Finalmente no fue nada de eso, tan sòlo un accidente a consecuencia de las inclemencias del tiempo, el piloto subió a demasiada altura para contrarrestar la fuerza del temporal y terminò precipitándose contra el océano. De momento no han aparecido supervivientes, cada hora que pasa menos posibilidades existen de que alguien consiguiera llegar a la costa. Màs improbable aùn es que pueda encontrarse alguien en el mar a la espera de ser rescatado, el fuerte temporal acabarìa con la vida de los supervivientes por mucho que estos pudieran llevar salvavidas.
Todas las investigaciones apuntan a que el piloto del avión de AirAsia siniestrado el pasado domingo en el Mar de Java intentó un amerizaje de emergencia antes de que el aparato se hundiera en el fondo del mar. Además, es muy posible que los pasajeros y la tripulación fueran conscientes de que iban a estrellarse en el mar y se prepararan para intentar sobrevivir al siniestro. Así lo indica el hecho de que uno de los siete cadáveres localizados hasta ahora llevara puesto el chaleco salvavidas. Si bien el resto aparecieron sin salvavidas, tal vez la orden se dio demasiado tarde y a muchos no les dio tiempo a colocárselo.
"Esta mañana, hemos recuperado cuatro cuerpos y uno de ellos llevaba un chaleco salvavidas”, explicó este miércoles Tatang Zaenudin, uno de los responsables de la Agencia Nacional de Salvamento y Rescate de Indonesia.
Los expertos creen la aeronave posiblemente se rompió al golpear el agua. Cuerpos totalmente vestidos también podrían indicar que el avión se encontraba intacto al momento de tocar el agua y respaldan la teoría de que el Airbus A320-200 sufrió una pérdida de sustentación aerodinámica y cayó al mar de manera brusca e inmediata. Con el fuerte impacto el fuselaje se habrìa quebrado y algunos pasajeros habrìan podido tratar de bucear hacia el exterior del mar. Las enormes profundidades, las gélidas temperaturas del agua y el fuerte oleaje habrìan hecho imposible su supervivencia.
La Agencia Nacional de Salvamento y Rescate de Indonesia informó este miércoles de que ha encontrado bajo el mar parte del avión de AirAsia siniestrado el pasado domingo. Gracias a una imagen del sónar, los equipos de rescate ha detectado "un gran objeto oscuro" que los investigadores del accidente creen que corresponde a la estructura del aparato accidentado el pasado domingo en el mar de Java, al suroeste de la isla de Borneo, con 162 personas a bordo.
"Se encuentra a entre 30 y 50 metros bajo el agua", señaló este miércoles el portavoz de la agencia de salvamento en la ciudad indonesia de Surabaya, Mochamad Hernanto. "Estamos rezando para que se trate del avión y, de esta forma, podamos llevar a cabo una rápida evacuación", apostilló el portavoz.
El objeto de grandes dimensiones detectado por el sónar se encuentra en la misma zona donde se han encontrado otros restos del avión y cuerpos flotantes. Hasta el momento, los equipos de rescate de Indonesia han recuperado varios trozos de fuselaje, maletas y varios cuerpos flotando en aguas poco profundas. Este miércoles fueron hallados tres cadáveres, incluida una azafata que aún vestía su uniforme de AirAsia, lo que elevó a siete el total de cuerpos recuperados hasta el momento, dijo el jefe de la agencia de búsqueda y rescate, Fransiskus Bambang Soelistyo.
Expertos de aviación creen que, si el clima lo permite, dado que impera el mal tiempo en la zona, el fuselaje podría ser hallado fácilmente por los buzos.
Las autoridades de Surabaya están coordinando los preparativos para recibir e identificar los cuerpos. En este punto, destaca la disponibilidad de unas 130 ambulancias para transportar a las víctimas a un hospital de la Policía y para tomar muestras del ADN de los familiares.
La mayoría de las personas a bordo de la aeronave de AirAsia eran indonesios y no se han encontrado supervivientes. Las autoridades han añadido que las olas de dos a tres metros de altura y los fuertes vientos están dificultando las tareas de búsqueda de los restos, así como la actuación de los buzos en la zona del accidente. Pese a ello los equipos de rescate `confían que en los próximos días se encuentre al resto de los pasajeros y se pueda acceder a la caja negra para entender las causas exactas del accidente.
En la última conversación del piloto con la torre de control del aeropuerto en el que debía aterrizar en escasos minutos, el primero trataba de explicar que tenía que ascender hasta los 10 mil metros porque el fuerte viento estaba causando estragos.
La torre de control le advirtió que tuviera cuidado con no superar la altura maxima permitida y que en caso de persistir las condiciones adversas diera marcha atrás como así hizo. Pero entonces se perdió la conexión y nunca màs se supo del vuelo de la aerolínea de bajo coste.
El miedo se apoderò de todos los familiares que aguardaban impacientes las llegadas de sus familiares y amigos para pasar juntos la navidad. Conforme fueron pasando las horas el miedo tornò en ansiedad y en llanto. El triste suceso hace recordar el vuelo de Malasian Airlines desaparecido en marzo de este mismo año, el cual sigue sin resolverse por màs que las fuerzas aéreas australianas y malasias hayan buscado por el ìndico durante estos largos meses.
En este ultimo caso el misterio parece despejarse, por desgracia sin supervivientes, la tempestad pudo con las numerosas horas de vuelo del piloto que no pudo manejar la aeronave con la pericia necesaria que requerìa la situación.
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