lunes, 19 de enero de 2015

La tiranìa del partido Coloroda continua en Paraguay tras el golpe de estado de 2012.

Amèrica es un continente convulso en que los golpes de estado, los magnicidios y los asesinatos de conspiradores, fiscales y jueces se producen con tanta asiduidad como los secuestros y extorsiones a empresarios y banqueros.



En el anterior post relatè lo ocurrido en Honduras, ahora me centrarè en Paraguy, aunque algunos pensaràn que es la misma historia. Efectivamente, la historia se repite, otra vez los mismos hechos, presidente de izquierdas electo con amplia mayoría y golpe de estado por una facciòn militar liderada por políticos de ideología fascista que llevan a su país a una autarquía que supone una involución socio-polìtica de gran magnitud.



Federico Franco asumió el poder realizando políticas diametralmente opuestas a las del presidente depuesto. Aquello fue considerado como un atropello y un delito de traición a la patria para todos los paraguayos que votaron a Lugo en los comicios de 2008 y disfrutaron con su victoria histórica que ponìa fin a màs de sesenta años de gobierno colorado.

En 2012 se produjo el golpe de estado y pocos meses después, en abril de 2013, Franco asistió a una sesión de la OEA para tratar sobre la situación de Paraguay, la mayoría de los países representados se retiraron para no escuchar su discurso, a manera de protesta, y solo estuvieron 13 de los 34 miembros (Canadá, Costa Rica, México, Barbados, Guatemala, Honduras, Bahamas, Trinidad y Tobago, San Cristóbal y Nieves, Belice, Estados Unidos, Panamá y el propio Paraguay).

La sesión se produjo unos días después de que el mandatario expresara sobre Hugo Chávez que es un milagro que "desaparezca de la faz de la tierra porque le hizo mucho daño" a Paraguay; palabras que produjeron la reacción del canciller venezolano Elías Jaua, quien lo calificó de "escoria humana y política", por insultar al recientemente fallecido presidente, no respetando su memoria.

El gobierno franquista sería señalado por haber dejado el que sería el mayor déficit fiscal en la historia del país, de más de 1.000 millones de dólares. Esto, pese a haber durado solo poco más de un año y pese a los superávit producidos durante los últimos años del gobierno de Lugo.

Desde que fuera candidato, el presidente electo Cartes denunció al gobierno encabezado por Franco en más de una ocasión, por saqueo al estado,[31] por nombrar a 24 mil operadores políticos electorales de su partido como funcionarios contratados por el estado[32] y por corrupción (lavado de dinero y contrabando) [33]
Así mismo, en agosto su correligionario liberal Domingo Laino denunció al ya ex presidente ante la Fiscalía de Delitos Económicos, por corrupción.[34] En octubre se sumó la denuncia por desfalco presentada por un miembro de su ex gabinete.



En 2013 el partido del mandatario cayó derrotado en las elecciones generales, de mano de Efraín Alegre, un ex luguista que apoyó la destitución de este último durante la crisis política del 2012.  Por lo que los comicios fueron una lucha entre un partido de derechas(el partido Colorado) y el partido que traicionò a Lugo.

 Con la investidura como presidente de Horacio Cartes,  el partido Colorado que había perdido las elecciones en 2008, volvìa a gobernar ante el descrèdito de la ciudadanía y de los gobiernos de la región. Ningún político cercano a Lugo pudo presentarse a las elecciones, por lo que estas fueron una farsa en toda regla.


En agosto de 2013 Horacio Cartes reemplazò a Franco en un clima enardecido generando gran revuelo ya que muchos ciudadanos consideraban que los comicios estaban amañados para que ganase la derecha. Después del golpe de estado muchos paraguayos no quisieron ir a votar pues entendían que aunque ganase su candidato el partido Colorado haría lo necesario por derrocar al presidente electo y colocar algún candidato que comulgue con sus ideario político(tal y como hicieron con Federico Franco). 


El pasado delictivo de Horacio Cartes es de lo màs variopinto.  En 1985, Horacio fue condenado por un caso de estafa al Banco Central de Paraguay, por un monto aproximado de 34 millones de dólares. En aquella ocasión estuvo prófugo de la justicia paraguaya por un período de 4 años. En 2008 finalmente fue sobreseído por la Corte Suprema de Justicia, lo que el Banco Central consideró inconstitucional.
 
 

Según  Wikileaks fue investigado por la Administración para el Control de Drogas estadounidense por supuesto lavado de dinero proveniente, entre otros, del tráfico de drogas.

Además, diarios de diversos países publicaron artículos según los cuales Cartes lideraba el tráfico de los cigarrillos de la Tabacalera del Este SA. El tabaco paraguayo comercializado ilegalmente en Brasil se estima en un valor de 2200 millones de dólares, gran parte de ese dinero se lo quedaba la banda de Horacio Cartes.


En el 2000 fue aprehendida una avioneta en la estancia La Esperanza, perteneciente a Cartes. Llevaba 343 kg de marihuana y 20 kg de cocaína..

Pero como buen capo de la mafia, sus dote delictivas le vienen de familia, su tío Juan Domingo Viveros Cartes, tuvo en varias ocasiones problemas con la justicia. Pasó 6 años en las cárceles brasileñas por narcotráfico. Es prófugo en Paraguay, donde cuenta con una orden de captura también por narcotráfico. Finalmente fue detenido en Uruguay en 2013, y procesado por tráfico internacional de drogas.

Si Paraguay necesita algo para dejar de ser uno de los países menos desarrollados de la región es honradez, trabajo, esfuerzo y sobre todo echar a los golpistas corruptos del gobierno.

Casi seguro que Lugo nunca será repuesto como presidente de Paraguay, lo que hace falta ahora es que en las próximas elecciones los ciudadanos se den cuenta de que no pueden votar a un partido de corruptos que han controlado los comicios durante décadas para adulterar los resultados electorales y que cuando perdieron no aceptaron la derrota y dieron un golpe de estado.

Teniendo en cuenta los tejemanejes del seudo fascista partido colorado, lo que deberìan de hacer los militares paraguayos es dar otro golpe de estado, esta vez para reponer en el gobierno al presidente que jamàs debió ser expulsado por la fuerza que ejercieron los tiranos. Contra la tiranìa del Partido Colorado es legìtimo efectuar un golpe de estado. Los países del Alba deberían apoyar a los militares paraguayos para derrocar a la tiranìa que gobierna en Paraguay.

 A dìa de hoy Paraguay y Honduras son los únicos países gobernados por partidos de derechas, y curiosamente los dos gobiernan tras derrocar con las armas y con la intransigencia a los gobernantes progresistas que gozaban de la legitimidad que dan las urnas.

La escepciòn que confirma la regla es Guatemala, el único pais de Amèrica Latina donde gobierna un partido de derechas elegido democráticamente. Chile y México eran otros dos estados con gobiernos conservadores hasta las últimas elecciones.

Así pues, el panorama para los políticos de derechas es desolador en Amèrica, dos pàises pequeños con gobiernos golpistas de corte fascista y Guatemala como único espejo donde mirarse para tratar de ganar unas elecciones.

Frente a estos tres países todos los demás gozan de gobiernos progresistas de diferentes tendencias. Entre los moderados se encuentran Chile, Brasil, Costa Rica, Uruguy, Perù y R. Dominicana.

Entre los màs izquierdistas los países ligados al alba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Argentina.

A parte están Colombia y México, cuyos partidos en el gobierno no son fácilmente clasificables ni como de derechas ni como de izquierdas.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario