Otra noticia que por esperada no deja de ser triste y me vuelve a dar la razón en aquello que vengo pregonando desde que comencé a estudiar leyes en el año 2001. La justicia no es igual para todos.
Jose Luis Núñez a estafado un montón de dinero, se ha reído de todos los contribuyentes, y posteriormente se ha beneficiado de una Justicia tan blanda con los ricos y poderosos que ya no se le puede llamar Justicia sino pantomima.
Cuando un ciudadano común y corriente comete un robo es sentenciado rápidamente y entra en la cárcel a cumplir su respectiva condena.
Pues bien, cuando el ladrón o mafioso es poderoso o rico no entra en la cárcel porque paga fianza. El juicio se alarga por diez años y al final la sentencia es absolutoria o irrisoria.
La fianza para eludir la cárcel es un derecho que para mí debería de abolirse porque crea más injusticias entre ricos y pobres de las que ya existen en nuestro país tristemente gobernado por dos partidos que sólo gobiernan para los ricos.
La fianza para eludir la cárcel es un derecho que para mí debería de abolirse porque crea más injusticias entre ricos y pobres de las que ya existen en nuestro país tristemente gobernado por dos partidos que sólo gobiernan para los ricos.
Pero en fin, peor es el hecho de que una vez condenado con pena superior a seis años siga sin entrar en prisión al interponer un recurso ante el Tribunal Supremo. Encima se le devuelve la fianza o se le reduce esta al considerar que la pena impuesta es menor a la que pedía la fiscalía.
Este hecho es lamentable, si la persona que hubiera cometido el soborno y la defraudación tributaria hubiera sido alguien poco pudiente hubiera entrado en la cárcel y ni Felipón le hubiera librado de entrar en la cárcel( al menos una vez dictado sentencia condenatoria el juez).
Núñez no entró en prisión y ahora que la sentencia del Supremo se rebajó a dos años y dos meses no lo va hacer tampoco. Es deleznable y bochornoso que el Supremo le reduzca la pena a este engendro humano que se ha dedicado toda su vida a estafar al erario público y que todo lo que ha conseguido en la vida ha sido a base de sobornos, estafas y defraudaciones a Hacienda.
La ley dice que todo aquel reo condenado a pena superior a dos años de cárcel deberá ingresar en prisión sin que quepa lugar a la sustitución de esta pena por otra que no sea privativa de libertad.
Voy a crear un hastag para que se modifique la Constitución y el Código Penal, de manera que la la ley diga que entrarán en prisión todos los reos condenados a penas privativas de libertad superior a dos años siempre y cuando dicho reo no sea político, banquero o empresario de reconocido prestigio(valiendo como reconocido prestigio el haber estafado a Hacienda y haber sobornado a funcionarios públicos).
Por otro lado, cuando alguien comete un homicidio, al inductor le cae la misma pena que al ejecutor. La ley también recoge la misma pena para el sobornante que para la persona que acepta el soborno. Pero el que hace la ley hace la trampa.
En este caso como en casi todos, el que hizo la ley era un señor gordito, bajito y con lentes opacas que se apellidaba García y votaba al partido popular o al partido socialista. Y dejó la posibilidad de poder especular con la ley para que en algunos casos los jueces y magistrados de nuestra querida España(patria de ladrones y mafisos bipartidistas) pudieran imponer penas mayores para el sobornado si este no tiene poder o posición económica digna de tener en cuenta.
Esto ha ocurrido en el juicio del señor Núñez. A Jose María Huguet le han caído seis años y diez meses porque no tenía buena posición económica. Mientras que al calvo gordinflón y de mirada repelente tan sólo le caen dos años y dos meses.
Es decir, menos de la tercera parte de la condena al sobornante que al sobornado. ¿La gente se pregunta por qué?
No se hagan más preguntas, el barrigón de prominente frente e incipiente calvicie fue presidente del F.C Barcelona y por tanto tiene derecho a robar, a estafar, a sobornar y a lo que haga falta.
Por decir verdades como puños, similares a las que digo yo, le cayeron dos años de prisión al rapero Pablo Hásel, dijeron que sus letras hacían apología al terrorismo, al pensamiento único y odio al diferente.
No sólo le condenaron, ahora sus miles de fans no pueden disfrutar de sus conciertos porque le impiden desempeñarse como músico. Te condenan y encima impiden que puedas desempeñar tu trabajo. Quieren que pase hambre para que tenga que delinquir y entonces sí tendrán motivos para encarcelarle.
No sólo le condenaron, ahora sus miles de fans no pueden disfrutar de sus conciertos porque le impiden desempeñarse como músico. Te condenan y encima impiden que puedas desempeñar tu trabajo. Quieren que pase hambre para que tenga que delinquir y entonces sí tendrán motivos para encarcelarle.
Odio al diferente es el que sienten los jueces y magistrados que condenan con penas más duras a los pobres y vulnerables habiendo cometido el mismo delito que los ricos.
Odio al diferente es lo que pregona el pp cuando sólo gobierna para que los banqueros multipliquen sus beneficios sin que tengan a cambio que renunciar a sus pensiones millonarias o que tengan que rebajar sus intereses hipotecarios.
Odio al diferente es lo que siente la Delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, cuando se salta la ley y su cargo político para obligar a los jueces a que condenen por injurias a quienes se mofan de ella, y a pedir condenas por tentativa de homicidio a los manifestantes que lanzan piedras contra los policías.
Que nadie me malinterprete, no estoy a favor de usar la violencia en una manifestación, y menos contra la policía que no crea las leyes opresoras, sólo las ejecuta cuando la Cifuentes y cia les obligan a ello.
Pero condenar a penas de más de cinco años por tentativa de homicidio a un joven que lanza una piedra a un policía me parece desmesurado.
Luego llega un neo nazi, mata a un inmigrante o aun joven de izquierdas y le caen diez años de los que sólo cumple cinco. ¿Es normal que ocurra esto?
No debería ocurrir, pero los socialistas y los populares tienen mucho miedo a condenar a los neo nazis. Los populares porque perderían muchos votos y los socialistas porque tienen miedo de que estos comiencen a organizarse y participar más activamente en la política nacional.
En definitiva, hay que endurecer las penas por delitos contra la Hacienda, los delitos movidos por el odio racial y xenófobo(igualar estas penas a las que reciben los terroristas cuando cometen el mismo delito que el racista) y reducir las penas por injurias y calumnias contra los políticos.
Si no les gusta recibir ofensas que dejen la política y así nos quedaremos más tranquilos, muchos se lo agradeceremos. Seguro que habrá otros políticos que hagan algo por España, que estén más preocupados en crear empleo que en revisar el tuiter y el facebook en busca de algún joven de izquierdas al que denunciar por injurias.
Noticia del Diario Público.
La Sala Penal del Tribunal Supremo ha rebajado de seis años a dos años y dos meses de prisión la pena que corresponde imponer al empresario inmobiliario José Luis Núñez, ex presidente del FC Barcelona, por el llamado caso Hacienda, una trama de corrupción mediante el soborno a altos cargos de la Administración tributaria para eludir el pago de impuestos.
Las dilaciones indebidas del proceso judicial, que ha durado más de 10 años, han conllevado una rebaja generalizada de las penas. Al ex jefe de la Inspección de Hacienda de Cataluña, José María Huguet, la condena le ha quedado en seis años y 10 meses de prisión. Además,por un error en la acusación formulada por la Fiscalía Anticorrupción, la Sala ha suprimido la condena al pago de las responsabilidades civiles.
La Audiencia Provincial de Barcelona había condenado a José María Huguet, al inspector Manuel Abella y al abogado Juan José Folchi (ex directivo del Barça y ex consejero de Economía de la Generalitat con Josep Tarradellas) a indemnizar conjunta y solidariamente a Hacienda con casi ocho millones de euros por los impuestos que quedaron sin tributar por parte del Grupo Torras. Además, José Luis Núñez, su hijo José Luis Núñez Navarro, su asesor fiscal Salvador Sánchez Gui y Abella habían sido condenados a reintegrar al Fisco otros seis millones de euros por los impuestos que indebidamente dejaron de pagar. El Estado tendrá que iniciar ahora un nuevo y largo procedimiento civil si quiere recuperar el dinero defraudado.
La Audiencia de Barcelona, que sentenció en julio de 2011 hechos sucedidos en la década de los 90, juzgó durante nueve meses a 16 imputados, de los que dos (Javier de la Rosa y su asesor fiscal Jorge Oller) resultaron absueltos.
Se declaró probado que los inspectores de Hacienda condenados (Huguet, Abella, Álvaro Pernas y Roger Bergua) mantenían un "pacto de silencio" sobre las obligaciones tributarias de distintos grupos mercantiles mientras cobraban dádivas millonarias (valoradas en unos cinco millones de euros) de los empresarios a los que beneficiaban.
En el caso de José Luis Núñez Clemente y de su hijo José Luís Núñez Navarro, responsables del grupo constructor Núñez y Navarro, se declaró probado desarrollaron "una compleja práctica ilícita" basada en sobornos para eludir el coste fiscal de los beneficios que obtenían con sus empresas.
El caso Hacienda tuvo consecuencias políticas, ya que en 1999 forzó al ex secretario de Estado de Hacienda Josep Borrell a renunciar a ser el candidato del PSOE en las elecciones generales dada su amistad con uno de los condenados, Huguet, al que había nombrado máximo responsable de la inspección de Hacienda en Cataluña
No hay comentarios:
Publicar un comentario