A Felipe González se le puede ver mucho en televisión últimamente criticando al gobierno de Nicolás Maduro y al de Tsipras pero curiosamente nunca abre su pecaminoso pico para criticar gobiernos de ultra derecha afines al pp como los de Marruecos o Turquía donde se están cometiendo crímenes contra los Saharauis y contra las minorías Kurdas respectivamente.
Son dictaduras encubiertas a las que el gordo seboso ni tan siquiera menciona. Cuando le preguntan porque no fue a Paraguay o a Honduras para apoyar a la oposición que gobernaba antes de que se produjeran sendos golpes de Estado Felipón no quiere responder. Tan sólo argumenta que fue a Venezuela porque le pidieron su participación en dicho país.
¿Hubiera ido a Paraguay o a Honduras si se lo hubiera pedido la oposición?
La respuesta es no, a felipón sólo le interesa criticar a los gobiernos de izquierda y ocultar los casos de corrupción, desigualdad y desempleo que se genera en los países donde gobierna la derecha.
Y me parece extraño que el líder del psoe no se desmarque del giro a la derecha que ha dado Felipón. Dicho sea de paso nunca fue un político de izquierdas, pero tampoco de derechas, ahora mismo se ha vuelto más conservador que Aznar. El vallisoletano es mucho más comedido en sus escuetas declaraciones.
Felipón nunca pidió perdón a los españoles por evitar enjuiciar a los asesinos y torturados franquistas de los años setenta. Siempre se escusa diciendo que había una ley de amnistía y que los asesinatos se hicieron conforme a la legalidad del gobierno dictatorial de Franco.
Era una dictadura fascista que él considera que no era tan mala pues sacó a España de la pobreza de los años cuarenta y cincuenta. El gobierno de Fujimori también generó cierto desarrollo pero eso no le eximió de entrar en la cárcel por los delitos que cometió.
¿Por qué en Perú si fue posible condenar a un ex presidente y a sus acólitos y en España no se ha podido hacer?
Porque en Perú hay una justicia que si funcionó gracias a que los gobiernos la han dejado funcionar sin entrometerse en sus asuntos. Mientras que en España los gobiernos del tirano y corrupto Felipe González siempre se esforzaron en que la justicia no fuera un poder independiente al del ejecutivo para lograr así que los torturadores y asesinos franquistas nunca fueron juzgados. Y vaya que lo lograron.
Pero no se queda ahí, hace unos meses dijo que los votantes de Podemos estaban muy desinformados acerca de lo que ocurre en Venezuela. Yo estoy mucho mejor informado que él, puesto que vivo en un país neutral como Perú donde la información que me llega no está viciada como en España.
Felipón se informa en diarios pagados por la casta neoliberal y yo me informo con diarios que no tienen intereses partidistas en favor ni en contra de Venezuela. Y es por ello que me pude informar que los problemas de desavastecimiento en Caracas duraron tres días y no dos semanas como afirmó la prensa y la televisión española pagados por los lobbys neoliberales.
Desde Perú también me pude informar que Leopoldo arengó a las masas a salir a la calle y desestabilizar al gobierno de todas las formas posibles, incluida la violencia. Luego murieron cincuenta personas entre estas varios policías por fascistas cercanos al partido de Leopoldo.
Así que si le condenaron a 13 años por delitos de rebelión e incitación a la violencia me parece un castigo justo. Se puede considerar que Leopoldo no podía pensar que sus palabras iban a tener tanta trascendencia y que centenares de personas fueran a salir a las calles armadas para desestabilizar al gobierno tal y como pidió.
Pero debe entender que cuando eres el principal líder de la oposición debes moderar tu lenguaje y si hablas de salir a la calle a desestabilizar al gobierno por todos los medios y luego mueren cincuenta personas te pueden acusar de rebelión e inducción a asesinato.
Al final no se le acusó de inductor y la pena fue inferior a la que se podía esperar. Leopoldo tuvo suerte y los jueces que tan cercanos son al Chavismo según Leopoldo resultaron no serlo tanto. Pues le condenaron a 13 años cuando el gobierno consideraba que era inductor de los cincuenta asesinatos.
Ahora está en una cárcel que más parece un hotel de cinco estrellas, rodeado de todo tipo de lujos. Al final la justicia venezolana es similar a la española, cárceles especiales para políticos delincuentes y para empresarios corruptos, y módulos de hacinamiento para presos comunes.
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