentados de París, cuatro días después de los mismos.

Precisó, además, que había "imágenes registradas de esa transferencia de dinero", a partir de la cual la policía emitió una orden de búsqueda el pasado 4 de diciembre. "Mohamed Belkaid está por tanto implicado directamente en los atentados del 13 de noviembre", ha indicado en su comunicado el Ministerio Público.

Los investigadores habían establecido un vínculo posible entre el apartamento de Forest y un lugar que servía de escondite en la localidad belga de Charleroi (sur del país), ocupado por uno de los comandos de París justo antes de su marcha hacia Francia.

En Charleroi, la policía encontró trazas de ADN de Chakib Akrouh, uno de los kamikazes del apartamento de St-Denis cinco días después de los atentados de París, así como las huellas digitales de Abdelhamid Abaaoud, considerado uno de los organizadores de los ataques y que murió en el mismo asalto, así como de Salah Abdeslam.

También se encontraron huellas de Abdeslam en un registro llevado a cabo el pasado 10 de diciembre en una vivienda en el distrito bruselense de Schaerb.

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