jueves, 14 de mayo de 2015

Prohibir la piratería es proteger a los ricos.


Paseando por las calles de cualquier ciudad de América, a excepción de Estados Unidos y Canadá, es fácil apreciar como cada año van surgiendo más y más tiendas donde se venden videojuegos, películas, discos musicales y cualquier tipo de cd piratas sin que el vendedor corra ningún tipo de riesgo de recibir una multa por venta de productos sin licencia por no pagar los derechos de autor, o lo que es lo mismo, por venta de piratería. Lo mismo ocurre con el plagio de marcas textiles, está permitido y es uno de los motores de las economías latinoamericanas.

Aquí un empresario textil que se dedica a piratear las principales marcas del mercado internacional estaría en la cárcel, mientras que en México, Perú o Colombia por poner algún ejemplo, son grandes empresarios que poseen centenares de miles de dólares. Cuando el negocio es tan amplio creo que debería ponérseles coto, o al menos hacerles pagar una cuota a las marcas plagiadas. Pero cuando el vendedor lo hace para subsistir creo que se hace bien  al no imponérsele multas.

En España en cambio los vendedores ambulantes de piratería se exponen a entrar en la cárcel. Si han oído bien, en un país donde empresarios y políticos corruptos como Pujol, Marjaliza, Granados o Urdangarín o la Infanta Elena no pisan la cárcel, los desempleados que venden piratería para poder pagar la hipoteca o poder alimentar a sus hijos pueden entrar en la cárcel y recibir una multa de más de 100.000 euros.

Es para mear y no echar gota, podría reírme tres horas seguidas si fuera una broma, pero no, es algo que sucede y que seguirá sucediendo mientras el pp o el psoe sigan gobernando. Y como nos gobierne el gordinflón capitalista de Ciudadans me temo que también.

La culpa no sólo la tienen los políticos, Ramoncín y los demás miembros de la Sgae se han columpiado bien columpiando. Una cosa es proteger los derechos de autor y otra es proteger a los ricachones de Hollywood que son realmente los que se están beneficiando con la prohibición de la piratería.

Se puede proteger las obras de extranjeros o españoles que sean realizadas en España sin tener que prohibir la piratería de obras extranjeras. Las películas de Hollywood y los discos de Lady Gaga que los proteja la constitución norteamericana, pero las leyes españolas deberían proteger antes a los desempleados españoles y a los emigrantes que tratan de ganarse su sustento vendiendo piratería, antes que a los millonarios norteamericanos como Tom Cruise, Brad Pitt o Madanona, a quien los billetes de 500 dólares se les salen por las orejas.

Algunos pensarán que proteger sólo a los autores de obras realizadas en España es una medida populista o de extrema derecha. A mi entender, una medida de extrema derecha es dar alimentos sólo a españoles cuando se les niega a los emigrantes que viven en los mismos barrios y que no tienen recursos  para dar de comer a sus hijos.

Pero proteger de la piratería sólo a los artistas, diseñadores e intelectuales que realicen sus creaciones en España, sean españoles o extranjeros, no es una medida racista ni xenófoba.

Es una medida en todo caso populista, una decisión Salomónica para beneficiar a las dos partes, al creador de un producto, y al consumidor del mismo. A los creadores de obras realizadas en el extranjero que les protejan las leyes del país donde realizaron su trabajo. Si esta conducta se llevase a cabo en todos los países del mundo los artistas verían menguados sus ingresos, pero la mayoría de ellos seguirían siendo ricos y tendrían la conciencia tranquila al saber que millones de personas en diferentes partes del globo pueden dar de comer a sus hijos porque ya no hay un policía cerrando su negocio por vender piratería.

Es muy fácil defender al millonario y muy sencillo multar a quien vende piratería, sin entrar a valorar que vivimos en un mundo donde millones de personas no tienen trabajo y cuando se deciden a emprender un pequeño negocio se les hunde para defender a una pandilla de billonarios que viven en mansiones y se limpian el culo con billetes de cien dólares. Un poquito de sentido común por favor, vamos a defender a los humildes, a los desempleados, a los emigrantes, a los que quieren abrir su pequeño negocio. Aunque esto suponga un pequeño perjuicio para artistas y diseñadores. El perjuicio es muy pequeño comparado con el beneficio que se genera en los más desfavorecidos, que bien merecen una ayuda.

¿Pero cómo hacer para qué la protección al débil no se convierta en fuente de riqueza para otros?

Creo que la solución estriba en el volumen de negocio. Cuando se trate de un pequeño puesto en el que la mercadería no supere una determinada cantidad de dinero se debe permitir la venta. Si supera dicha cantidad se debería permitir con ciertas restricciones. Abonando impuestos y pagando una suma a las marcas, diseñadores y artistas plagiados.

Me imagino que este post no gustará a muchos lectores, quienes a buen seguro les parecerá mal el permitir la piratería. Pero peor es permitir que por unos pocos millonarios una gran cantidad de personas sean multadas por tratar de ganarse la vida mediante su propio negocio.

Cuestión aparte es que los ciudadanos de España tenemos derecho a poder escuchar música y a ver películas a un precio razonable. Y pagar 15 euros por un disco, o 12 euros por una película no es un precio razonable. Esos precios elevadísimos contribuyen a la piratería en internet.

Por lo que el resultado final es que en España se piratea igual que en América, pero en vez de ganar los vendedores informales ganan las web piratas. Que muy probablemente estén dirigidas por personas con gran nivel adquisitivo. Lo de siempre, En España se protege al rico en vez de al pobre.

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