Este artículo trata sobre el atentado terrorista más sangriento y atroz que sufrió Estados Unidos en el siglo xx. Para redactar lo acontecido he leído previamente muchos artículos de opinión acerca del caso y muchos testimonios de los sobrevivientes que rompieron el silencio y se animaron a contar lo sucedido tal y como lo vivieron. Para que no fuera demasiado extenso traté de abreviar y eliminar las partes que podían resultar menos interesante de los hechos. Esta es la página más triste de Oklahoma que probablemente nunca olvidarán por más que pasen los años.
El 19 de abril
de 1995, un camión cargado con explosivos estalló frente al edificio
gubernamental Alfred P. Murrah de Oklahoma City, y causó 168 muertos, el acto
terrorista más mortífero hasta esa fecha en suelo
estadounidense, pero también el más olvidado.
Seis años después de la
masacre, cuando el país se empezaba a recuperar del impacto, los atentados del
11 de setiembre del 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono arrebataron
con creces el trágico récord a Oklahoma, un atentado que desde entonces
quedaría relegado a un segundo término en el imaginario popular estadounidense.
El atentado de Oklahoma City,
del que se cumplen 20 años, no fue perpetrado por Al Qaeda ni por ningún grupo
terrorista extranjero, sino que se trató de un caso de terrorismo
doméstico.
El simpatizante ultraderechista Timothy McVeigh,
blanco y ciudadano estadounidense, ejecutó la matanza con la ayuda de Terry
Nichols, siendo condenado el primero a pena de muerte por la Justicia de EE.UU.
y el segundo, a cadena perpetua. Un tercer hombre, Michael Fortier, fue
condenado a doce años de prisión por no alertar a las autoridades de las
intenciones de McVeigh y Nichols.
Timothy McVeigh tenía 27 años cuando perpetró el atentado. Fue capturado
el mismo día.]
Que un atentado de las dimensiones del de Oklahoma City fuese planeado y
ejecutado por solo dos hombres sigue siendo, junto a otros interrogantes
sobre la investigación, motivo de toda clase de teorías de la conspiración.
McVeigh, de 32 años cuando se le ejecutó en el 2001 y ex combatiente de
la Guerra del Golfo Pérsico, dijo que cometió el atentado en respuesta a la
intervención de agentes federales contra el rancho de la secta de los
Davidianos en Waco (Texas), en cuyo incendio fallecieron 83 personas el 19 de
abril de 1993 después de un sitio policial de 52 días.
McVeigh consideraba al Gobierno su enemigo, y cuando fue arrestado el
mismo día del atentado mientras huía hacia el norte, vestía una camiseta en la
que aparecían el presidente Abraham Lincoln y los lemas "Sic semper
tyrannis" (Así siempre a los tiranos) y "El árbol de la libertad debe
refrescarse de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos".
La primera frase es atribuida a Marco Junio Bruto en el momento del
asesinato de su padre adoptivo, Julio César, y también fue pronunciada por el
asesino de Abraham Lincoln, John Wilkes Booth; mientras que la segunda es de
Thomas Jefferson, tercer presidente y uno de los padres fundacionales de EE.UU.
Un caso cerrado
De entre las 168 personas que murieron a causa de la explosión en
Oklahoma City, 19 eran niños pequeños que se encontraban en la guardería del
edificio federal.
Además, la enorme potencia del explosivo hecho a base de fertilizantes
destruyó o causó desperfectos en 312 edificios en un radio de 16 manzanas,
destrozó 86 automóviles y causó daños por unos 652 millones de dólares.
"Todavía no sabemos cómo McVeigh y Nichols aprendieron a construir
una bomba de ese tamaño y potencia”. Tampoco sabemos las identidades de
las otras personas vistas con McVeigh en la mañana del atentado",
recordaba en un artículo publicado esta semana Andrew Gumbel, autor de un libro
sobre las incógnitas que aún envuelven el suceso.
En el 2001, tras el ajusticiamiento de McVeigh mediante inyección letal,
la Justicia estadounidense dio el caso por cerrado, y las voces
que entonces reclamaban más respuestas sobre el atentado y la investigación que
le sucedió se vieron rápidamente eclipsadas por los trágicos acontecimientos
del 11 de setiembre.
La de McVeigh fue la primera pena capital aplicada directamente por el
Gobierno federal en 38 años, una medida excepcional para responder públicamente
a uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de EE.UU. que,
veinte años después, parece haber caído en el olvido.
“La explosión de un coche en Oklahoma City en
1995 se llevó la vida de 168 personas. Antes del ataque aéreo a las
"torres gemelas" el 11 de septiembre del 2001 fue el ataque
terrorista más grande de la historia de EE.UU. Muchos han escuchado de la
tragedia pero no todos saben de los sucesos que le fueron precedentes y de
motivos que hicieron a dos estadounidenses honrados cometer un atentado.”
11 junio, 2013
Este pequeño artículo escandalizó a quien lo leyó, pues consideraba como
personas honradas a los asesinos de Oklahoma. A día de hoy sigue habiendo
personas que defienden este atroz crimen por entender que era una venganza
racional contra un abuso reiterado de
las fuerzas del orden en Estados Unidos. Por fortuna son pocas las personas que
sostienen este criterio y esperemos que no haya ningún chalao al que se le
crucen los cables y se despierte una mañana con ganas de hacer bolar un
edificio repleto de gente.
El 19 de abril de 1995 en la capital del estado de Oklahoma explotó un
coche con explosivos. 168 personas murieron, incluido19 niños menores de 6 años
y tres mujeres embarazadas. Casi 700 personas fueron heridas. La explosión
destruyó o dañó 324 edificios y derrotó 86 coches. El costo de los daños llegó
a unos 652 millones de dólares.
Durante la investigación fueron recogidas más de 3 toneladas de pruebas
materiales. Los investigadores analizaron más de 15 millones de documentos.
Como resultado el FBI confirmó que el atentado fue organizado por Timothy
McVeigh y Terry Nichols. El primero fue arrestado al pasar una media hora huyendo
en un vehículo después de la explosión y el segundo fue detenido 24 horas más
tarde cuando planeaba salir del país hacia una nación sin tratado de
extradición para huir de la justicia. Los terroristas comenzaron a hacer
declaraciones... y aquí empezó lo más interesante.
Se supo que eran extremistas de derechas creyentes de la supremacía
blanca. McVeigh y Nichols se encontraron en 1988 durante el servicio en el
Ejército de EE.UU. Les unió el
odio al gobierno de EE.UU. En particular el rechazo de las restricciones de las
ventas de armas y el deseo activo de "castigar" a las agencias
federales por su política antiestadounidense.
El mayor odio que tenían era contra la Oficina de control de
cumplimiento de las leyes acerca del alcohol, tabaco, armas de fuego y
explosivos, la Oficina Federal de Investigación y el Departamento de lucha
contra las drogas.
El motivo inmediato del ataque era el deseo de vengar a las autoridades
de Estados Unidos por las acciones de fuerza realizadas unos años antes.
Precisamente contra los extremistas religiosos y racistas de la familia de Weaver
y su amigo Kevin Harris y también contra los miembros de la secta religiosa
totalitaria "Ramo de David" (Branch
Davidians).
En 1992 Randall Claude Weaver que pertenecía al grupo de extrema derecha
"Naciones arias" fue declarado culpable por el gran jurado federal en
las violaciones de las leyes de fabricación y almacenamiento de armas. Negó por
completo su culpa y además no quiso cooperar con FBI.
Como Weaver fue acusado en fabricación y ventas de armas de fuego para
capturarlo había sido desarrollada una operación especial. La casa estuvo
rodeada por los miembros del Servicio de Alguaciles de EE.UU. y FBI así como
por policías, empleados de la Oficina de control de circulación de alcohol,
tabaco y armas de fuego, la Patrulla Fronteriza y la oficina del sheriff del
distrito.
Fueron adoptadas unas normas especiales del asalto significativamente
diferentes de las normas estándar de FBI. Durante el incidente también se
utilizaba el transporte blindado para acudir a la finca donde residían los
radicales.
Durante el asalto policial realizado a la finca de los Davidianos fueron
asesinados la esposa de Randall, su hijo y uno de los aguaciles. Pero en el
tribunal Weaver fue declarado inocente en todas las denuncias menos la no
comparecencia y la violación de las condiciones de liberamiento bajo fianza.
Por lo que fue condenado a 1,5 años de prisión.
La segunda historia tuvo lugar en 1993 y recibió el nombre "La masacre de Waco" por el
nombre del lugar donde se encontraba el pueblo de los miembros de la secta
religiosa totalitaria "Ramo de David" (Branch Davidians). La orden de
allanamiento fue emitida a base de la información del agente de la Oficina de
control de circulación de alcohol, tabaco y armas de fuego.
Este organismo informó que el líder espiritual de la secta,
"mesías", David Koresh tenía relaciones sexuales con las niñas de 10
a 14 años. También se supo que los sectarios estaban muy bien armados. Durante el
allanamiento de la estancia de la secta
fueron incautadas varias cajas de rifles semi-automáticos AR-15 y
equipos para elaboración de explosivos. Fue desarrollado un plan de fuerza para
la "invasión dinámica a la residencia» que salió correctamente según el
ministro del interior
.
El 28 de febrero de 1993 la hacienda de los sectarios fue rodeada. A
continuación los agentes de ATF intentaron tomarlo por asalto pero encontraron
una feroz resistencia armada. Los atacantes perdieron a 4 personas, 16 fueron
heridas. Como resultado del asalto murieron 5 sectarios, uno fue asesinado
durante su intento de entrar en el rancho. Koresh y sus compañeros negaron la
propuesta de salir con las manos en alto pero accedieron a retirar del rancho a
19 niños menores de 12 años para evitar una masacre policial.
En el nuevo asalto, el 19 de abril participaron 700 personas, tanques y
helicópteros. Durante la batalla hubo un incendio en el rancho. Las causas
según cada parte son bien distintas. Según la versión oficial los miembros de
la secta "Ramo de David" se incendiaron a sí mismos, mientras que los
sectarios que quedaron vivos afirmaron que el incendio fue organizado por los
atacantes, es decir, por la policía y el ejército.
David Koresh y casi todos sus
seguidores murieron del fuego. En total durante la "masacre" fallecieron
82 miembros de la secta. Entre ellos hubo niños menores de 3 años.
Estas dos tragedias sirvieron de motivo "venganza" para
Timothy McVeigh y Terry Nichols.
Organizaron un atentado en el que murieron dos veces más personas
inocentes. En 1997 McVeigh fue condenado a muerte. El 11 de junio del 2001
murió tras serle aplicada una inyección letal. Por su parte Nichols está
cumpliendo una sentencia de cadena perpetua.
En el año 2000 en Oklahoma City abrieron un complejo conmemorativo a las
víctimas del ataque terrorista. Anualmente el día de la tragedia se celebran
servicios conmemorativos.
El pasado 11 de junio, Timothy McVeigh, un veterano de la guerra del
golfo, fue ejecutado por presuntamente detonar un carga explosiva en el
edificio federal de la ciudad de Oklahoma, el 19 de abril de 1995.
La explosión causó la
muerte a 168 personas y generó una de las campañas propagandísticas más grandes
de la historia de los Estados Unidos. La ejecución por inyección letal de
McVeigh ha provocado airadas protestas contra el presidente actual, pues
durante sus gobiernos, primero como gobernador de Texas y ahora como ejecutivo,
se ha ganado el primer lugar llevando condenados a muerte.
Poco después de que
muriera McVeigh, el presidente George Walker Bush declaró que "no se
trataba de una venganza sino de hacer justicia." Pero la muerte del
presunto culpable no ha ofrecido respuesta a las interrogantes generadas por la
investigación, el juicio y su extinción física a manos del estado.
Muchos se preguntan por
qué una parte de la información relevante a la explosión en la ciudad de
Oklahoma ha sido clasificada "de seguridad nacional." Además las
grabaciones en audio de las observaciones que hicieron los bomberos mientras
revisaban las ruinas del sitio del atentado un día después de la catástrofe,
han sido casi totalmente borradas. Y cuestionan cómo es que algunos personajes
centrales en la preparación del atentado trabajaban como informantes de varias
agencias de gobierno.
Pongámoslo en un poco
de contexto.. A mediados de los años 90's, Washington enfrentaba un movimiento
de "milicianos" armados en varias partes del país. Los grupos de
"hombres libres" cuestionaban la legitimidad del gobierno federal,
hablaban del Nuevo Orden Económico Mundial y la coorporatización global y
temían que millones de ciudadanos pasaran a las filas de desempleados.
En 1995, grupos
neonazis, religiosos de la llamada orientación de "identidad
cristiana" eran entrenados militarmente en ciudad Eloheen, una propiedad
de 10.000 metros cuadrados al este del estado de Oklahoma. La
educación militar allí estaba a cargo de Andrew Carl Straussmeyer, un soldado
alemán especializado en inteligencia y miembro del colegio de guerra.
El curso incluía:
aprender a convertir un arma regular en automática, cómo fabricar artefactos
explosivos y tácticas terroristas. Los movimientos de los disidentes eran
cuidadosamente observados por una agencia policial conocida como Alcohol,
Tabaco y Armas de Fuego ( la ATF por sus siglas en inglés) a través
de Carol Howell, una informante confidencial que operaba dentro del campamento.
A fines de febrero de
ese año, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) se percató de la infiltración
por parte de la ATF y ordenó un cese en sus operaciones, afirma Roger
Charles, periodista, veterano de la guerra de Vietnam y Teniente Coronel
retirado de la Marina. Luego, argumentando que Howell experimentaba inestabilidad
psicológica, la ATFl la despidió y el 20 abril, un día después del
atentado que destruyó el edificio federal de la ciudad de Oklahoma (y por el
cual Timothy McBay fue ejecutado), le dio nuevo contrato a la informante pero
ésta vez le dobló el salario, anota John D. Cash, periodista independiente y
abogado.
Según Charles, Howell
vive ahora en la clandestinidad, manteniéndose alejada del gobierno.
Otras preguntas sin
respuesta son: declaraciones de varias personas que dicen haber visto a
miembros de las fuerzas de seguridad introducir explosivos de alto grado al
edificio, días antes del atentado, los encargados de la seguridad del lugar y
los jueces no fueron a trabajar el día del magnicidio, y reportes de daños
mayores en partes de la estructura, lejos del vehículo que supuestamente generó
la explosión.
Cash afirma que
Howell dijo haber visitado la ciudad de Oklahoma acompañada por tres individuos
entre los que se encontraban Andrew Straussmeyer y Dennis Mayhoum. ¿El objeto
de la visita? buscar sitios para destruirlos con explosivos. Esa información ha
sido removida de los archivos que el gobierno tiene sobre los informes de
Howell, subraya el periodista.
Una de las figuras
centrales en todo eso es Mayhoum, ex líder del Ku Klux Klan en Tulsa éste
individuo ha sido declarado persona non grata en Canadá, Alemania e Inglaterra
pero es siempre bienvenido en las oficinas del FBI en esa ciudad, dice Charles.
Para el periodista
Cash, la figura que quizá haya sido central en la operación es Pete Longen, un
ex miembro de las Naciones Arias del Ku Klux Klan, que en 1983 fue enviado a
prisión en el estado de Georgia, y que mientras se encontraba allí, recibió
ofertas de empleo de parte del Servicio Secreto. Roger y yo tenemos evidencia
de que la ATFproveyó a Carol Howell con materiales para fabricar
artefactos explosivos, ella los llevó a Ciudad Eloheen e invitó a Dennis y a
otros a fabricarlos y explotarlos, luego regresó con los pedazos y los archivó.
Después el FBI le
ordenó a la ATF que terminara la investigación y destruyera la
evidencia que tenían contra Dennis, dice. En el caso de Straussmeyer, Steven
Johns, el abogado de Timothy McBay pidió al juez que ordenara a la fiscalía
investigar todos los vínculos del alemán con agencias de policía e
inteligencia.
Cuando llegaron los
datos, la defensa no pudo tener acceso a ellos. Beth Wilkerson, la subjefa de
equipo de la fiscalía, aseguró al juez en conferencia a puerta cerrada, que
Straussmeyer no estaba vinculado a ningún órgano del gobierno.
En agosto de 1995,
Straussmeyer se mudó de Oklahoma a Carolina del Norte, y en diciembre se
trasladó a Texas, por donde cruzó la frontera a México rumbo a su nativa
Alemania. Después de que el gobierno se enteró que Straussmeyer había retornado
a su país de origen, la división antiterrorista del Departamento de Estado lo
declaró un terrorista vinculado a la explosión de la ciudad de Oklahoma,
comenta Cash.
Por su parte el teniente coronel retirado dice
tener información de que Straussmeyer vive ahora en Dublín, Irlanda, en una
casa propiedad de la policía y que según reportes, trabaja con el Ejército
Republicano Irlandés.
Cuando Michael Tigger,
representante legal de Terry Nichols (supuesto cómplice de Timothy McBay en la
destrucción del edificio federal), hacía su trabajo durante el juicio (de
Nichols) dirigió su mirada a los miembros del jurado y dijo: el gobierno sabe
la verdad de lo que pasó allá pero no les va decir porque piensa que ustedes no
podrían entenderlo. Mientras tanto, McVeigh murió ejecutado por inyección
letal, afirmando que él fue el responsable del magnicidio.
Algunos incrédulos
afirman que el gobierno hizo uso de varias agencias policiales que a través de
informantes, persuadieron a McVeigh y otros como él, a ejecutar un plan
gubernamental, destinado a fomentar apoyo político para aprobar legislación
antiterrorista, preparada para contrarrestar a los grupos armados en el país.
Otros opinan que la
tragedia pudo haberse evitado si los "supervisores" de informantes o
soplones fueran menos ineptos. El resto cree casi todo lo que dice la prensa
oficialista y responsabilizan a McBay del acto terrorista. Para Hugo Rodríguez,
un veterano de 20 años en el FBI, la verdad se hará pública cuando el gobierno
desista de pensar que los ciudadanos no son capaces de entender "top
secrets".
A continuación, un
segmento del libro "La Vida Secreta de Bill Clinton," del
escritor Ambrose Evans, el cual incluye parte de una interrogación juramentada
a puerta cerrada en abril 24 de 1997 de Angela Finley Graham. Finley era
"la controladora" o supervisora de Carol Howell, la informante de Alcohol,
Tabaco y Armas de Fuego (ATF), quien inicialmente fuera enviada a infiltrarse
a la Resistencia Aria Blanca.
PREGUNTA: ¿La señorita Howell le dijo de las amenazas de Straussmeyer de dinamitar edificios federales, o no?
FINLEY: Sí.
PREGUNTA: ¿Agente Finley de la ATF, eso fue antes del bombazo contra el edificio federal de la ciudad de Oklahoma?
FINLEY: Sí.
PREGUNTA: ¿Bajo sus órdenes la señorita Howell trasladó a esa gente desde ciudad Eloheen hasta la ciudad de Oklahoma?
FINLEY: Ella fue con ellos, probablemente ella condujo (el auto).
PREGUNTA: ¿Ella le llamó antes y dijo que esos tipos de ciudad Eloheen deseaban ir a la ciudad de Oklahoma y que tenían algunos lugares en mente?
FINLEY: Esos lugares no incluían al edificio federal. PREGUNTA:
¿Ese viaje de residentes de ciudad
Eloheen ocurrió antes del bombazo, mejor dicho, sólo unas semanas antes,
verdad?
FINLEY: No, fueron meses, en el otoño de 1994.
PREGUNTA: ¿Está segura, acaso no fue en la tercera semana de febrero?
FINLEY: Estoy segura.
FINLEY: No, fueron meses, en el otoño de 1994.
PREGUNTA: ¿Está segura, acaso no fue en la tercera semana de febrero?
FINLEY: Estoy segura.
Poco después de la explosión mortal en Oklahoma, el periodista y Teniente Coronel retirado de la marina Roger Charles, trabajó con la cadena televisiva ABC y preparó un par de reportes para el noticiero vespertino "ABC Nightly News" con Peter Jennings. El contenido era información recogida a través de entrevistas con Carol Howell y corroborada con un vocero de prensa del Departamento de Justicia.
Los dos trabajos fueron cancelados, según dice
Charles, por presiones del Departamento de Justicia y la Casa
Blanca. Los datos recabados por Charles aparecieron en la edición de junio
de 2001 de la revista "Soldier of Fortune".
El atentado
de Oklahoma
City fue un
ataque terrorista explosivo perpetrado el miércoles 19 de
abril de 1995 por Timothy
McVeigh y Terry
Nichols, que tuvo como blanco el Edificio Federal Alfred P.
Murrah, ubicado en el centro de la ciudad estadounidense de Oklahoma
City, capital del estado
homónimo.
Numerosas agencias locales,
estatales, federales y de todo el mundo llevaron a cabo extensos esfuerzos de
rescate a raíz de los bombardeos, y se recibieron importantes donaciones de
todo el país.
LaAgencia Federal para la
Gestión de Emergencias (FEMA)
activó once de sus grupos de acción de búsqueda y rescate urbano, que constaba
de 665 trabajadores de rescate que ayudaron en las operaciones de rescate y
recuperación de las zonas afectadas.
McVeigh fue detenido pasados 90
minutos de la explosión por Charlie Hanger, un policía estatal de Oklahoma, por
conducir sin matrícula y arrestado por posesión ilegal de armas.
Las pruebas forenses
rápidamente vincularon a McVeigh y Nichols al ataque; Nichols fue arrestado al
día siguiente y en pocos días
ambos fueron acusados. Más tarde Michael y Lori Fortier fueron identificados
como cómplices.
McVeigh, que era un veterano de
la Guerra
del Golfo, había detonado un camión de alquiler Ryder lleno de explosivos
aparcado en frente del edificio. El co-conspirador de McVeigh, Nichols, lo
había asistido en la preparación de las bombas.
Motivado por su odio al
gobierno federal y enojado por su manejo del asedio de Waco en 1993
y el incidente de Ruby Ridge en 1992, McVeigh programó su ataque
coincidiendo con el segundo aniversario del incendio mortal que acabó con el
asedio de Waco.
Aunque la explosión destruyó
completamente la fachada del edificio, no logró derribarlo en su totalidad.
Durante la investigación
oficial, conocida como "OKBOMB", los agentes del FBI realizaron
28.000 entrevistas, acumularon 3,5 toneladas de pruebas y recogieron casi mil
millones de piezas de información.
Los bombarderos fueron juzgados
y condenado en 1997. McVeigh fue ejecutado mediante inyección letal el 11 de
junio de 2001, y Nichols fue sentenciado a cadena perpetua. Michael y Lori
Fortier testificaron contra McVeigh y Nichols; Michael fue condenado a 12 años
de cárcel por no advertir al gobierno de los Estados Unidos del atentado que
fraguaban sus amigos y compañeros, y Lori recibió inmunidad judicial a cambio
de su testimonio.
Como resultado de los bombardeos,
el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley de
Antiterrorismo y Pena de Muerte Efectiva de 1996, que endureció las normas de hábeas
corpus en los
Estados Unidos, así como una
legislación diseñada para aumentar la protección en torno a los edificios
federales para disuadir futuros ataques terroristas.
A las 9:02 de la mañana del
miércoles 19 de
abril de 1995, en la
calle frente al edificio federal, Alfred P. Murrah, detonó un camión alquilado
de la firma Ryder, con una carga de alrededor de 2.300 kg de explosivos
caseros. La bomba estaba compuesta de nitrato
de amonio mezclado
con combustible y nitrometano (un
combustible altamente volátil). Los
efectos de la explosión se sintieron hasta en el Puente Creek, a una
distancia de 48 kilómetros.
.
Víctimas y daños materiales
En el momento del ataque había
unas 646 personas dentro del edificio Murrah. 167 personas murieron a causa de
la explosión (de las cuales 163 estaban en el edificio; 99 eran empleados),
mientras que otra murió aplastada en un derrumbe de escombros cuando prestaba
servicios de rescate.
De los diecinueve niños menores
de 6 años que perdieron la vida, quince se encontraban en la guardería America's Kids Day Care Center, que
funcionaba al interior del edificio. Además, tres de las víctimas fatales eran
mujeres embarazadas.
Entre los restos recuperados
figuraba la pierna izquierda de una persona cuya identidad nunca se pudo
constatar de forma concluyente, por lo que el número de víctimas fatales podría
ascender a 169. La defensa de McVeigh sugirió durante el juicio en 1997 que la extremidad correspondería al
supuesto «verdadero» autor del atentado, pero esta tesis fue rechazada de
inmediato.
El número de heridos se estimó
entre unos 680 a 800, la mayoría por quemaduras graves, laceraciones y
fracturas.
Además, la explosión destruyó o
dañó 324 construcciones en un radio de dieciséis manzanas, destruyó o quemó
ochenta y seis automóviles, y provocó rotura de cristales en 258 edificios
cercanos, causando daños de por lo menos 652 millones de dólares.
La matanza
de Oslo remite inevitablemente al atentado de Oklahoma, Estados Unidos,
ocurrido en 1995. Hay dos circunstancias clave que unen ambos episodios.
Primero la similitud del material explosivo hecho con fertilizantes usado por
los terroristas. Y segundo, las coincidencias ideológicas de los autores, ambos
jóvenes fundamentalistas de ultraderecha.
La
potencia de la explosión fue tal que destrozó la mayor parte del enorme
edificio y provocó un derrumbe parcial. Los árboles y los parquímetros fueron
arrancados de cuajo, los autos arrojados a varios metros de distancia y otras
25 construcciones de la zona sufrieron daños severos. Una cortina de escombros,
vidrios fuego y humo ahogaron los gritos de los sobrevivientes.
Sólo un 10
por ciento de las personas presentes en el edificio salieron indemnes. Después
de 16 días de angustiosa búsqueda, se estableció el balance final de la
tragedia. Más de 200 niños y adolescentes habían perdido a uno de sus padres y
30 quedaron huérfanos de padre y madre.
El cerco
policial resultó efectivo y a las pocas horas fue detenido el autor en el norte
del Estado. Su auto fue interceptado porque no tenía placas. Era un joven de 27
años, de pelo corto y aire de adolescente. Se llamaba Timothy McVeigh, era
simpatizante de las milicias de Oklahoma, un grupo pequeño y hostil al gobierno
federal. Había sido combatiente de la Guerra del Golfo.
Para
EE.UU. fue un episodio sumamente traumático, que marcó el grado de violencia
que podría brotar en su sociedad. Particularmente de los sectores
nacionalistas, donde latía con fuerza el odio al control estatal.
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La
antecámara donde aguarda su muerte es de unos
tres metros cuadrados y está dentro de una pequeña construcción de ladrillo
separada del edificio principal de la prisión donde McVeigh pasó los últimos
dos años. En la pequeña construcción se encuentra también la cámara de
ejecuciones y las salas donde estarán los testigos que asistirán a la pena de
muerte.
El condenado está "muy calmo y coopera con nosotros permanentemente", aseguró el director de la prisión, Harley Lapin. El ritual de ejecución está ajustado como un reloj. Luego de ser transferido a la "cámara de espera", las visitas y las llamadas a McVeigh serán limitadas y no se le permitirá ningún contacto físico durante sus últimas 24 horas de vida. Los últimos visitantes deberán abandonar la prisión dos horas antes de la ejecución. En ese momento, McVeigh será revisado y se cambiará de ropa. Luego será esposado y escoltado hasta la cámara de ejecución. Una vez allí, será inyectado por vía intravenosa en el brazo con tres sustancias "en cantidad suficiente" -según el reglamento de prisiones- "para provocar la muerte". Las sustancias son sodio pentotal (desvanecedor), bromuro de pancuronio (bloqueo de la respiración) y cloruro de sodio (detiene el corazón). Los funcionarios de la prisión ensayan los procedimientos mientras los presos cortan el césped del frente de la prisión y parte de los 1.400 periodistas desplazados llegan a la ciudad para presenciar la ejecución del responsable del atentado en Oklahoma.
Las
vallas para los dos grupos de manifestantes ya están colocadas y las
instalaciones para los sistemas de televisión -incluyendo generadores y
servicio de comedor- están instaladas en el exterior de la prisión de máxima
seguridad, en una habitualmente tranquila esquina de esta ciudad de 60.000
habitantes.
Manifestantes contra la pena de muerte organizaron una vigilia nocturna para la víspera de la ejecución y se apuran a reagruparse a tiempo para la primera ejecución federal en casi 40 años. Muchos de ellos no estaban preparados, convencidos de que los abogados del veterano de la guerra del Golfo lograrían una postergación de la pena para revisar la evidencia aportada tardíamente por el FBI. "No podemos creer que decidieran seguir adelante y matarlo", dijo la coordinadora de la Red de Abolición de Terre Haute, Suzanne Carter. McVeigh, condenado a muerte el 13 de junio de 1997, autorizó a sus abogados a solicitar la postergación de su ejecución para examinar los nuevos documentos. Pero el sentenciado abandonó el proceso legal y se concentró en la mejor manera de prepararse para morir. Contrastando con la gran actividad en Indiana, el ánimo en Oklahoma era calmado. "Vamos a pasar este tiempo con nuestra familia e intentar estar tranquilos por un par de días", aseguró Stan Kok, cuya esposa, Aren Almon Kok, perdió a su hija de un año en el atentado. McVeigh "merece morir", afirmó por su parte Kathy Wilburn, quien perdió a dos nietos en la explosión. Para el sacerdote Ron Ashmore -que conoció a McVeigh en sus visitas a la cárcel como capellán- “es importante considerarlo como a un ser humano que hizo algo horrendo". Por otra parte, el Tribunal Supremo de EEUU recibió ayer un recurso de apelación para que permita la grabación en video de la ejecución de McVeigh.
La
petición ha sido presentada por los abogados de otro reo, Joseph Minerd, que
podría enfrentarse a la misma condena por una acusación de doble asesinato.
Su objetivo es utilizar la grabación en futuros juicios en los que el
Gobierno federal pida la pena de muerte, para demostrar que es un castigo
cruel e inhumano. (AFP)
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