miércoles, 31 de diciembre de 2014

Aparecen los restos del aviòn de Air Asia.

Mucho se había hipotetizado acerca de lo que le podía haber sucedido al vuelo de Air Asia que el domingo desapareció antes de llegar a su destino. Se hablò de un posible secuestro, de un supuesto acto terrorista, de un suicidio del conductor o de un incendio.

Finalmente no fue nada de eso, tan sòlo un accidente a consecuencia de las inclemencias del tiempo, el piloto subió a demasiada altura para contrarrestar la fuerza del temporal y terminò precipitándose contra el océano. De momento no han aparecido supervivientes, cada hora que pasa menos posibilidades existen de que alguien consiguiera llegar a la costa. Màs improbable aùn es que pueda encontrarse alguien en el mar a la espera de ser rescatado, el fuerte temporal acabarìa con la vida de los supervivientes por mucho que estos pudieran llevar salvavidas.

Todas las investigaciones apuntan a que el piloto del avión de AirAsia siniestrado el pasado domingo en el Mar de Java intentó un amerizaje de emergencia antes de que el aparato se hundiera en el fondo del mar. Además, es muy posible que los pasajeros y la tripulación fueran conscientes de que iban a estrellarse en el mar y se prepararan para intentar sobrevivir al siniestro. Así lo indica el hecho de que uno de los siete cadáveres localizados hasta ahora llevara puesto el chaleco salvavidas. Si bien el resto aparecieron sin salvavidas, tal vez la orden se dio demasiado tarde y a muchos no les dio tiempo a colocárselo.

"Esta mañana, hemos recuperado cuatro cuerpos y uno de ellos llevaba un chaleco salvavidas”, explicó este miércoles Tatang Zaenudin, uno de los responsables de la Agencia Nacional de Salvamento y Rescate de Indonesia.

Los expertos creen la aeronave posiblemente se rompió al golpear el agua. Cuerpos totalmente vestidos también podrían indicar que el avión se encontraba intacto al momento de tocar el agua y respaldan la teoría de que el Airbus A320-200 sufrió una pérdida de sustentación aerodinámica y cayó al mar de manera brusca e inmediata. Con el fuerte impacto el fuselaje se habrìa quebrado y algunos pasajeros habrìan podido tratar de bucear hacia el exterior del mar. Las enormes profundidades, las gélidas temperaturas del agua y el fuerte oleaje habrìan hecho imposible su supervivencia.

La Agencia Nacional de Salvamento y Rescate de Indonesia informó este miércoles de que ha encontrado bajo el mar parte del avión de AirAsia siniestrado el pasado domingo. Gracias a una imagen del sónar, los equipos de rescate ha detectado "un gran objeto oscuro" que los investigadores del accidente creen que corresponde a la estructura del aparato accidentado el pasado domingo en el mar de Java, al suroeste de la isla de Borneo, con 162 personas a bordo.

"Se encuentra a entre 30 y 50 metros bajo el agua", señaló este miércoles el portavoz de la agencia de salvamento en la ciudad indonesia de Surabaya, Mochamad Hernanto. "Estamos rezando para que se trate del avión y, de esta forma, podamos llevar a cabo una rápida evacuación", apostilló el portavoz.

El objeto de grandes dimensiones detectado por el sónar se encuentra en la misma zona donde se han encontrado otros restos del avión y cuerpos flotantes. Hasta el momento, los equipos de rescate de Indonesia han recuperado varios trozos de fuselaje, maletas y varios cuerpos flotando en aguas poco profundas. Este miércoles fueron hallados tres cadáveres, incluida una azafata que aún vestía su uniforme de AirAsia, lo que elevó a siete el total de cuerpos recuperados hasta el momento, dijo el jefe de la agencia de búsqueda y rescate, Fransiskus Bambang Soelistyo.

Expertos de aviación creen que, si el clima lo permite, dado que impera el mal tiempo en la zona, el fuselaje podría ser hallado fácilmente por los buzos.
Las autoridades de Surabaya están coordinando los preparativos para recibir e identificar los cuerpos. En este punto, destaca la disponibilidad de unas 130 ambulancias para transportar a las víctimas a un hospital de la Policía y para tomar muestras del ADN de los familiares.

La mayoría de las personas a bordo de la aeronave de AirAsia eran indonesios y no se han encontrado supervivientes. Las autoridades han añadido que las olas de dos a tres metros de altura y los fuertes vientos están dificultando las tareas de búsqueda de los restos, así como la actuación de los buzos en la zona del accidente. Pese a ello los equipos de rescate `confían que en los próximos días se encuentre al resto de los pasajeros y se pueda acceder a la caja negra para entender las causas exactas del accidente.

En la última conversación del piloto con la torre de control del aeropuerto en el que debía aterrizar en escasos minutos, el primero trataba de explicar que tenía que ascender hasta los 10 mil metros porque el fuerte viento estaba causando estragos.

La torre de control le advirtió que tuviera cuidado con no superar la altura maxima permitida y que en caso de persistir las condiciones adversas diera marcha atrás como así hizo. Pero entonces se perdió la conexión y nunca màs se supo del vuelo de la aerolínea de bajo coste.

El miedo se apoderò de todos los familiares que aguardaban impacientes las llegadas de sus familiares y amigos para pasar juntos la navidad. Conforme fueron pasando las horas el miedo tornò en ansiedad y en llanto. El triste suceso hace recordar el vuelo de Malasian Airlines desaparecido en marzo de este mismo año, el cual sigue sin resolverse por màs que las fuerzas aéreas australianas y malasias hayan buscado por el ìndico durante estos largos meses.

En este ultimo caso el misterio parece despejarse, por desgracia sin supervivientes, la tempestad pudo con las numerosas horas de vuelo del piloto que no pudo manejar la aeronave con la pericia necesaria que requerìa la situación.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Xavi Harnández, se une a la larga lista de quienes pedimos el final del bipartidismo antidemocrático.

Xavi Hernández es un gran futbolista y eso no le queda duda a nadie que le haya visto jugar y sepa un poco de fútbol, pocos mueven el cuero de un lado a otro de la cancha con tan alta efectividad de acierto en el pase. Harto de ver jugadores que pierden la mitad de los balones que juegan, Xavi es un seguro en ese aspecto, a la hora de sumarse al ataque lo hace con cuidado para no dejar desguarnecida la parcela de terreno que debe cubrir. Pese a sus cautelas defensivas ha promediado la mayoría de temporadas un buen registro anotador si tenemos en cuenta la demarcación que desempeña.

Pero no quisiera detenerme en sus cualidades futbolísticas  y en sus títulos cosechados con España y con el Barcelona de sobra conocidos sino en su valía como persona íntegra, educada y fiel a sus principios.

El perfil del futbolista es el de una persona avariciosa que cobra mucho y trata de evadir impuestos o de ganarse un sobresueldo con el tema de las apuestas deportivas o con el amaño de partidos. Por no citar al juerguista o al que destruye su carrera deportiva flirteando con la fariña en noches prohibidas de sexo, drogas y alcohol hasta que salga el sol.

Futbolistas hay muchos, tal vez más de la mitad sean honrados y se dediquen a su club con trabajo y perseverancia, pero lo cierto es que son muchos los casos de jugadores que demuestran tener pocas luces.

Xavi no es uno de esos, tras más de quince años jugando de titular con el Barcelona ha demostrado con creces ser tan buen futbolista como persona. Nunca se metió en líos de apuestas ni de amaños, no se le relacionó con las drogas y no generó malos rollos ni en el vestuario catalán ni en el de la selección.

Es la típica persona que aunque fuera del partido popular o del psoe me caería bien. Pero no es el caso, hace pocas fechas le hicieron una entrevista reporteros del diario Marca y contestó sin tapujos cuando le sacaron el tema  de la política, ese que tan habitualmente esquivan los futbolistas, la mayoría de veces porque no tienen ningún interés en cuestiones político-sociales ( con cobrar sus mega sueldos se la suda lo demás que pase en España) y en otras ocasiones por miedo a ser juzgados por sus ideas políticas. Xavi no tuvo reparos para contestar y dijo lo siguiente.

Que opinas sobre el auge de Podemos: "Yo creo que España necesita un cambio. No sé cuál, pero lo necesita. Hemos pasado 30 años de un partido a otro, prácticamente, y te das cuenta de que nos han engañado".

¿Es grave la corrupción política que ha generado el bipartidismo?: La corrupción que ha habido la han generado ellos y Ciu, hay y espérate..., das el voto y te llevas un chasco muy grande, la verdad".

Usted tiene un perfil diferente al del  futbolista común: "Existe el tópico de futbolista, analfabeto y tonto, pues no es así. También hay gente que le gusta presumir, pero como en todo. Hasta existen políticos ostentosos y humildes. Yo soy natural, no me gusta esconderme de nada. Cada uno, lo que necesite

Las demás preguntas se centraron en el fútbol por lo que no he querido recogerlas en este pequeño artículo, pues no viene al caso.

A diferencia de la mayoría de futbolistas que cambian de equipo como de calzoncillos Xavi a permanecido siempre fiel al Barcelona, no siguió la senda que escogieron los mentirosos que algún día dijeron sentirse Barcelonistas y terminaron jugando en el Real Madrid para afirmar que eran merengues de jovencitos, o viceversa.

El brasileño Ronaldo Nazario de Lima  llegó de Holanda al Barcelona a mediados de los noventa y dijo ser un sueño de toda su vida hecho realidad, pues el Barcelona era el club más grande del mundo y en el que siempre había querido jugar desde que tenía 10 años. Pocos años después fichó por el Madrid y aseguró que el club más grande del mundo era el Madrid y que el Barcelona no le llegaba ni a la altura del betún.

Algo parecido hizo Luis Figo, tras jugar cuatro temporadas en Barcelona decidió fichar en julio de 2000 por el que era (y es actualmente) campeón de la Champions League. Aquello no gustó en Cataluña y cada vez que regresaba al Nou Camp se llevaba una tremenda pitada que mermaba su rendimiento deportivo hasta límites insospechados, hasta el punto que parecía un jugador de tercera división. Por lo menos el no abrió la boca para tratar de defender su decisión de cambiarse a filas del enemigo.

También habitual es el paso del Madrid al Barcelona, así encontramos a sinvergüenzas como Luis Enrique o Alfonso.

El asturiano que ahora entrena al Barcelona con escaso éxito se tiró una temporada entera en el Madrid sin hacer absolutamente nada en el terreno de juego, pues había firmado un precontrato con el Barcelona y no quería robarle el título liguero a quien iba a ser su equipo unos meses después. Cuando llegó a Madrid aseguró que era su equipo de joven. Posteriormente lo desmintió y dijo que el Barcelona era el equipo de él y de toda su familia. Su imagen de mentiroso y cicatero le persiguió durante toda su carrera, ahora como técnico no le van bien las cosas.

Alfonso Pérez Muñoz es quizás el número uno en estafadores y simuladores. Es de Getafe y era sabido por todas que era madridista hasta la cepa. Pero un buen día se cansó de ser suplente en un Madrid donde Zamorano, Raúl y Amavisca le eclipsaban por completo y decidió hacer las maletas hacia la ciudad Condal.

Nada más llegar a Barcelona dijo haber sido barcelonista de niño. Como sus palabras sonaban a falsas en el entorno blaugrana se sirvió de una prueba documental para demostrar su barcelonismo. La citada prueba documental de la que se sirvió era una vieja fotografía en la que salía vistiendo una camiseta del Barcelona de los años ochenta. La elástica blaugrana que portaba era un regalo que recibió de un pariente. pero todo su entorno reconoció que de joven era madridista y que fue una decisión muy extraña que dejara el Madrid. Para mi no es extraña, el poder del dinero puede con todo en los cicateros como Alfonso.


 

martes, 23 de diciembre de 2014

89 millones de euros cuesta mantener el congreso, el senado y las diputaciones provinciales.

Casi 19 millones de euros gastará el Congreso en pagar a los 350 diputados en 2015. La cantidad es la misma que en los últimos nueve años, porque ha habido congelación salarial. El gobierno presume de no haber subido los sueldos de los diputados cuando la oposición le pide que reduzca a la mitad el numero de congresistas y reduzca los viáticos y los complementos que estos reciben.

Si se escuchara a la oposición y se aboliese el senado y las diputaciones provinciales el ahorro serían casi 90 millones de euros. Si han oído bien, 90 millones, 20 del Senado, 50 de las diputaciones provinciales y 19 del Congreso.

 Veinte millones es lo que cuesta mantener a los 350 senadores que despilfarran el dinero público en viajes para ver a familiares y amantes mintiendo a los ciudadanos cuando dicen que viajan por cuestiones laborales. De esto sabe mucho Mónago, el presidente del partido popular extremeño que viajaba cada mes a Tenerife para ver a su siliconada novia, la que antaño fuera la putita personal de un diputado aragonés, también del partido podrido, ese que nos gobierna y gasta más en putas y cocaína que en generar empleo.

Se ve que a esa mujer le gustaba acostarse con políticos de derechas filo nazis, a saber cuantos miles de euros le pagaban  por cada coito (sólo falta que también se incluya en los viáticos de los congresistas el derecho de engañar a sus mujeres con meretrices).

Las diputaciones provinciales son un nido de concejales sinvergüenzas que cobran por duplicado, no contentos con sus mega sueldos por el trabajo que desempeñan en sus municipios se reúnen una vez por semana para tomar café y debatir en corrillo ciertos aspectos de índole provincial. Por tan absurda reunión reciben un cheque gordo mensual de unos 3000 euros.

El pp no quiere eliminar las diputaciones provinciales porque gobierna  prácticamente en el 90 por ciento de las mismas. El psoe dice ahora que quiere eliminarlas pero ha gobernado 22 años y no ha sido capaz de hacerlo. No es creíble que lo vayan hacer si vuelven a gobernar.

Los demás partidos dicen que tratarán de eliminarlas, el único que lo tiene claro es upyd, en esto deberían tomar nota podemos e iu, si no quieren perder votantes  deben asegurar sin tapujos que eliminarán las malditas diputaciones para crear empleo público para desempleados. Si no que les vote su puta madre, o luchas contra la duplicidad de cargos públicos o estás con la tiranía del bipartidismo.
De la partida del Congreso, según las cuentas a las que ha tenido acceso Público, 13.512.000 euros corresponden a las retribuciones de altos cargos en concepto de nómina, bajo el epígrafe: "asignación constitucional".

Pero a dicha nómina hay que añadir otros 5.200.000 euros en concepto de "retribuciones complementarias a altos cargos". Es decir, lo que reciben los diputados que ocupan presidencias o vicepresidencias de comisión, y otros puestos en el Congreso, como portavocías, o bien los que están designados en otras instancias de la Cámara baja.
El 'finiquito' de todos los diputados asciende a un total de ocho millones de euros

De esta forma, el coste de un diputado al mes para los ciudadanos es de una media de más de 4.500 euros, aunque unos ganan mucho más que otros, dependiendo de dónde estén ubicados.

Otro dato llamativo es que el Congreso planea destinar más de ocho millones de euros para "indemnizar por razón del servicio de la función de diputado". Lo parece que supone el conocido "finiquito" cuando dejas el puesto de trabajo, aunque en este caso el contrato sea por cuatro años.

Finalmente, en gastos de nómina de personal eventual, referido a quienes dan asistencia a los diputados y presidentes de comisión, la partida no es menor tampoco. Casi 7,5 millones de euros destina la Cámara baja a pagar dichas nóminas.
La mayor parte del presupuesto del Congreso se va a "gastos de personal"

No es de extrañar, por tanto, que en el capítulo I de los Presupuestos, referidos a "gastos de personal", el Congreso consuma la mayor parte de su dotación presupuestaria. En concreto, más de 35,5 millones de euros. Hasta ahora no se sabía cómo es el reparto.

Además, las cuentas del Congreso reflejan una subvención a los grupos parlamentarios que asciende por segundo año consecutivo a casi diez millones de euros. Dicha subvención se reparte proporcionalmente en función de su representación en la Cámara Baja y también lleva congelada varios años.

jueves, 4 de diciembre de 2014

El fútbol debe a los españoles 542 millones de euros.

La deuda cada día se hace más grande y el gobierno es incapaz de tomar medidas drásticas que pare ese agujero financiero que supone la colosal deuda.
¿Se imaginan la de servicios públicos que se podrían prestar con ese dinero, la de contratos públicos para desempleados que se podrían generar?
Pues no se lo imaginen tanto porque con este gobierno es más primordial tener dos equipos que compitan por ganar la champions antes que salir de la crisis y disminuir drásticamente las cifras de desempleo.
La deuda total de los clubes y sociedades anónimas deportivas de fútbol con la Agencia Tributaria, a 31 de agosto de 2014, asciende a 542.668.779,07 euros, según la respuesta del Gobierno a una pregunta escrita formulada por el portavoz socialista de Deportes en el Congreso, Manuel Pezzi.
La respuesta, que precisa que en esa cifra se incluye "una deuda significativa" de los clubes que no juegan en "categorías oficiales", indica que a fecha del pasado 31 de agosto un total de 27 clubes de Primera, Segunda y Segunda División B estaban en proceso concursal y la deuda ascendía a 307.287.797,87 euros.
"Según las cuentas anuales que deben facilitar los clubes y Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), en la actualidad se mantendrían en situación de concurso de acreedores 7 clubes de Primera División y 11 de Segunda División A, entendiendo que se mantiene el concurso mientras no exista sentencia judicial de finalización del mismo", añade la contestación.
Según informó el grupo Socialista, el Gobierno indica en la misma que "la suma de clubes de fútbol de Primera, Segunda y Segunda División B con deudas aplazadas, a 31 de agosto, era de 19, con un total de 63 acuerdos de aplazamiento con distintos vencimientos, el último de los cuales es del ejercicio 2020".
La respuesta del Ejecutivo añade por último que "el detalle de los equipos de fútbol no puede facilitarse debido al carácter reservado de la información tributaria", de acuerdo a la Ley 58/20023 General Tributaria. El grupo Socialista recordó que su portavoz de deportes, Manuel Pezzi, ha denunciado "el grave problema de endeudamiento" que afecta al fútbol español y ha insistido en la necesidad de garantizar el "juego limpio financiero" y que "no se permita a los clubes incurrir en deudas con Hacienda y con la Seguridad Social". Equipo con deuda, no ficha, pero esa medida no es suficiente, pues el castigo debe ser mucho mayor.
Se me ocurren muchas medidas que se pueden tomar, la mejor y más contundente la siguiente:
La deuda se debería cobrar con un recargo del 20 por ciento por cada año de retraso.
Si persiste la deuda se pierde la categoría (no la moral, esa ya se perdió hace mucho tiempo atrás).

Si Real Madrid, Barcelona y Atlético tienen que jugar en tercera o incluso desaparecer, que desaparezcan. Si la Liga termina disputándose entre equipos segundones que se dispute entre ellos. Si perdemos nivel frente a otras ligas como la inglesa o la italiana pues igual.

Lo esencial es que los clubes paguen la colosal deuda contraída durante tantos años de engaños y subterfugios varios en donde hemos perdido todos los españoles, sobre todo los que no tienen trabajo, y todo para alardear que somos los que más champions hemos ganado.

De que sirve eso si tenemos el drama que tenemos. Esos 542 millones podrían ayudar mucho a aliviar las arcas del Estado. Si no volvemos a ganar una champions en veinte años me la suda, el fútbol es secundario, y mucho más ganar o no ganar. Lo importante es que ganemos como país. Y para eso hay que eliminar esa gran deuda y echar a los corruptos de la Federación, de los Clubes y del gobierno de España.



martes, 2 de diciembre de 2014

Batalla campal en el Manzanares.

Domingo 30 de Noviembre, no eran ni las nueve de la mañana cuando en una cafetería sita a escasos trescientos metros del Calderón desayunaban cerca de 100 skin heads con acento gallego que miraban a todos lados menos a su café y a su croissant.

Las camareras se sorprendían de que a esas horas intempestivas de un domingo se dieran cita tal cantidad de pelaos con cara de querer buscar bronca.

-¿No sois de por aquí verdad?-pregunta una de ellas con cierto estupor.
-No, venimos de A Coruña.-contesta un pelao que da miedo de sólo mirarlo.
-¿Vinieron a un concierto?-preguntó ella.
-No, venimos al fútbol, a ver al Deportivo-contestó su camarada mirándola de soslayo.

Para aquel entonces la camarera se da cuenta que no debe hacer más preguntas, esos tipos rudos no son amistosos y no les gusta hablar con extraños. Menos aquella mañana en la que se mascaba la tragedia. El ambiente estaba enrarecido, más allá del intenso frío y de la niebla habitual que se genera en la ribera del Manzanares, aquella mañana se respiraba un aire osco, casi que se podía inhalar la tensión que emanaba de los pelaos.  Se veía venir lo que iba a suceder, era cuestión de minutos, las cartas estaban echadas sobre la mesa desde que días antes se habían citado para matarse vía Whats up, para no levantar sospechas entre la policía.

-Estos tipos me dan miedo-le dice la camarera a la propietaria.
-No temas, los días que hay fútbol paran muchos de estos por aquí, ya te irás acostumbrando, no suelen hacer nada, cantan, beben cerveza, orinan fuera de la taza del váter y se dirigen al estadio gritando consignas violentas-contestó la propietaria.

 El semblante de un skin es ya de por sí de pocos amigos, de matón, de chulo putas, de aquí te pillo y aquí te rajo. Pero aquella gélida mañana de domingo ese semblante delataba más intranquilidad de lo habitual. Los Riazor Blues son perros viejos curtidos en mil batallas, se han zurrado con neo nazis catalanes, andaluces, valencianos y madrileños. Más de veinte años a sus espaldas empleando bates de beisbol, barras de acero y navajas para atacar a sus rivales.

Habían hecho un largo viaje desde A coruña pasando por Lugo y eso suponen más 700 km. Mucha carretera para ver un partido de fútbol. Pero lo cierto es que el partido era lo de menos. La mayoría llegó a la capital sin entradas, más interesado en zumbarse a palos con los neo nazis del Atlético de Madrid que de presenciar los pases de Valerón, Juan Dominguez, Laure, Manuel Pablo y compañía.

Cuenta la propietaria de la cafetería que a las nueve y cuarto abonaron sus consumiciones y salieron como alma que lleva el diablo en busca de sus enemigos. A unos 500 metros de distancia otro grupo aún más numeroso, superando ostensiblemente la cifra de 100 descerebrados, estos de extrema derecha aguardaban el momento en que comenzara la refriega para dar rienda suelta a los instintos más violentos que puede llegar a tener un ser humano.

En España no se venden armas de fuego, este es el motivo por el que la tasa de muertes violentas es tan baja, porque por educación y por civilizados no será. Y si no que vean las imágenes de la batalla campal del Manzanares. Así quienes no hayan estado en España podrán entender que si tuviéramos armas de fuego superaríamos a los gringos, a los hondureños y a los salvadoreños en muertes violentas.

Ambas bandas de desaprensivos hicieron todo lo posible por enfrentarse en una batalla campal. Los líderes del Frente Atlético y los Riazor Blues, —aunque estos lo niegan—, se citaron para matarse antes del partido con el apoyo de grupos ultras de ideología similar.

Vestidos —casi uniformados— de negro y en su gran mayoría sin bufandas ni símbolos que los identificasen. “Sin navajas, solo con palos”, parece que fue la única regla, que ninguna de las facciones respetó. Todo empezó con un cohete y terminó, de nuevo, en el Anatómico Forense.

No era un partido de alto riesgo porque ambos grupos ultras consiguieron ocultar que el domingo se iba a producir la venganza a una afrenta ocurrida en La Coruña hace meses, cuando hinchas del Atlético que celebraban el título de Liga fueron apalizados en la fuente de Cuatro Caminos por miembros de los Riazor Blues. El ambiente estaba caldeado desde entonces. “Los gallegos lo van a pagar”, rezaban algunos correos que se cruzaron en el Frente.

Ni la Delegación de Gobierno ni la Comisión Antiviolencia consideraron el partido de alto riesgo porque la Policía tampoco lo vio así. Ni ellos, ni nadie, porque los ultras así lo quisieron. Querían zurrarse tranquilos. El Dépor sí avisó a la Policía de que los Riazor Blues viajaban, algo que también asegura haber hecho el sindicato de la Policía en Galicia. No fue suficiente. Ninguno pudo prever lo que pasaría.
Los Riazor Blues, escoltados por un vehículo —según parece, conducido por un radical del Rayo, un miembro de Bukaneros— llegaron al campo de batalla sobre las 8.30 horas. La primera llamada que maneja la Policía es a las 8.47 horas, y en ella se alerta de forma vehemente de la presencia de más de 200 ultras armados con palos, barras y botellas en la zona.

Desde ese momento los testigos siguieron llamando con insistencia a las autoridades: hasta 26 llamadas en 12 minutos hasta que pudo llegar algún policía, que poco podía hacer ante semejante despliegue radical. Pasaron 23 largos minutos hasta que la presencia policial fue efectiva: a las 9.10 horas, tal y como ayer confirmó la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. solo entonces pudieron empezar a disolver el brutal enfrentamiento.

Los testimonios de los testigos oculares en los primeros 12 minutos hablan, primero, de destrozos de mobiliario urbano, después de pelea y, ya al final, de un herido grave. Todavía no había fuerzas del orden en el Calderón. No tenían obligación de estar —por ser considerado de bajo riesgo— hasta dos horas antes del partido. De haber estado, habrían tardado menos de cinco minutos en llegar.

La Delegación de Gobierno de Madrid, tradicionalmente acusada de encapsular a las aficiones rivales desde el primer momento y ser inflexible con la seguridad, en esta ocasión no pudo responder.
Hoy pasan a disposición judicial los 21 arrestados hasta ahora, aunque la Policía realizará nuevas detenciones tras el visionado exhaustivo de los vídeos que cubren casi todo el recorrido de Madrid Río.

No se entiende como la policía no catalogó de alto riesgo ese partido en que se enfrentaban dos de las aficiones más violentas del fútbol español. De hecho las dos últimas muertes en estadios de fútbol fueron perpetradas por estos colectivos. En 1998 un neo nazi del atlético mató a un aficionado de la Real Sociedad y en 2003 fue un extremista nacionalista gallego del Deportivo quién matara a un aficionado del Compostela.

Aunque los preparativos previos de ambos grupos ultras dificultaron su identificación la policía gallega advirtió de la salida de varios autobuses con ultras coruñeses que se dirigían a Madrid.

La directiva del Deportivo también avisó de que se iban a desplazar más de 100 aficionados, ¿cómo es posible entonces que la policía madrileña no efectuara un cordón policial como dios manda en un partido de tan alto riesgo?

Algo extraño, muy extraño, una sección policial especializada en seguimiento a los ultras, ¿y no son capaces de advertir el peligro inminente que todo partido entre Atlético y Deportivo depara?

Fuentes de la investigación confirman la participación de otros grupos violentos —como los Ultra Boys, del Sporting de Gijón— en una revancha relacionada con el fútbol que ha costado una vida pero a la que muchos acudieron sin entrada, más interesados en los palos que en los goles de sus respectivos equipos.

Hay  policías que dan su vida por salvar vidas, un claro ejemplo lo sucedido en la sucursal de Vigo donde una mujer policía falleció tratando de evitar que un atracador de bancos matase a los allí presentes. Pero es lamentable que el domingo tardasen casi media hora en aparecer, teniendo en cuenta que se encontraban a 300 metros del lugar de los altercados. ¿Cómo tardaron 30 minutos en recorrer los escasos 300 metros que les separaban de la zona del estadio en la que se encontraban vigilando?
 Para poner multas a los vendedores ambulantes, o a quienes beben en la vía pública no tardan tanto en aparecer, ni cinco minutos la mayoría de las veces. Menos registros a vendedores y ciudadanos de a pie y mas rapidez y contundencia cuando los violentos acechan.

Ahora sólo se habla de la muerte de Jimmy, un señor de 43 años con más de 13 antecedentes delictivos por robo con violencia, malos tratos, y riñas tumultuarias en diferentes ciudades del estado español. Le pegaron hasta la saciedad y no le quedó más remedio que tirarse al río, donde falleció a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico, de nada le sirvió aguantar flotando hasta que llegaron los buzos, dos horas más tarde los médicos certificaron su muerte.

Se aferró a una cadena que le lanzaron dos policías municipales hasta que dos bomberos se tiraron a por él, lo mantuvieron a flote y lo llevaron, semiinsconsciente, a la orilla.
Eran las 08:58 cuando unos agentes de movilidad alertaron a los servicios de emergencia de una multitudinaria pelea en la ribera del río Manzanares en la que al menos dos hombres había caído al agua, según ha relatado Emergencias Madrid.

Ambos flotaban junto a la orilla en la que hay un muro de unos cinco metros de altura que no permite salir del agua por esa zona, sino que hay cruzar al otro lado, donde sí hay escaleras.
Jimmy no podía nadar. Estaba agotado y herido, en una zona cercana al muro en la que no había dónde agarrarse ni por dónde subir
 
Los agentes de movilidad ayudaron a salir del agua al hombre que se encontraba aparentemente mejor, que podía nadar y llegó hasta la escalera.
Mientras, el otro hombre, Francisco Javier Romero Taboada, alias 'Jimmy', no podía nadar. Estaba agotado y herido, en una zona cercana al muro en la que no había dónde agarrarse ni por dónde subir.

Entonces, dos policías municipales que allí se encontraban le lanzaron una cadena que hallaron en una terraza cercana, con la que estaban atadas unas sillas, para que se agarrase a ella mientras llegaban los bomberos de la Unidad Subacuática del Ayuntamiento de Madrid, ya en camino.
Jimmy se aferró a la cadena, luchando por no perder la consciencia, hasta que unos cuatro minutos después llegaron los bomberos desde su cercana base del Paseo de Santa María de la Cabeza, según Emergencias Madrid.

Dos de ellos se lanzaron al agua y, en el momento en el que lograron sujetarlo, el hombre se desplomó. Los bomberos decidieron llevarlo rápidamente hasta la otra orilla, y lo trasladaron semiinconsciente hasta las escaleras.
Uno de los bomberos lo colocó sobre sus hombros para subir las escaleras, en cuya parte superior esperaban otros compañeros y agentes de la Policía Municipal y de Movilidad.

Nada más dejarlo 'en tierra firme' el Samur comprobó que la víctima había entrado en parada cardiorrespiratoria, de la que lo sacaron de camino al hospital. Pero finalmente falleció.


 Para los ultras del depor un angelito víctima de los neo nazis, para los del frente el principal causante de la refriega que se originó en un santiamén.

 Sea como fuere hubo más de 25 heridos por navajazos, contusiones y lesiones diversas producidos con diferentes objetos punzocortantes y otros romos como las varas de acero que vete a saber usted de donde las sacaron.
 A todo ello hay que sumarle los daños en los locales adyacentes, a cuyos propietarios les quitaron las mesas y las sillas para arrojárselas a sus enemigos. Y que decir de los currantes que el lunes por la mañana se encontrarían el coche abollado.

 Si fuera director de la policía acudiría pero con vallas, para enjaularlos y por lo menos que paguen todo lo que han  destrozado. Estos individuos deberían vivir entre rejas y ser alimentados a base de bananos, pues se comportan como simios, su coeficiente intelectual no debe dar para más. Su cerebro no es capaz de procesar demasiada información, sólo saben de balones y porrazos.

En los noventa los ultras eran veinte añeros con problemas familiares, sin trabajo y sin estudios, pero lo más triste de lo que se vivió el domingo, es que muchos de los más violentos eran sujetos con casi 45 años de edad. Personajes con hijos en edad escolar que aquel día vieron a sus padres por la tele pegándose con aficionados del equipo rival.

Un amigo de Jimmy salió en televisión diciendo que el ahora fallecido le  contó un día antes que bajaban a Madrid a liarla y que o salian en el periodico de la que organizaban o que acababan en el  Manzanares. Desafortunadamente sus palabras altaneras se hicieron realidad, el testarudo y obstinado miembro de los Riazor Blues terminó en las frías aguas del Manzanares para poner punto y final a su azarosa vida, a un camino plagado de altercados y enfrentamientos callejeros, con visitas a comisarías policiales y durmiendo un sinfín de noches en calabozos y cárceles gallegas.

Dicen las malas lenguas que cada año cometía un delito, los años en que no pasaba por comisaría agredía a su mujer por navidad y así evitaba cumplir un año entero sin cometer infracción alguna. El año pasado le corto la oreja a un crio de 16 años por ser ultra de un equipo enemigo. En Gijón le conocían muy bien por haberla liado en varias ocasiones con motivo de la llegada del equipo coruñés al Molinón.

Los que le conocían aseguraban que era un pieza, todo un elemento. En fin, esperemos que tipos como este dejen de aparecer en los estadios de fútbol, pues le dan la razón a quienes pregonan que los ultras nacionalistas y los de izquierdas son tan radicales y violentos como los neo nazis del  Frente Atleti. Por fortuna no son todos igual, por eso hay que expulsar a quienes buscan la violencia en vez de la confraternidad con las hinchadas rivales.
Los ultras de los 90 son los de ahora, ya no tienen 20 años, sino 40, pero aunque el tiempo haya transcurrido y hayan formado una familia demuestran que siguen siendo escoria. Unos racistas y xenófobos, y otros que al buscar gresca demuestran ser tan intolerantes y violentos como los primeros.



viernes, 21 de noviembre de 2014

Relato corto: Amor prohibido.


El piso contaba con cuatro habitaciones, dos baños, cocina y salón. Una de las habitaciones estaba llena de objetos viejos, cuadros, sillas y mesas desvencijadas se apilaban en la pequeña estancia.

Otra habitación estaba bien amueblada y poseía una amplia estantería donde se encontraban más de 200 libros.

Las otras dos habitaciones eran la Estrella que tan sólo contaba con su cama y una bonita e historiada cómoda junto a un armario empotrado, y  la de Walter que curiosamente se encontraba muy alejada de las otras tres estancias, concretamente al otro lado del pasillo.

Tras recorrer todas las habitaciones regresó al salón y se sentó en el sofá, aquel mueble era muy cómodo y confortable. Observó  los cuadros con detenimiento que se encontraban en una mesa cercana y contempló dos fotos en donde salían Walter y Estrella junto a dos varones que a buen seguro serían su padre y su único hermano, quien parecía tener bastantes más años que él.

Al no haber escuchado mencionar al padre, Sofía pensó que se habría marchado de la casa, pero lo cierto es que había muchas fotos de él, lo que le hizo pensar que tal vez no hubiera abandonado la familia si no que hubiera muerto.

Sentía algo de inquietud por no saber a qué hora iba a regresar Estrella. Walter le había comentado que salía por espacio de una hora, pero cómo había tenido muy alta la música no se había percatado de la hora en que salió. No obstante si era cierto que siempre echaba doble llave le daría tiempo a encerrarse en la habitación mientras Estrella abría la puerta de la entrada.

Se mantuvo en el salón por espacio de veinte minutos mirando un álbum de fotos en el que pudo ver a Walter en diferentes momentos de su vida, tras examinar todas las fotos con suma atención regresó a su cuarto para ver una película y evitar ser vista por Estrella.

La puso con el volumen bajo para así enterarse de cuando llegara Estrella y así anotar la hora de entrada. Diez minutos después de que abandonara el salón sonó la cerradura y la puerta se cerró instantes después. Sofía anotó en un pequeño cuaderno que había sobre la mesa la hora de llegada de Estrella. Eran las 12 y cinco minutos. Ella había salido de la habitación a las 11 y diez minutos, lo que le hacía pensar que Estrella acabaría de salir instantes antes, así que anotó la hora de salida a las once en punto, si bien lo puso entre signos de interrogación para poder recordar que no era una hora exacta si no una hora estimada.

Todos los días anotaría las horas de salida de Estrella para poder tomarse un respiro a esas horas y así estirar las piernas aunque fuera únicamente caminando por las distintas estancias de aquella vivienda que no superaría los 120 metros cuadrados.

Antes de que terminara la película que había puesto a las doce llegó Walter. Sofía sintió un cosquilleo en el corazón, se le habían hecho muy largas las cuatro horas de aquella mañana y por fin regresaba su novio para darle cariño.

Tras unos minutos en los que no se oía nada Walter abrió la puerta con sigilo y la cerró rápidamente.

-¿Qué hiciste al entrar que no se oía nada?- preguntó intrigada Sofía mientras se abalanzaba sobre su chico para darle un beso.

-Estaba comunicándome con mi madre mediante mímica.

-¿Te comentó algo fuera de lo común?-preguntó Sofía intrigada.

-No que va, sólo me saludó y me dijo que tal me había ido, nada más.

-¿No se extrañará de que ahora comas en la habitación, tal vez debas comer en el salón con ella?

-A veces como en la habitación, pero quizás hoy deba comer con ella para que no sospeche que sigues aquí.

-Sí, yo creo que va a ser mejor así-dijo Walter mientras sacaba de su mochila un montón de productos alimenticios. Galletas de chocolate y de vainilla, magdalenas, jugos de frutas y otras variedades de repostería.

-Vaya, veo que sabes cuidarme, creo que voy a engordar mucho mientras permanezca en esta habitación.

-No te lo tienes que comer todo entre hoy y mañana, te he traído cosas que tardan en caducar y que no necesitan refrigeración. Por si algún día tengo que desayunar con mi madre y no te puedo traer la bandeja con el desayuno a la habitación.

-No te preocupes, con esto desayunaré muy bien.

-Mi madre ha preparado pollo al horno con papas y zanahorias.

-Sí, lo he intuido, que rico huele.

-Bueno cuéntame, ¿qué hiciste hoy?

-Estuve navegando en internet mientras escuchaba estos  discos y luego me vi esta película-dijo Sofía mientras le enseñaba los cds que había escuchado y el de la película que había visto.

-Escalofríos, hay otras dos películas que son la continuación de esta, también las tengo por aquí.

-Sí, las veré mañana. La verdad que me está gustando, ¿está ambientada en un país del norte de Europa verdad?

-Sí, en Suecia, los actores y el director también son suecos.

-Cuántas cosas buenas salen de Suecia, grandes películas como las de Milenium y grandes bandas como Millencolin, Satanic Surffers o No fun at all.

-Ni que lo digas, tengo también música de Randy, Refused y de alguna otra banda sueca por si quieres escuchar-le contestó Walter mientras examinaba su manojo de cds.

En ese instante Estrella golpeó la puerta con vehemencia en repetidas ocasiones. Sofía gritó asustada y al instante se tapó la boca asustada por el grito que acababa de emitir.

-Tranquila que no te oye, creo que quiere que le ayude a colocar la mesa-Walter le dio un beso y se levantó de la cama para salir al salón.

-Me da miedo hablar alto no vaya a ser que pueda escuchar ciertos gritos-dijo Sofía mientras se apartaba de la puerta para no poder ser vista desde el salón.

Veinte minutos después apareció de nuevo Walter, llevaba un plato en su mano derecha recién servido.

-¿Pero no comiste?-preguntó Sofía al contemplar que el recipiente seguía aún caliente.

-Sí comí, pero me serví otro plato aduciendo que le había salido muy rico y que tenía más hambre.

Sofía comenzó a comer el pollo con avidez mientras Walter la observaba desde su cama con dulzura y deseo a partes iguales.

Cuando Sofía terminó de comer se acercó a la cama donde yacía Walter, ella se quitó la camiseta y posteriormente el sujetador. Walter se quedó perplejo por aquella impulsiva e inesperada reacción.

Sofía se abalanzó sobre él fundiéndose en un solo cuerpo. De repente Walter se contuvo y le paró a Sofía que estaba muy decidida en aquel instante a dejarse llevar por sus deseos.

-Ahora no es buen momento-dijo Walter incorporándose de costado.

-¿Por qué no es buen momento?-preguntó sorprendida Sofía.

-Me tengo que ir en cinco minutos y no quisiera que la primera vez fuera así tan rápido, sin apenas poder disfrutarlo.

-¿Y no puedes llegar un poco más tarde?

-No, siempre soy puntual, mi madre sospechará si me salir tarde, a parte que me pueden abrir un expediente en el trabajo por retraso.

-Bueno, en ese caso lo dejamos para la tarde, pero a las seis no te me escapas-le dijo Sofía mientras se ponía de nueva su ropa.

-Te aseguro que esta tarde no habrá ningún inconveniente-dijo poco antes de marcharse.

Sofía continuó viendo la película que había dejado a medias con la llegada de Walter y aguardó impaciente la llegada del mismo. Cómo la noche anterior no había podido conciliar el sueño se quedó dormida al finalizar la película y ya no despertó hasta poco antes de que fueran las seis.

Cuando se sentía nerviosa por algo que anhelaba que sucediera le apremiaba la impaciencia y no se encontraba a gusto. Esto le sucedía en aquel instante en que contaba los segundos que faltaban para que Walter regresara y cumpliera su promesa de convertirla en una mujer.

Para calmar la ansiedad que le producía la incesante espera comenzó a dibujar en un folio unas viñetas con un bolígrafo negro y otro verde que encontró en un pequeño bote que había en la estantería ubicada encima de la mesa pupitre donde en la mañana se había sentado durante un largo rato a escribir en su diario.

Le encantaba dibujar comics hasta lienzos, durante un par de años había asistido a clases de dibujo tras salir de la escuela. El año pasado había abandonado las clases extra escolares de pintura para inscribirse en el equipo de vóley.

Pero su afición por la pintura no había desaparecido, sólo la falta de tiempo le había impedido continuar asistiendo a las clases de pintura. Ahora suplía su ausencia en las citadas clases dibujando en las tardes cuando llegaba de la escuela. En vez de estudiar se pasaba las tardes escuchando música y dibujando viñetas en folios que su padre pensaba que eran apuntes de las asignaturas de las que se debía examinar.

Debido a esto sus calificaciones fueron menguando conforme iban pasando las evaluaciones hasta el punto de pasar de aprobar todas las materias con buenas notas a suspender varias de las principales asignaturas.

Esto no había hecho otra cosa más que empeorar la ya de por sí maltrecha relación que tenía con sus padres desde que estos decidieron separarse.

Llevaba un par de folios dibujados cuando Walter abrió la puerta y apareció con una sonrisa radiante que inundó de felicidad a Sofía.

-¿Parece que vienes contento?

-Claro que sí,  no es para menos, tú me irradias mucha felicidad-contestó Walter dándole un beso nada más dejar la mochila-mira lo que te traigo-continuó diciendo mientras sacaba de la mochila una preciosa rosa roja.

-Qué bonita.

-Sabía que te iba a gustar, la más linda y hermosa de todas cuanto había, así eres tú.

-Con razón tardaste tanto en venir, ya me parecía extraño.

-Sí, me tuve que ir hasta la plaza de la iglesia para conseguir la rosa, porque en la floristería de aquí al lado no tenían ninguna.

-En esta floristería de esta calle sólo tienen flores marchitas y caras.

-La voy a meter en este vaso para que aguante unas semanitas.

-Ahora me dejaste sin la posibilidad de beber agua-dijo Sofía riéndose.

-Ahora te traigo otro.

-Que era broma-contestó Sofía acariciando e semblante de Walter.

En ese instante los dos comprendieron que había llegado el momento en que las palabras estaban de más.

Las palabras dieron paso a las caricias, a los besos y a los arrumacos sin que nada ni nadie pudiera arrebatarles ni perturbar el momento que tanto habían deseado que llegase desde que sus vidas se encontraron hacía poco más de 26 horas.

Cuando Walter y Sofía quedaron satisfechos se dejaron caer sobre la cama donde quedaron rendidos por unos segundos. Hasta que Sofía sitió padecer una pequeña hemorragia que le hizo correr apurada hacia el baño.

Walter se levantó repentinamente del catre y se acercó al lavabo sorprendido por lo que veía.

-En ningún momento pensé que fueras virgen-le dijo mientras le ofrecía una toalla sanitaria.

-Esas cosas no se dicen.

-Ah no, ¿y por qué no se deben decir?

-Porque podría haber sido perjudicial para que todo saliera bien como así fue, ¿o no estuvo bien?-preguntó Sofía con una amplia sonrisa luego de haber salido del baño.

-Tienes razón, estuvo genial.

Los dos jóvenes permanecieron abrazados en la cama durante un largo rato hasta que Estrella tocó la puerta de la habitación.

-Ya es la hora de la cena, voy a tener que salir pero regreso pronto.

-Ok, no te preocupes-dijo Sofía mientras se levantaba y encendía la televisión.
Cuando Walter salió de su habitación se topó con la cruda realidad, su madre se había percatado de lo que ocurría en la pequeña pieza.
La anciana comenzó a llorar y el idilio de amor entre Walter y Sofía había concluido. Una severa sentencia con  medidas de alejamiento se encargaron de cercenar el amor prohibido por siempre.

Relato corto: Cuando la tierra tiembla.


Macarena trató de aguantar la compostura un rato más dentro de aquel local comercial mal ventilado donde no corría el aire.

Tras cinco minutos donde se incrementaron sus mareos Macarena no tuvo otra opción que salir del local para buscar un lugar sombreado donde recuperarse de las náuseas y del mareo que sufría.

-Te espero fuera Jimena, que ahora sí que me sienta mal del todo.

-Huy, sal un rato mujer, te has quedado pálida en cuestión de segundos.

Macarena dejó a su suegra en la galería de latas de conservas y salió del establecimiento para buscar un lugar en el que hubiera sombra y corriera el aire.

Se apoyó en una pared y comenzó a sentirse ligeramente mejor. Cuando llevaría tres o cuatro minutos apoyada en aquel muro sintió un pequeño temblor en su espalda.

Algunas personas gritaron y otras se asomaron desde las ventanas de sus casas. Pero la gente no se alarmó y continuó con sus ocupaciones sin temerse la tragedia que se les cernía encima.

Macarena de pronto tuvo un mal presentimiento y achacó su malestar general a que algo realmente malo iba a suceder aquella mañana de sábado donde la gente se agolpaba en masa en el centro de la ciudad.

Pensó en el temblor de tierra que acababa de suceder y se alejó de aquella pared caminando hacia el centro de la plaza. Para desgracia suya todos los bancos que estaban a la sombra estaban ocupados.

Únicamente había dos lugares vacíos y ambos estaban al sol por lo que Macarena declinó su voluntad de sentarse en ellos y se mantuvo de pie en el centro de la plaza por espacio de dos minutos.

Al observar que su malestar no remitía decidió regresar al supermercado para avisar a su suegra de que iba a ir al clínico para que un doctor le recetara algo para el dolor de cabeza.

Apenas había dado dos pasos en dirección al supermercado cuando de pronto una sacudida del suelo levantó el terreno derrumbando árboles y casas con una fuerza descomunal como nunca antes se había visto en aquella zona del Perú.

En cuestión de un minuto prácticamente la totalidad de la ciudad quedó devastada por la contundencia del terremoto que arramplo con casi todos los edificios que se vinieron abajo.

Una nube de polvo inundó la población, el cielo azul no se podía vislumbrar, pues la polvareda era tal que no era posible observar a una distancia mayor de tres o cuatro metros.

Macarena comenzó a llorar de impotencia al comprender el alcance del terremoto y al escuchar los constantes gritos de las personas que se encontraban en la plaza.

Cuando Macarena superó el bloqueo mental y físico que le supuso el terremoto se levantó del suelo y caminó hacia el supermercado con la intención de salvar la vida de su suegra.

La polvareda continuaba muy baja y le costaba ver a las personas que salían del supermercado. Casi todos salían heridos, la mayoría con la cara ensangrentada, otros cojeando o con el brazo dislocado.

El hotel que se encontraba pegado al supermercado se había desplomado y no parecía haber supervivientes en él. Las cuatros plantas habían quedado reducidas a dos, y la segunda había quedado sin techo.

Los que habían sobrevivido intentaban sacar de entre las piedras y los escombros a las personas que pedían auxilio a voz en grito. Pero la polvareda que salía al desplazar los escombros era tal que la mayoría necesitaban alejarse del lugar para no morir asfixiados en el intento de salvar vidas.

Macarena comenzó a toser insistentemente a consecuencia de la polvareda que continuaba desprendiéndose de todos los lugares afectados por el demoledor sismo.

Sacó un clínex de su bolso y con su mano derecha tapándose la boca para no inhalar el polvo se acercó de nuevo a lo que quedó de supermercado.

Una persona yacía aplastada por una viga de metal, dos hombres intentaban desesperadamente mover la viga lo suficiente como para que la persona que había quedado atorada pudiera salir de su ratonera antes de fallecer aprisionada.

Macarena ayudó a los dos hombres y juntos lograron sacar a la joven cajera que había quedado atrapada. Pese a las fracturas sufridas pudo levantarse y abandonar el lugar con la ayuda de uno de los hombres que la había salvado.

Macarena mientras tanto continuó la búsqueda de Jimena pero el polvo era horriblemente molesto y no le dejaba ni tan siquiera abrir los ojos. Tan sólo podía guiarse por su oído. Los incesantes gritos que percibía por su pabellón auditivo provenían de diferentes lugares pero ninguno era el de su suegra.

Cuando pudo abrir de nuevo los ojos contempló a un anciano que yacía muerto con la cara reventada a escasos metros de donde ella pisaba.

Con forme iba mirando en los alrededores se iba topando con más y más muertos. Algunas personas arrastraban a los fallecidos hacia el centro de la plaza para que pudieran ser identificados.

Macarena no sabía si seguir buscando o emprender la marcha hacia su casa para reencontrarse con su familia.

De pronto el ruido de la ambulancia se escuchó entremezclado unas cuadras más arriba con el de los bomberos voluntarios.

Pronto llegaron a la plaza y comenzaron a echar agua para mitigar la densa polvareda que se cernía sobre los edificios destruidos de la céntrica plaza.

En ese momento Macarena decidió abandonar el lugar y caminar lo más rápido posible hacia la casa donde debían estar sus hijos, su marido y su suegro Casemiro.

Mientras caminaba observaba como la gente lloraba de impotencia al ver destruidas sus viviendas o sus locales de negocio. Todo el trabajo que costaba sacar adelante los negocios y construir las viviendas para destruirse en cuestión de segundos.

El terremoto sacaba a la luz la moral de cada persona, mientras que algunas buenas gentes aprovechaban la tragedia para sacar de entre los escombros a los heridos otros aprovechaban el desconcierto generalizado para robar en las tiendas todo el dinero y los objetos que pudieran.

El saqueo y el bandidaje se apoderaron de la ciudad sin que los policías y los propietarios de las tiendas pudieran hacer mucho por evitar los robos y el pillaje de los ladrones.

Aquello era un desbarajuste, muchos corrían detrás de los ladrones pidiendo la colaboración ciudadana para evitar que pudieran escapar. Pero entre los heridos, los que asistían a estos y los que se encontraban en estado de shock por haber perdido todo eran pocos los que se preocupaban en evitar los pillajes y los saqueos a las tiendas y comercios.

Macarena observó que la calle por la que transitaba había quedado cortada a consecuencia del desprendimiento de dos edificios a ambos márgenes de la calzada. Una montaña de escombros había quedado apilada en el centro de la vía sin que se pudiera transitar ni tan siquiera por las veredas.

Un joven intentó pasar la escombrera escalándola y resultó herido por un amasijo de hierros que le hirió en el pecho. Al ver aquello Macarena decidió dar marcha atrás y caminar por una calle paralela para llegar a la casa de sus suegros.

Tras abandonar la calle y caminar por la paralela logró llegar a un cruce dos cuadras más arriba, pero debido a la magnitud de la tragedia no conseguía situarse correctamente.

No sabía si se había pasado la casa de sus suegros o todavía no había llegado al lugar donde esta se ubicaba. Todas las referencias que tenía se habían perdido a consecuencia del sismo.

Los carteles de una cebichería y de una zapatería que recordaba que había en las inmediaciones ya no estaban, por lo que Macarena no sabía si estaba en el lugar correcto o debía seguir caminando una cuadra más.

Quería preguntar por el nombre de la calle pero no se acordaba del nombre de la misma por lo que se sentía atrapada en aquel lugar sin ser capaz de dar con el paradero de la vivienda de sus suegros.

Como era posible con la de veces que había estado allí que no se acordase del nombre de la calle. Nunca ponía el más mínimo interés en aprenderse el nombre de las calles sin que llegase a pensar jamás que le fuera a ser útil como lo hubiera sido en aquel instante de pánico y zozobra.

El nombre no le venía a la mente pero se acordó que en frente había un local que vendía electrodomésticos y que se le conocía como la tienda de Paqui.

Preguntó a una persona que estaba grabando con su video cámara los efectos devastadores del terremoto por la tienda de electrodomésticos.

Aquel señor le contestó de mala gana que no lo conocía y que le dejara en paz, que estaba grabando y le iba a estropear la grabación.

Menudo sinvergüenza, con la ciudad devastada por la tragedia y preocupado únicamente en sacar imágenes de los edificios destrozados. Estaba claro que muchas personas aquella mañana estaban más pendientes de sacar rendimiento económico a la tragedia más que ayudar a las víctimas.

Una señora que trataba de vender los escasos alimentos que no había perdido con el sismo fue quien le dijo como llegar al lugar que buscaba.

Macarena se asombró de lo cerca que estaba y caminó la corta distancia que le separaba de la casa de sus suegros. Cuando llegó a la misma se echó las manos a la cabeza. Había quedado totalmente destrozada.

Con las lágrimas en los ojos se acercó temblorosa a lo que quedaba de la humilde vivienda temiéndose lo peor. De pronto vio sentado en la vereda a su hijo Germán. Tenía el pie derecho destrozado, su ropa sucia y su cara manchada de hollín.

-Hijo mío, estás bien.

-Si madre, más o menos, pero me cayó una viga en el pie derecho-le dijo a su madre mientras se tocaba su empeine.

-No te lo toques, déjame ver. ¿Sabes donde están tus hermanos?

-Ángel se fue con papá y Sofía no sé.

-¿Cómo que no sabes nada, y del abuelo?

-Creo que Sofía y el abuelo estaban en casa cuando el terremoto pero les he buscado y no les encuentro.

-Cómo no te has quitado el tenis antes, mira como tienes el pie-le dijo Macarena al contemplar el deploraba aspecto que presentaba el pie derecho de su hijo menor.

-No he tenido tiempo madre, estuve buscando en la casa al abuelo, estaba viendo la tele cuando el sismo, de hecho me desperté porque tenía muy alto el volumen.

-Esto te lo tiene que ver un médico, es muy grave y podrías perder el pie, tenemos que caminar hasta el clínico-dijo mientras intentaba levantar de la vereda a su hijo.

-No puedo andar hasta el clínico, mejor me quedo aquí en la acera, me duele demasiado madre. Tráeme vendas y agua oxigenada.

-Pero como te vas a quedar en la vereda. Necesitamos que lo vea un médico, esta no se puede curar así como tú dices.

Macarena logró hacer entrar en razón a su hijo y este se levantó apoyándose en los hombros de su madre. Juntos caminaron hasta la acera de enfrente. Germán sólo apoyaba su pie izquierdo sobre el asfalto pues el derecho lo tenía dislocado.

-¿Seguro que Ángel está con Mauricio?

-Sí seguro, me dijeron que si me iba con ellos y les dije que prefería quedarme durmiendo un rato más.

-¿A dónde fueron tan temprano?

-Se fueron a desayunar a una cafetería que hay cerca de la Plaza de Armas.

-¿Y qué hay con Sofía?
-Ya te dije que no sé nada de ella, como duerme en otra habitación no me enteré de si salió o seguía durmiendo.


Macarena regresó a la casa demolida por la madre naturaleza y rebuscó entre los escombros hasta más no poder. Debajo de una viga un enorme charco de sangre hacia presagiar lo peor. Segundos más tarde se cumplió el peor de sus presentimientos. Sofía yacía en el suelo con la cabeza desfigurada, su pijama y su pulsera con los colores de ecuador fueron la única forma de reconocerla.


Los terremotos no avisan y no distinguen entre buenos y malos.

Relato corto: Horas de zozobra.


Mauricio dudó un instante, pero tras observar la cara de dolor que transmitía su hijo decidió emprender la marcha en búsqueda de una farmacia que estuviera abierta.

Las imágenes de tensión y frustración se vivían en todas las calles, los vendedores analizando las pérdidas en sus locales o tratando de llevarse los artículos que no se hubieran dañado. Los policías ayudando a los bomberos voluntarios en el rescate y búsqueda de personas. Y por último centenares de personas evaluando los daños que habían sufrido sus casas.

La tragedia parecía haberse cebado con toda la ciudad, pese a ello Germán continuó su marcha en dirección al distrito ubicado por el recinto ferial con el propósito de encontrarse con una farmacia abierta.

De camino pasó por dos establecimientos que estaban cerrados, en uno de ellos una persona vendía gasas a precio altísimo intentando sacar un gran beneficio en poco tiempo.

Mauricio continuó la marcha tras cerciorarse de que aquel hombre no tenía el material sanitario que necesitaba. Cuando llegó a la plaza de Armas contempló como la farmacia seguía abierta. Cruzó toda la plaza a paso rápido para conseguir el material que necesitaba.

Pero cuando entró en la mencionada farmacia la tendera le dio la mala noticia que se le habían terminado los artículos que solicitaban.

-Cerca del recinto ferial han puesto una carpa para atender a heridos, tal vez allí le puedan suministrar el material que necesita-le dijo la tendera cuando Mauricio ya se disponía a salir del establecimiento.

-Gracias, es usted muy amable-dijo Mauricio mientras salía del local.

A fuera se topó con un mendigo que pedía limosnas sentado en la pared de la farmacia que milagrosamente no había sufrido daños considerables tras el sismo, tan sólo unas pequeñas grietas se habían formado en el muro exterior.

-No tienen vendas pero tienen compresas y toallitas sanitarias por si gustas comprar-le dijo el mendigo momentos antes de empinar el codo para dar un largo trago a una botella de cerveza caliente.

-A ti quien te ha dicho que puedes dirigirte a mí-le contestó de manera ofensiva Mauricio no siendo capaz de ocultar su ira y frustración por recorrer media ciudad sin encontrar una sola farmacia con material sanitario.

-Usted es un estúpido, no tiene sentido del humor.

-Y usted que tiene a parte de esa cerveza y esa cara de engendro.

-Tengo todo lo que necesito, no he perdido nada con el terremoto, mi cerveza, mi chupa de cuero para resguardarme del frio nocturno y mis monedas para alimentarme. En cambio usted  a buen seguro que se ha pasado toda la vida trabajando a destajo para perderlo todo en cuestión de segundos, ha perdido la casa, el carro y todo cuanto tenía-apenas pudo terminar de decir aquello cuando Mauricio le arrebató la cerveza y se la estampó en la cabeza.

-Vas a perder la cabeza desgraciado-le gritó Mauricio mientras le pegaba patadas con todas sus fuerzas, la cabeza del mendigo se balanceaba de un lado a otro como si fuera un balón de fútbol.

El mendigo no ponía resistencia alguna, era incapaz de contrarrestar los golpes que recibía sin ni tan siquiera usar sus brazos para mitigar los efectos que las patadas de Mauricio hacían en su cara.

Apenas balbuceaba  unas cuantas palabras ininteligibles, parecía pedir clemencia entre dientes pero Mauricio hacia alarde de una ira descomunal donde daba rienda suelta a todos sus más bajos instintos, movidos por la frustración y ansiedad que padecía aquella mañana al no saber si su hija y sus padres estaban vivos.

La dependienta salió de la farmacia para intentar evitar que Mauricio siguiera golpeando al mendigo.

-Deje de golpearle, le va a matar, que está haciendo-la asustada mujer intentó desplazar a Mauricio sin éxito.

-Déjeme en paz, señora, no se meta en mis asuntos, este despojo humano no merece seguir con vida. ¡Engendro!, ¡esperpento, eres un miserable esperpento!-gritaba Mauricio invadido por la cólera mientras profería patadas al pobre mendigo que se mecía de un lado a otro sin oponer resistencia.

-Hay cámaras, le van acusar de asesinato señor, mejor váyase-le espetó la dependienta.

-Me chupan un huevo las cámaras.

Tras aquellas palabras Mauricio se dio cuenta de que el mendigo no se movía, yacía en el suelo en una pose que invitaba a pensar que estaba muerto. Fue entonces cuando percibió lo que había hecho y abandonó el lugar a la carrera antes de que la policía pudiera llegar al lugar y acusarle de asesinato.

Mientras corría pensaba en lo que acababa de hacer. Cómo era posible que hubiera vuelto a matar a una persona. Cuando era joven había matado a un pandillero que le intentó robar la cartera. Aquel día se salvó de ser juzgado gracias a que no hubo testigos en el lugar de los hechos.

Desde entonces no había vuelto a usar la violencia. Se sintió tan mal por matar aquel joven pandillero que nunca más volvió a portar navajas ni ningún objeto punzo cortante.

Nunca pensó que volvería a matar. Pero la situación límite que vivía le había hecho perder la cordura hasta el punto de no ser consciente de lo que hacía. Si una cámara había grabado la paliza o si  aquella señora ponía una denuncia podía ser imputado por homicidio.

Que horrible situación, las desgracias nunca vienen solas, pensaba Mauricio mientras miraba a los costados en cada cruce de calles para observar si había alguna farmacia abierta.

Al cabo de unos minutos llegó al lugar donde se ubicaba una carpa móvil que estaba atendiendo a heridos y ofreciendo material sanitario.

Mauricio adquirió vendajes, un bote de agua oxigenada y otro bote de mercromina para ayudar a que cicatrice la herida de su hijo.

Posteriormente comenzó a correr de nuevo rumbo al clínico, esta vez evitó pasar por la plaza de Armas por si la policía se encontraba en aquel lugar junto a la farmacia.

Tenía miedo que en las calles aledañas a la plaza le estuvieran esperando para detenerle. Las posibilidades parecían pequeñas teniendo en cuenta el número de asaltos que se estaban produciendo en numerosas tiendas pero aún así Mauricio sintió miedo.

No sentía tanto miedo desde el 18 de marzo de 1994, cuando a las dos de la madrugada le asestó una puñalada mortal al joven pandillero en su ventrículo izquierdo. Esa noche corrió por la calle Azángaro como alma que lleva el diablo para no ser detenido por las fuerzas del orden.

El pánico le paralizó por completo. Mauricio observó que una tubería se había roto y no paraba de salir agua anegando parte de la calle y formando un barrizal de lodo en el pequeño solar que existía en la margen izquierda de la vereda.

Mauricio aprovechó la situación para cambiar drásticamente su imagen con la finalidad de poder ser reconocido por las fuerzas del orden y ni tan siquiera por la dependienta de la farmacia.

Se metió la camiseta sudorosa que portaba en el interior de su pantalón y se manchó el torso y los brazos con abundante barro para dar la sensación que había estado ayudando en las labores de rescate.

Posteriormente se empapó su cabellera ondulada para que pareciera tener el pelo lacio. Una vez transformado en otra persona continuó su marcha raudo y veloz sin ningún tipo de reservas.

Consiguió pasar el jirón que se encontraba a la altura de la plaza, este hecho le ayudó a sentirse más tranquilo y más seguro de que no le iban a detener.

De pronto una persona le paró la marcha pidiéndole ayuda para sacar a su mujer de entre los escombros.

-Disculpe señor no tengo tiempo, la vida de mi hijo está en peligro-le contestó Mauricio mientras trataba de continuar la marcha.

-Sólo es un momento, ayúdeme por favor, se lo ruego.

-¿Por qué demonios no le pide ayuda a otra persona?-dijo Mauricio mientras miraba a los costados buscando a personas que pudieran ayudar aquel desgraciado sujeto.

-No hay nadie que me pueda ayudar, tan sólo mi hijo y entre los dos somos incapaces de desplazar las rocas que la aprisionan.

En ese momento Mauricio miró hacia el lugar que se refería el señor y comprobó que había un chico llorando hablando a una persona atrapada en la escombrera. Mauricio sintió lástima y se desplazó al lugar para intentar ayudar a padre e hijo en las labores de rescate.

Entre los tres trataron de mover un muro que atrapaba dos tercios del cuerpo de una mujer de unos treinta años que se debatía entre la vida y la muerte. Tenía atrapadas las dos piernas y el estómago, tan sólo contaba con sus brazos para tratar de salir de esa improvisada cárcel que le impedía realizar cualquier tipo de movimiento con sus piernas.

-Estoy atrapada, estoy totalmente atrapada-mascullaba entre dientes la infeliz madre mientras miraba a su hijo llorar de impotencia.

-Tirar con los brazos, hacer fuerza-decía su marido poniendo cara de estreñido y sacando el trasero como si fuera un levantador de pesas profesional.

Pero el esfuerzo encomiable de los cuatro era insuficiente para levantar esa pesada losa que amenazaba con cercenar el cuerpo aprisionada de aquella mujer que luchaba desde el suelo con zafarse del pesado muro de concreto.

-No puedo hacer nada por ayudaros, lo siento mucho-dijo Mauricio dando un par de pasos atrás y llevándose las manos a su espalda.

El marido de la mujer salió de nuevo a la calle para pedir ayuda a unos viandantes, estos no le hicieron caso y siguieron su marcha aduciendo que tenían que salvar la vida de un familiar.

Mauricio sentía lástima de aquella joven familia pero se sentía incapaz de levantar aquella carga que inmovilizaba a la mujer.

-Voy a buscar ayuda para levantar la carga, vuelvo enseguida-les dijo Mauricio a padre e hijo antes de marcharse.

-No por favor, vamos a intentarlo una última vez.

Esas fueron las últimas palabras que Mauricio escuchó del joven padre que no pudo hacer nada por retenerle. Siguió corriendo hasta que aproximadamente tres ciento metros más adelante una persona se le echó encima para robarle su bolsa de material sanitario.

Dicho sujeto se abalanzó sobre los hombros de Mauricio y consiguió tirarle al suelo para posteriormente quitarle la bolsa que contenía los vendajes.

Mauricio se levantó rápidamente del suelo y logró dar alcance al forajido que había osado arrebatarle tan preciados artículos.

Con gran esfuerzo consiguió zarandear a su oponente y desplazarlo contra un muro, el joven al sentirse acorralado tiró la bolsa y salió huyendo calle abajo.

Mauricio recogió la bolsa objeto de la refriega y continuó la marcha en dirección opuesta a la de su oponente.

Que mal estaban las cosas para que hubiera personas que estuvieran dispuestas agredir a otras por un material que no costaría más de 30 soles en cualquier farmacia del Perú.

Mauricio comprendió que no era el dinero si no la necesidad que se había originado ante tamaña tragedia y ante la escasez de material sanitario lo que conducía a la gente a pelearse por tan poca cosa.

La gente le paraba para pedirle que compartiera su material, otros tan sólo le preguntaban de donde lo había obtenido. La situación se hacía muy complicada y Mauricio veía difícil llegar al clínico sin que antes le quitasen su codiciada bolsa.

-En la plaza de armas están dando material sanitario-se atrevió a mentir con tal que le dejaran continuar su marcha.

-Eso es mentira, yo acabo de ir allí y nadie tiene material sanitario.

-Dos cuadras más abajo, en la avenida Miguel Grau fue donde me lo dieron-explicó Mauricio tratando de convencer a los molestos sujetos que le impedían continuar su marcha obstruyéndole el camino.

Sus palabras parecieron disuadir a las personas que allí se agolparon y Mauricio pudo entonces continuar su marcha. Un minuto más tarde encontró una bolsa tirada en el suelo y no dudó un instante en arrojar la suya y meter los artículos en la nueva bolsa que acababa de encontrar entre los escombros.

Por fortuna aquello funcionó para que nadie más le pidiera compartir el material que llevaba en las manos. La bolsa estaba sucia pero como el material que portaba estaba envasado no corría riesgo que se mancharan y quedaran inservibles.

Mauricio estaba agotado de tanto correr, se había recorrido la ciudad de norte a sur y había tenido numerosos encontronazos con ciudadanos de muy diversa índole pero con una característica común, la de estar superados por la magnitud de la tragedia que sacudió la ciudad en cuestión de segundos para dejarla en ruinas.

Cinco minutos más tarde llegó al clínico y allí se reencontró con su familia. Germán ya lucía un vendaje en su pie derecho lo que sorprendió a Mauricio notablemente.

-¿De dónde sacaste ese vendaje?-le preguntó a su hijo visiblemente contrariado.

-Una enfermera me lo dio al poco de irte. Pero estos que me has traído me van a servir para los siguientes días-dijo Germán al advertir el disgusto de su padre por haber recorrido toda la ciudad para conseguir algo que ya no necesitaba.

Mauricio volvió a meter en la bolsa el material que había traído y pensó en su mala suerte. Por buscar material sanitario terminó matando a un mendigo y padeciendo horas de angustia, zozobra y violencia.