jueves, 2 de julio de 2015

El piloto tuerto que salvó a la tripulación de una catástrofe.

El Vuelo 110 de TACA fue un vuelo regular comercial internacional operado por TACA Airlines, viajando de Belice a Nueva Orleans. El 24 de mayo de 1988, el vuelo perdió potencia en ambos motores pero los pilotos lograron efectuar un aterrizaje de emergencia satisfactorio en un prado, sin provocar más que heridas menores. El capitán del vuelo era Carlos Dardano, salvadoreño, quien solo gozaba de la visión de un ojo, pues el otro lo había perdido como consecuencia de una bala, volando un avión, siete años antes, durante la guerra civil del Salvador.
Carlos es un ejemplo de superación, sobrevivió a los duros encontronazos que  la guerra le deparó y se sobrepuso a la pérdida de un ojo para continuar volando, una vez  acabada la contienda bélica como piloto comercial.
Su avión, un Boeing 737-3T0  efectuó su primer vuelo el 26 de enero de 1988, y entró en servicio con TACA dos meses más tarde. Ese día, el vuelo discurría normalmente, despegando del Aeropuerto Internacional Philip S. W. Goldson de la Ciudad de Belize sobrevolaba el Golfo de México frente a la costa de Louisiana.
La investigación de la Oficina Nacional de la Seguridad en el Transporte (NTSB) reveló que durante el descenso desde  (10 668 m)) preparándose para su aterrizaje previsto en el Campo de Moisant en Nueva Orleans, los pilotos notificaron zonas de ligeras a moderadas precipitaciones en su procedimiento de llegada, representadas por colores verdes y amarillos en su radar meteorológico, así como "algunas zonas rojas aisladas" indicativas de zonas de fuertes precipitaciones a ambos lados de su patrón de vuelo programado.
El vuelo entró en la zona de nubes a FL300 (30 000 pies (9144 m)), la tripulación seleccionó "empuje continuo" y encendieron el motor anti-hielo para proteger sus motores turbofán de los efectos de la precipitación y la helada, cualquiera de los cuales pueden causar un incendio, y provocar la pérdida de potencia. En lugar de volar una ruta entre las fuertes precipitaciones expuestas en el radar, se toparon con fuertes precipitaciones, granizo, y turbulencias. Pasando a través de 16 500 pies (5029,2 m), ambos motores se apagaron, dejando al avión planeando y sin motores o potencia eléctrica alguna.
La Unidad de Potencia Auxiliar(APU) fue iniciada cuando el avión pasaba a 10 500 pies (3200,4 m), restaurando la potencia eléctrica. Los intentos de inicio de motor por "molino de viento" usando el flujo de aire provocado por el descenso del avión resultaban infructuosos, por lo que lo que Carlos tuvo que recurrir a una operación extrema, recuperar la altura perdida con la potencia de la APU.
Pese a sus esfuerzos ningún motor lograba acelerar hasta velocidad de ralentí, ni mucho menos lograr un mínimo de empuje. Los intentos de adelantar las palancas de gases solo provocaron que los motores se recalentasen, por lo que procedió a su apagado para evitar un fallo catastrófico.  Observando que no había ninguna posibilidad de seguir volando en esas condiciones tan adversas inició las maniobras de aterrizaje al divisar una llanura en la que era factible realizar un aterrizaje de emergencia.
Aterrizaró en un campo de hierba en la Instalación de la Asamblea Michoud de la NASA en Michoud al este de Nueva Orleans, pese a todos los problemas que sufría el avión logro frenar la nave sin que nadie sufriera lesiones graves.
Los investigadores de la NTSB determinaron que el avión había volado de forma inadvertida en una tormenta de nivel 4 y la ingestión de agua había provocado la congestión de ambos motores al haber superado la capacidad estándar determinada por la Administración Federal de Aviación (FAA). El avión sufrió daños en las turbinas por el granizo, y su motor del lado derecho (número 2) quedó dañado por el sobrecalentamiento.
Al principio, se planeó retirar las alas y transportar el avión a una instalación de reparación en barcaza, pero los ingenieros y pilotos de pruebas de Boeing decidieron efectuar un cambio de motor en el lugar y despegar desde la carretera pavimentada adyacente que daba acceso a la instalación. El 737 despegó de Moisant para efectuar sus reparaciones. El avión regresó posteriormente al servicio activo.
La investigación concluyó que los motores habían fallado "como resultado de un encuentro en vuelo con una zona de fuertes precipitaciones y granizo. Una causa que contribuyó al incidente fue el diseño inadecuado de los motores y que los certificados de ingestión de agua de la FAA no hacían mención a las tasas de agua previstas en tormentas con precipitaciones moderadas o fuertes.
Pese a este grave incidente aéreo Carlos siguió volando unos años más hasta su jubilación, su pericia a los mandos de un avión evitó una catástrofe aérea, los más de doscientos pasajeros hubieran fallecido si el piloto no hubiera tomado la acertada decisión de hacer un aterrizaje de emergencia en aquella llanura del estado de Lousiana.




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