jueves, 13 de febrero de 2014

Capítulo excluido de Braulio por ser poco decoroso


Los partidos de Voley Ball

El vóley ball es un deporte que no me gusta mucho, pero causa sensación en gran parte de mis compañeros, sobre todo en las chicas. Cuando tenemos que practicarlo en las clases de educación física siempre toman ellas las riendas del juego.

Macarena y Marta son las más espigadas de entre todas las alumnas, y hacen gala de una técnica depurada y una exquisita colocación que las hace dominar el juego y cosechar una gran cantidad de puntos.

Es por eso que nunca juegan en el mismo bando, puesto que de ser así el partido quedaría totalmente descompensado y sería imposible vencer a su equipo.

Pero aparte de ellas también juegan muy bien Patricia y Diana. Las cuatro juegan en un equipo federado, el Real Canoe. La pasada semana fui a verlas jugar a Rivas Vaciamadrid, fui acompañado de Fede, Pablo, Pipo y Gailo.

El partido estuvo interesante, a juzgar por las caras de los aficionados y de las jugadoras, de lo apretado del marcador y de la tensión que se vivió en los minutos finales del encuentro.

Para mí fue un bodrio, yo me dedicaba a mirar los movimientos de Diana, pese a ser de corta estatura no se dejaba intimidar por sus rivales, y consiguió varios puntos de muy bella factura y de especial importancia para lograr la victoria frente a las jugadoras locales.

Cuando parecía que tenían el partido perdido lograron un parcial de seis puntos a cero que les dio la victoria. El entrenador del C.D Rivas rompió la silla donde debía sentarse.

Estaba furioso e irascible, no cabía menos, sus chicas habían dejado escapar una clara ventaja de cuatro puntos y ahora sacaban las del Real Canoe para llevarse la victoria. Fue un momento tan tenso para Ambrosio, que no supo permanecer sentado en su silla, y tras cogerla fuertemente con sus dos manos la tiró con todas sus fuerzas al suelo.

Ni que decir tiene que la silla se partió en dos provocando una gran algarabía que silenció por instantes al pabellón. Logró enmudecer al bullicioso público que llenaba las gradas del recinto deportivo, algo que no había conseguido nadie hasta aquel momento.

Parecía que se había detenido el tiempo, un silencio sepulcral imperaba en aquel moderno polideportivo. De pronto Ambrosio reaccionó e intentó recomponer la descuartizada silla de madera donde momentos antes acomodaba su enorme trasero.

Los esfuerzos fueron en vano, el árbitro se acercó a él y le mostró la tarjeta roja. Ese hecho volvió a enfurecer al técnico, que intentó golpear al colegiado con un asa de la silla.

Gracias a la rápida y oportuna actuación de los delegados del polideportivo la cosa no pasó a mayores. Entre cuatro sujetos lograron a duras penas retener y reducir a un enfurecido Ambrosio, que no cesaba de amenazar al árbitro y a quienes osaron entrometerse en sus asuntos.

-Desgraciado, malnacido, infeliz, como te coja te mato…

En ese momento le taparon la boca y le sacaron a empujones del recinto. Sólo así se pudo reanudar el encuentro para finalizar escasos segundos después, cuando un contundente smash de Macarena impactó en la cara de una rival que no pudo poner sus manos a tiempo para bloquear el balón.

Juego set y partido para las chicas del Real Canoe y una nariz rota dicho sea de paso, que no dejaba de manar sangre. Un final algo convulso y ajetreado para un partido que resultó intenso y emocionante para los entendidos en la materia, pero que para mi resultó anodino.

De no ser por Facundo y Servando probablemente me hubiera ido antes de acabar el partido. Estos dos sujetos son el padre y el hermano de Patricia.

Pese a que su hija es una de las mejores de su categoría, se pasó gran parte del partido ojeando las fotos del topless de la princesa Leticia que se mostraban en la revista Interviú.

Su hijo Servando no paró todo el partido de filmar con su cámara a las chicas, nunca filmaba el balón, tan sólo se interesaba por las chicas más guapas de cada equipo. Aprovechaba cualquier movimiento algo comprometido de alguna jugadora para grabarla.

Cuando sacaban el trasero para interceptar el balón, y cuando trotaban minutos antes de salir a la cancha era cuando más parecía disfrutar Servando, momentos en que no despegaba sus ojos de la cámara mientras esbozaba una sonrisa picarona.

La madre de Marta se percató del asunto y se acercó a facundo para reprocharle su desconsiderada actitud.

-Como se le ocurre mirar esas lascivas fotos en este momento, ten un poco de consideración con los demás, por favor.-Le dijo con mal tono aquella gruñona mujer.

-Me estoy documentando señora, aprendiendo más sobre la Casa Real española, esto es cultura y apego a la patria, lo demás son tonterías y cuentos chinos.-Dijo Facundo mientras pasaba a la siguiente página donde la princesa mostraba sus pechos tras salir de las celestes aguas del Mediterráneo.

-Qué vergüenza, visionando a fulanas desnudas delante de los jóvenes, váyase usted a su casa para mirar esas porquerías.-Le volvió a recriminar la indignada madre.

-Señora déjeme en paz y no sea inoportuna, que falta de consideración llamar fulana a la princesa Leticia, futura reina de España, usted es una cochina republicana, de esas que por desgracia cada vez abundan más. Qué asco de gente, esto es un nido de rojos, nos vamos a tener que ir a vivir a Las Rozas, ahí estaremos mucho mejor, sin progres que se escandalizan por ver un par de tetas como dios manda.

En ese momento varias personas increparon a Facundo por sus inapropiadas y desconsideradas palabras. La mayoría de personas se retiraron de esa zona de la grada, quedándonos únicamente nosotros cerca de padre e hijo.

-Qué te parecen las fotos hijo, a que está buena la princesa Leticia.

-Si padre, pero le faltan tetas, ya sabes que a mí me gustan las pechugonas, esa que tienen dos cántaros por mamas, las escuálidas no tanto.-Le contestó su hijo mostrando escaso interés por aquellas fotos que hacían las delicias de su progenitor.

-A ti te gustan como la Terelu Campos, con dos buenos melones, ¿verdad hijo?

-Si padre, pero la Terelu no enseñó nada, es una mojigata, más que fotos para la interviú, parecían fotos para el nuevo catálogo de la diócesis.

-A ti te gusta más la Play Boy que te compro todos los lunes, chicas en cueros sin tapujos. Pero nosotros no contamos con tantos medios. La Terelu nos pedía mucho dinero, no hubo forma de sacarla desnuda, habría que haber pagado una fortuna, casi tanto como lo que costó Ronaldo. Y no está la cosa como para tirar cohetes.

-Tienes que decirle al director que saque a Sofía Nieto, que ya está bien de sacar a flacuchas sin nada que enseñar.

-Sería buena idea hijo, pero el jefe no es mucho de escuchar, siempre hace lo que le sale de las narices. Siempre saca a pelanduscas de esas que salen en los realitys sin tener nada que aportar.

 

-¿Y como había presupuesto para sacar desnuda a la princesa?

-Porque estas fotos se hicieron antes de que saliera con el príncipe, no ves que sale más joven, de cuando era una cualquiera que iba buscando un famoso para vivir bien sin trabajar.

-Ya me parecía a mi extraño que la Casa Real estuviera tan mal económicamente como para que la princesa tuviera que mostrar sus tetas en la Interviú.

-Esos nunca van a estar mal, si tienen ocho millones de presupuesto para despilfarrar, para putas, alcohol, drogas, veleros y fiestas en Mallorca, Jordania, Bahamas y donde haga falta.

-Me desconciertas padre, a veces te entiendo decir que los rojos son unos desgraciados por republicanos, y ahora los malos son la corona.

-Los republicanos y los monárquicos son la misma mierda. Lo que necesita este país de pandereta es un buen Caudillo, alguien como Franco, que tenga los huevos bien puestos, un español de los que ya no quedan, cojones.-Contestó Facundo dando las últimas caladas a un ducados, para posteriormente lanzarlo a la cancha del pabellón.

-Sí, yo tampoco soy monárquico, a demás el rey mató a su hermano de pequeño por avaricias y envidias. Y de eso nunca se habla, que asco de medios de comunicación, como tapan las noticias que no les interesa que la gente conozca, y como nos bombardean en cambio con lo del 23-F todos los años.

-Claro hijo, dicen que no hay censura pero claro que la hay, sólo sacan las noticias que les interesa. Es la dictadura de los medios al servicio del gobierno o del psoe, que canalizan toda la información, nada se les escapa, todo lo controlan y si no lo manipulan. Engañando a la gente, que por otro lado cada día es más fácil por la ineptitud y desidia de los jóvenes.

A escasos metros asistíamos incrédulos a la conversación de aquellos dos sujetos, aguantando la risa como buenamente podíamos, intentando pasar desapercibidos para continuar deleitándonos con el recital de los Gutierrez.

-Ya me gustaría tener un padre así, vaya crak está hecho.-Dijo Gailo mientras no quitaba ojo a la revista.

-Es un poco facha pero se le ve divertido al hombre.-Contesté a mi amigo.

-Y qué más da que sea facha, si me regala esa pedazo cámara y me compra todas las semanas la interviú y la Play Boy no me importa que se facha, como si es nazi.-Contestó Pablo con rotundidad.

-No digas sandeces tampoco.-Le contesté.

-Tú prefieres un madero facha, sin pasta y en el trullo, como tu padre.-Me dijo Pablo con sarcasmo.

-Mi padre no es facha, y está en la cárcel por un error judicial.

-Claro, por reventar la cara y las costillas a una manifestante sin qué esta se pudiera defender.

-Mira padre, mira la Cecilia, observa esa tetas, así me gustan a mí.

-Si hijo, veo que tienes buen gusto, te gustan las hembras hermosas, estoy orgulloso de ti, ¿ya te la has calzao?

-No aún no padre, estoy en ello pero no se deja, es de las difíciles.

-Pero como de las difíciles, si todas son iguales, les gusta más el salami que a nosotros el conejo.

-Si padre, yo creo que esta semana que viene me animo a entrarla.

-No dejes pasar el tiempo hijo, haber si por esperar otro se la va a apretar antes que tú, y luego si la muchacha se enamora ya la hemos liado, la cosa se complica.

-No me metas presión padre, coño, que estoy grabando y no estoy a lo que estoy.

-También saca a esa, la rubia del otro equipo, vaya berzas que tiene. No sé qué ostias pasa con las hembras de hoy en día, no sé si será porque se alimentan mejor o la vestimenta que me llevan, pero están mucho mejor que cuando era joven.

-Esa es la Sandra, es del barrio, dice el Arturo que la chupa que te cagas.

-No sé si la chupara bien, pero está jamona, como para hacerla en cum shot en toda la cara.

-Padre no seas bestia, que tiene sólo catorce años, ostia.

-Sí, y tú tienes diecisiete, aprovecha a tu edad para calzarte a todas, porque cuando cumplas 18 ya no  vas a poder sin que te acusen de pederasta.

-¿Y esa morena culona quién es?-Continuó diciendo el padre.

-Esa es Begoña, le ha crecido demasiado el culo pero es guapa, también me la quiero calzar.

-Vaya cocos que tiene la Begoña esa, yo me estoy poniendo malo esta tarde, primera y última vez que vengo aquí, madre de dios, cuanta hembra en celo.

-En celo estás tú, pareces un depravado por como hablas, me estas asustando, ostias.

-Caya hijo, caya y sigue grabando, sobre todo saca bien a la Begoña, ah y a Cecilia, y a Sandra también, por supuesto.

-Silencio padre, cojones, ya sé a quién tengo que grabar, te crees que soy nuevo o que cojones pasa, ostia.

-Deja de decir malas palabras, quien te ha educado así, ¿me ves a mí utilizar ese vocabulario tan soez?

Tras un silencio breve continuó diciendo.

-Bueno tal vez soez sí, pero eso de cojones y ostia no me gusta nada, y menos lo de escupir al suelo, mira cómo has dejado todo, luego nos toca pisarlo. Eres un cochino y tienes la boca muy sucia.

-Padre ostia, me cago en la puta.-Servando abandonó a su padre tras apagar la cámara y perderse por los vomitorios.

Facundo no mostró reacción alguna, tan sólo continuó ojeando la interviú, observando con detalle y minuciosidad la esbelta figura de la princesa Leticia.

Cuando el partido finalizó abandonamos las gradas para juntarnos con nuestras amigas y compañeras de clase para felicitarlas por la gran victoria obtenida.

Para entonces los ánimos parecían tensos. El ambiente estaba caldeado pues las chicas de Rivas no habían encajado bien la derrota y una de ellos comenzó a tirar de los pelos a Patricia. Los gritos de esta se oían en todo el recinto con extraordinaria fuerza.

Macarena y Marta fueron en su ayuda para quitarle de encima al morlaco que parecía querer desprender el cuero cabelludo de la cabeza de su presa, mientras esta emitía gritos lastimeros cual gorrino en el momento de ser degollado.

En esos momentos se tiró desde la grada Facundo, que como Conan el Bárbaro irrumpió en el parquet del pabellón remangándose la camisa con ganas de impartir justicia empleando la fuerza si fuera necesario.

Su pronunciada calvicie y la barba de cuatro o cinco días le daban un aspecto parecido a Torrente, su prominente barriga acentuaba más si cabe su parecido físico, tan sólo le faltaban unas lentes oscuras para ser clavadito a dicho personaje.

-A mi hija no se le toca un pelo, me has oído.-Amenazó a la muchacha que atacó a Patricia.

-No se le toca, ¡se los arranco de cuajo gordinflón!

Aquella respuesta no gustó a Facundo que haciendo gala de una inusitada ira cogió del cuello a la joven que había osado faltarle el respeto.

-A mi no me falta el respeto ni dios, so puta.-Maldijo mientras intentaba estrangular a la joven deportista.

En ese instante tuvieron que intervenir los delegados del polideportivo, que no daban a vasto con tanto energúmeno suelto.

La llegada de la primavera había traído consigo altas temperaturas. Pero también parecía calentar el temperamento de algunos sujetos desaprensivos como Facundo o Ambrosio,  su escaso talante parecía fuera de toda duda.

Cuando le redujeron los cuatro individuos que acababan de sacar a ostias del recinto al entrenador del C.D Rivas, todo pareció calmarse.

Las jugadoras se separaron tomando el camino hacia la salida. Sin embargo, al minuto de haber sido sacado por la fuerza del recinto, Facundo volvió a entrar al pabellón en busca de la joven que había agredido a su hija, esta vez portaba en sus brazos una vara de metal que había encontrado tirada en el aparcamiento.

Con esa barra pretendía abrirle la cabeza a Vanesa, la joven agresora. Varias personas intentaron reducirle de nuevo, esta vez sin éxito. Algunas mujeres comenzaron a gritar entre sollozos fruto del pánico que les suponía contemplar a Facundo corriendo por la pista siguiendo los pasos de Vanesa.

Una mujer llamó a la policía mientras los operarios trataban en vano de dar alcance al encolerizado energúmeno que portaba una vara de metal de unos dos metros de largo.

Corría como buenamente podía tras la joven, cuando vio que no podía darle alcance, entre otras cosas por sus kilos de más y por la enorme vara que portaba, se detuvo un instante para coger fuerzas.

Los operarios se detuvieron al contemplar como Facundo les amenazaba a una distancia de tres metros con darles un palo de cuidado con su arma metalizada.

-Baje la vara que no queremos tener más problemas de los que ya hemos tenido.-Dijo uno de los hombres.

-Si no quieren tener más problemas tráiganme a esa hija de puta que le voy a abrir la cabeza por impresentable.

-El único  impresentable que hay aquí es usted, usted es un desgraciado, tire la barra de una puta vez.

-No le llames de usted a este infeliz, es un malnacido, un disminuido psíquico.

-Basta ya de charlatanería traerme a la niña u os arranco la cabeza de cuajo, que estoy muy loco, no saben de lo que soy capaz de hacer.

Esas amenazantes palabras, fruto de la desesperación y de un odio irracional las había escuchado hacia muy poco tiempo.

En concreto hacia dos semanas, cuando mi vecino del quinto, Don Jerónimo Martín De Los Santos, que en paz descanse, se quemó a lo bonzo cuando un destacamento policial se presentó en su casa para ser desahuciado, fruto del impago de la hipoteca contraída con Bankia.

Debía sesenta mil euros al banco que era incapaz de abonar a la entidad bancaria. Aquel día, Jerónimo no encontró otra salida a su delicada situación que arrojarse un bidón de gasolina y prenderse fuego delante de un montón de vecinos que no consiguieron sofocar las llamas.

Desde entonces los bomberos acompañan a la policía cada vez que acuden a desahuciar a algún ciudadano. Más que a los bomberos se necesitaba a los Geos para poder reducir a Facundo aquella buena tarde, que de buena tenía poco.

-Veros de aquí que estoy muy loco, estoy muy loco, no saben lo que soy capaz de hacer.

-Que sí pesao, que eso ya lo ha dicho tres veces, baje la barra de acero y lárguese de aquí, so desgraciao, que eres un misógino y un vándalo.

-Desgraciaó su puta madre, maricón.-Comenzó a batir su barra de acero con premura, intentando golpear en la cabeza al sujeto que le acababa de insultar por cuarta vez.

Aquello era dantesco, cuatro sujetos contra uno, y aún así eran incapaces de reducirle. El resto de personas habían optado por desalojar el pabellón, salvo Pipo, Pablo, Fede, Gailo y yo que continuábamos impávidos a una prudente distancia, observando todos los pormenores de tan espeluznante escena, la situación lo requería.

Cuando parecía que no iba a quedar otra solución más que esperar que llegase la policía para reducir al enfurecido Facundo, hizo acto de presencia Ambrosio, portaba en la mano una moto sierra.

Los operarios miraron hacia la entrada, por la que se aproximaba Ambrosio con ganas de impartir justicia.

-Hijos de puta, os vais a enterar de lo que es bueno.

Los operarios estaban atemorizados, no podían huir por la salida, puesto que Ambrosio les esperaba allí, pero tampoco podían salir por la puerta de emergencia porque para ello deberían esquivar a Facundo, y aquello no parecía tarea fácil.

-¿Y ahora qué hacemos?-dijo uno de ellos con cara de haberse echo la caca en los pantalones.

-Dejemos que se aostien entre ellos.

-Pero si los dos nos quieren matar alma de cántaro-contestó "el cagao".

Yo me abro.-Contestó uno de ellos mientras echaba a correr hacia la salida principal.

Sus otros tres acompañantes le emularon, momento en que Ambrosio prendió su moto sierra para hacer más tremebunda la escena si cabe.

Pese a que los operarios hicieron alarde de una buena condición física y de poseer buenos reflejos, uno de ellos se llevó un recuerdo de la moto sierra de Ambrosio, su nalga izquierda fue ligeramente rebanada por la máquina de este.

Pese a ello continuó su carrera y consiguió escapar del pabellón. Ambrosio le perseguía diez metros detrás portando su moto sierra como si fuera el loco de la matanza de Texas.

Unos minutos más tarde llegó la policía y consiguió reducir a Ambrosio, quien tuvo que declarar en la Comisaría de Rivas Estación ante un coronel de la Guardia Civil.

Facundo corrió mejor suerte, al ver el percal, salió corriendo como alma que lleva el diablo por la puerta trasera, sin importarle el hecho de haber dejado abandonada  en las gradas su revista interviú.

Nosotros nos juntamos con nuestras amigas que no entendían por qué diablos continuábamos adentro observando aquel lamentable episodio de violencia protagonizado por dos lunáticos esquizofrénicos sin remedio alguno.

Mientras regresábamos a Vallekas puede observar como el Gailo metía fichas con Macarena, su trabajo era lento pero constante, trabajaba de forma firme, segura y perseverante por lo que su esfuerzo cosecharía éxitos en un corto espacio de tiempo a buen seguro.

Mucho tenía que aprender de su perseverancia, pues me encontraba a años luz de él en ese aspecto y no trabajaba como él para hacerme a Diana.

A demás yo contaba con la rivalidad de Fede, que desde hacía tiempo andaba tras de ella, me había salido un competidor.
Menos mal que no estábamos enamorados de Patricia, viendo como era su padre, mejor no mantener relaciones carnales con su hija, no vaya ser que le dé con atacarnos con otra barra de acero de dos metros de largo y treinta centímetros de diámetro

No hay comentarios:

Publicar un comentario