sábado, 15 de febrero de 2014

Tragedia en Ancash, 1970


Aconteció el domingo 31 de mayo a las 15 h. 23'.28.7".
La tierra empezó a temblar con lo que parecían epilépticos movimientos, segundos después                   todas las casas, carros, y establecimientos empiezan a desplomarse, se abren grietas, en algunos sectores emanando agua de manera descontrolada al romperse las tuberías, el caos se expande por toda la ciudad.
Curiosamente el casco urbano de Chimbote resulta ileso, mientras los barrios y las zonas más modernas se pierden en casi su totalidad, todos los edificios  yacen semidestruidos.
El saldo de damnificados en el departamento es catastrófico, el número de muertos alcanza cifras

espeluznantes, más de setenta mil cadáveres.
Otras ciudades arrojan saldos de víctimas muy elevadas, pero afortunadamente no tan desorbitantes como las de Chimbote.
Las bellas ciudades de Yungay y Huaraz fueron desaparecidas por el aluvión y el terremoto. El promedio de damnificados ascendió a 800,000 personas. En dichas ciudades más del 90% de las viviendas fueron destrozadas.
El epicentro se ubica a 350 Km. de Lima, frente a Chimbote, con una intensidad de 7.75 en la Escala de Richter, abarcando el departamento de Ancash y parte de los departamentos de La Libertad y Lima.
 

Sumando todas las víctimas de todas las ciudades que sufrieron la tragedia las muertes se calcularon en 100.000 y hubo aproximadamente de 20.000 desaparecidos, algunas fuentes elevan las víctimas mucho más alto. Los heridos hospitalizados se contabilizaron en 143.331, si bien en lugares como Recuay, Aija, Casma, Huarmey, Carhuaz y Chimbote la destrucción de edificios osciló entre 80% y 90%. Se calculó el número de afectados en 3.000.000.
La Carretera Panamericana sufrió graves grietas entre Trujillo y Huarmey, lo que dificultó aún más la entrega de ayuda. La central hidroeléctrica del Cañón del Pato quedó también afectada por el embate del río Santa y la línea férrea que comunicaba Chimbote con el valle del Santa y quedó inutilizable en un 60% de su recorrido. Con esta catástrofe el Perú sacó voluntariamente a la Brigada de Defensa Civil Peruana para evitar que vuelva a suceder algo tan terrible; el general Juan Velasco Alvarado, que era el presidente del país en ese entonces, tomó un barco para llevar personalmente la ayuda a Chimbote.

Sin duda alguna, la zona andina de Ancash, la pintoresca área del Callejón de Huaylas, resultó siendo el área más castigada por el terremoto.

 La Ciudad de Huaraz se destruyó en un 97%, el cuadrilátero de la Plaza de Armas, fue lo único importante que no se destruyó, luego del sismo, la ciudad quedó oscurecida por un negro manto de polvo, unas 10.000 personas fallecieron, solo en el "Colegio Santa Elena", murieron 400 personas. Curiosamente pese a ser más poblada que Yungay tuvo muchas menos víctimas mortales.
 Según los cronistas esto se debió a que sus habitantes lograron llegar a la plaza de Armas y a los restantes espacios abiertos de la ciudad que impidió que murieran sepultados como sus vecinos de Yungay. También influyó que la ciudad se encuentra algo más retirada del Huascarán, montaña que causó el mayor número de víctimas en la comarca debido a los cuantiosos desprendimientos de rocas.

 El resto de ciudades y pueblos del Callejón de Huaylas también fueron destruidos casi por completo, desde Recuay por el sur, hasta Huallanca por el norte. La tercera ciudad en importancia, Yungay terminó sepultada por un alud, desapareciendo 25.000 moradores. Los aludes y derrumbes obstaculizaron caminos y carreteras, y estancaron partes del Río Santa.

 El ferrocarril que unía a Chimbote con Huallanca desapareció. Los pobladores disminuyeron en cantidad. En la zona costera, los efectos del sismo destruyeron grandes sectores de la Carretera Panamericana entre Huarmey y Trujillo (Departamento de La Libertad).

Tanto la ciudad y el Puerto de Chimbote quedaron con averías incuantificables, en la zonas de San Pedro y Lacramarca todas las construcciones se derrumbaron, al igual que las industrias pesqueras y daño similar a las metalúrgicas, en algunas áreas el suelo se agrietó hasta expulsar chorros de agua de hasta un metro de altura, la ciudad perdió como mencionamos al principio de la crónica más de 70. 000 habitantes.

En Casma, una vieja ciudad de adobes murieron 800 personas, y más hacia el sur, en Huarmey 100. La Provincia de Bolognesi, con 1.800 víctimas, refirió cuantiosos derrumbes que incomunicaron a pueblos completos, donde se da referencias que algunas personas enterraron a sus parientes sin notificar.

 La zona andina siguiente al Callejón de Huaylas, conocida como Conchucos, quedó con daño moderado, pero gran parte de las construcciones quedaron inhabitables, y muchas personas murieron mientras se encontraban en laborando en áreas agrícolas debido a derrumbes. La zona quedó aislada hasta meses después.

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El aluvión se produjo en la actual pared de roca descubierta (izquierda) de la cima norte del Huascarán, que con mas de 7600 metros de altitud es la segunda montaña más alta del continente americano, sólo superado por unos escasos metros por la Aconcagua.

 

El fuerte y prolongado sismo de 45 segundos, provocó el desprendimiento de hielo y rocas del pico norte del nevado Huascarán, produciendo un alud estimado en 80 millones de ft³ de hielo, lodo y piedras que medía 1,5 km de ancho y que avanzó los 18 km a una velocidad promedio de 280 a 335 km/h.

 Durante los tres minutos que tardó la avalancha en llegar a la ciudad, la población yungaina quedó desorientada debido al eco que producía el aluvión en los cerros de la Cordillera Negra por lo que pensaron que este venía desde ese flanco y corrieron en dirección al alud.

 Cuando el aluvión chocó contra la pared de la quebrada del río de Ranrahirca, desvió su curso violentamente unos treinta grados en dirección sur, pero una tercera parte de la masa saltó esa barrera natural ( que ya había salvado a Yungay de un aluvión en 1962) sepultando completamente la ciudad de Yungay. La masa mayor sepultó el pueblo de Yungay, matando en total a más de 20 000 personas.

«...Sentimos un tremendo ruido que se presentaba de ambos lados... el ruido se asemejaba al de muchos aviones... no sabíamos por donde venía ni que pasaba, en esos momentos no nos acordábamos del Huascarán... Finalmente vimos el aluvión de lodo completamente negro con más de 400 metros de altura que avanzaba votando chispas de distintos colores...»

Relato de una superviviente en 1970.[1]

En Yungay, la segunda ciudad más afectada sólo se salvaron aproximadamente 300 personas separadas en dos grupos, 90 personas que corrieron hacia el cementerio de la ciudad (una antigua fortaleza pre inca elevada), y un numeroso grupo de niños que asistieron a un circo itinerante llamado Verolina y que estaba ubicado en el estadio a 700 metros de la plaza mayor. Al estar en una zona elevada salvaron sus vidas. Si hubieran estado en una zona un poco menos elevada los desprendimientos hubieran acabado con sus vidas a buen seguro.

Las labores de rescate y evacuación que puso en marcha el gobierno central sólo procedieron mediante vía aérea luego de dos días de la tragedia debido a la densa nube de polvo que se levantaba a 2700 metros sobre el nivel de la zona de la tragedia.

Así es que la provincia de Yungay: sufrió la muerte de 25.000 personas. A raíz del terremoto de 1970 que asoló varias ciudades del Callejón de Huaylas y que motivó la solidaridad de diversos países, Yungay recibió el nombre de "Capital de la Solidaridad Internacional".
Información obtenida de la página cultural de Chimbote y de la Wikipedia.

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