Andaba ojeando el diario público online en
busca de alguna noticia interesante cuando de repente mis ojos se posaron
frente a un titular que me heló la sangre y me desubicó por completo. El
titular decía algo así como:
El gobierno destina 9 millones y medio de
euros para la compra de metralletas para suplir a las viejas. Esto quiere decir
que no sólo se compran armas cuando se compran nuevos tanques y nuevos carros
de combate, sino que en ocasiones tocar reemplazar las armas viejas por otras
nuevas. De manera que siempre hay un gasto desorbitante, o bien por nueva
flota, o bien por suministrar a la flota ya existente.
Cada vez que alguien se atreve a pedir la
reducción del gasto militar sale el ministro de Defensa diciendo que dicha
reducción conllevaría despidos y que por tanto no se va a reducir el
presupuesto. Si cuidasen así de bien a los funcionarios e interinos de otros
ministerios no habría la crispación tan grande que existe actualmente en
España.
En todos los ministerios se ha reducido
plantilla y se han hecho recortes menos en Defensa. A estas alturas de la película
no quedan dudas que vivir en tiempos de paz no supone un ahorro en gasto
armamentístico. Se despilfarra el dinero en munición más que en tiempos de la
Guerra Civil. Ni en Siria se gasta tanto en armamento.
Pertenecer a la Otan tiene sus
consecuencias, además de la perpetua amenaza yihadista por meternos en donde no
nos llaman supone un gasto desmesurado que el gobierno español no se puede
permitir.
A lo costoso de las misiones
internacionales hay que sumarles el coste en armamento, tanques y ultraligeros.
Para evitar las críticas el ministro asegura que son muchos los españoles que
trabajan en empresas y proyectos en los que se diseñan y elaboran los
materiales bélicos de diversa índole con los que cuentan los diferentes cuerpos
militares.
Es decir, que por unos pocos ricachones que
trabajan en esos proyectos norteamericanos que nos surten de armas tenemos que
destinar más de 10 millones de euros. Mejor nos saldría darles la espalda y que
se busquen otro trabajo en proyectos más lúdicos que ir creando bombas y
metralletas para surtir a las tropas.
Sobran armas y falta intelecto en las altas
esferas del ministerio de Defensa. A veces me pregunto si esas armas no las
estarán comprando para dar otro golpe de estado si se produce un resultado
electoral que acabe con la tiranía del bipartidismo.
No es tan descabellado pensar así, ya
sabemos por los antecedentes en Ucrania o América Latina que la derecha cuando
pierde las elecciones da golpes de estado. Tienen que ganar ellos las elecciones porque
si no la democracia no sirve y hay que cambiar al gobierno electo por uno
conservador.
Y si
no que se lo pregunten a los paraguayos y a los hondureños lo que ha pasado en
sus respectivos países hace poco tiempo.
La democracia española parece bien
consolidada pero son tantos años de alternancia de dos partidos con la misma forma
de pensar y actuar que todos nos preguntamos qué pasaría si vence otra
formación con ganas de hacer ciertos cambios. Cambios que no satisfagan las
intenciones déspotas y retorcidas de los
tiranos que nos han gobernado ininterrumpidamente desde 1982. Por tiranos
también me refiero a los monárquicos corruptos del psoe.
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