Si se escuchara a la oposición y se aboliese el senado y las diputaciones provinciales el ahorro serían casi 90 millones de euros. Si han oído bien, 90 millones, 20 del Senado, 50 de las diputaciones provinciales y 19 del Congreso.
Veinte millones es lo que cuesta mantener a los 350 senadores que despilfarran el dinero público en viajes para ver a familiares y amantes mintiendo a los ciudadanos cuando dicen que viajan por cuestiones laborales. De esto sabe mucho Mónago, el presidente del partido popular extremeño que viajaba cada mes a Tenerife para ver a su siliconada novia, la que antaño fuera la putita personal de un diputado aragonés, también del partido podrido, ese que nos gobierna y gasta más en putas y cocaína que en generar empleo.
Se ve que a esa mujer le gustaba acostarse con políticos de derechas filo nazis, a saber cuantos miles de euros le pagaban por cada coito (sólo falta que también se incluya en los viáticos de los congresistas el derecho de engañar a sus mujeres con meretrices).
Las diputaciones provinciales son un nido de concejales sinvergüenzas que cobran por duplicado, no contentos con sus mega sueldos por el trabajo que desempeñan en sus municipios se reúnen una vez por semana para tomar café y debatir en corrillo ciertos aspectos de índole provincial. Por tan absurda reunión reciben un cheque gordo mensual de unos 3000 euros.
El pp no quiere eliminar las diputaciones provinciales porque gobierna prácticamente en el 90 por ciento de las mismas. El psoe dice ahora que quiere eliminarlas pero ha gobernado 22 años y no ha sido capaz de hacerlo. No es creíble que lo vayan hacer si vuelven a gobernar.
Los demás partidos dicen que tratarán de eliminarlas, el único que lo tiene claro es upyd, en esto deberían tomar nota podemos e iu, si no quieren perder votantes deben asegurar sin tapujos que eliminarán las malditas diputaciones para crear empleo público para desempleados. Si no que les vote su puta madre, o luchas contra la duplicidad de cargos públicos o estás con la tiranía del bipartidismo.
De la partida del Congreso, según las cuentas a las que ha tenido acceso Público, 13.512.000 euros corresponden a las retribuciones de altos cargos en concepto de nómina, bajo el epígrafe: "asignación constitucional".
Pero a dicha nómina hay que añadir otros 5.200.000 euros en concepto de "retribuciones complementarias a altos cargos". Es decir, lo que reciben los diputados que ocupan presidencias o vicepresidencias de comisión, y otros puestos en el Congreso, como portavocías, o bien los que están designados en otras instancias de la Cámara baja.
El 'finiquito' de todos los diputados asciende a un total de ocho millones de euros
De esta forma, el coste de un diputado al mes para los ciudadanos es de una media de más de 4.500 euros, aunque unos ganan mucho más que otros, dependiendo de dónde estén ubicados.
Otro dato llamativo es que el Congreso planea destinar más de ocho millones de euros para "indemnizar por razón del servicio de la función de diputado". Lo parece que supone el conocido "finiquito" cuando dejas el puesto de trabajo, aunque en este caso el contrato sea por cuatro años.
Finalmente, en gastos de nómina de personal eventual, referido a quienes dan asistencia a los diputados y presidentes de comisión, la partida no es menor tampoco. Casi 7,5 millones de euros destina la Cámara baja a pagar dichas nóminas.
La mayor parte del presupuesto del Congreso se va a "gastos de personal"
No es de extrañar, por tanto, que en el capítulo I de los Presupuestos, referidos a "gastos de personal", el Congreso consuma la mayor parte de su dotación presupuestaria. En concreto, más de 35,5 millones de euros. Hasta ahora no se sabía cómo es el reparto.
Además, las cuentas del Congreso reflejan una subvención a los grupos parlamentarios que asciende por segundo año consecutivo a casi diez millones de euros. Dicha subvención se reparte proporcionalmente en función de su representación en la Cámara Baja y también lleva congelada varios años.
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