viernes, 3 de febrero de 2017

Un fascista no puede presidir la LFP.

Un sujeto que fue delegado provincial del partido de extrema derecha Fuerza Nueva, un partido racista y xenófobo no puede ser presidente de la Liga de fútbol profesional.

El gordo Tebas nunca ha pedido perdón por su pasado fascista y racista, y sin embargo es presidente de la LFP. Es una vergüenza que se le haya permitido ostentar tan alto cargo a un fascista de tres al cuarto.

Pero en fin, toda persona se puede arrepentir de haber formado parte de una organización racista y tras pedir perdón ostentar un cargo de relevancia, porque perdonar como pedir perdón es de sabios.

Pero el gordo Tebas no sólo no ha pedido perdón por su pasado radical sino que ahora aboga por abrir un expediente al Rayo Vallecano por no fichar a un jugador de extrema derecha que dona dinero a al batallón Azov, grupo para militar neonazi ligado al partido político Svoboda de similar ideología.

El jugador en cuestión se hizo numerosas fotos con para militares de dicho batallón y con políticos de Svoboda. Para quienes duden de la radicalidad de ese partido, mencionar que varios de sus miembros están detrás de la masacre de Odesa, dónde fueron asesinados 42 políticos opositores al gobierno fascista ucraniano de Poroshenko, gobierno surgido tras el golpe de estado de 2014.

Una diputada de Svoboda, Irina Farion, expresó tras la masacre:  "Que los demonios se quemen en el infierno". Centenares de políticos y simpatizantes del partido vertieron comentarios similares en los días posteriores a la matanza.

No tenemos constancia de que el mediocre futbolista al que defiende a capa y espada el gordo Tebas vertiera comentarios ofensivos contra los 42 asesinados por los neonazis en Odesa. Pero está claro que es un radical por sus vínculos con el batallón Azov y con Svoboda.

Por si esto fuera poco, este jugador protagonizó hace 10 meses una brutal pelea en un partido de la copa ucraniana. Comenzó a pegar patadas al árbitro diciéndole que le iba a matar. Una persona así no puede jugar en el Rayo Vallecano ni en ningún equipo español.

Tebas debe rectificar y pedir perdón al Rayo Vallecano, porque este equipo lo único que ha hecho es decidir que un futbolista violento y radical de extrema derecha no puede jugar en su equipo. Y más teniendo en cuenta que la mayoría de los aficionados del club se consideran antifascistas.

Sería de locos dejarle a jugar en el Rayo porque se le hiciera un contrato. Eso fue antes de conocer sus vínculos con los neonazis ucranianos que apoyan al fascista PoroshenKo. Se puede rescindir un contrato cuando posteriormente se conoce un hecho que de haberse conocido hubiera impedido dicha contratación.

Es mezquino decir que la LFP persigue el racismo y la xenofobia en los campos de fútbol cuando se permite jugar a neonazis. Si los aficionados no pueden emitir cánticos ofensivos o racistas, tampoco deberían hacerlo los jugadores. 

Zozulya no ha hecho comentarios racistas, pero al hacerse fotos portando metralletas junto a paramilitares neo nazis dejó muy claro cual es su ideología. Esa ideología es racista y por tanto este tipo de jugadores no tiene cabida en el fútbol profesional.

Que deje el fútbol y se dedique a combatir la democracia apoyando al presidente fascista de la nueva Ucrania, esa que ha sido fabricada a base de odio y rencor, a sangre y fuego. Y sino que se lo digan a los familiares de los 42 opositores asesinados vilmente en Odesa.


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