Siempre se dice que el avión es el medio de transporte más seguro, pero que cuando se produce un accidente no hay remedio de escapar de la muerte puesto que el reducido habitáculo es una ratonera, a parte lógicamente de que al ir volando el choque casi siempre es más brusco.
Pero esto no siempre es así, pues son numerosos los casos en que hay supervivientes. En el de Avianca y en el de Spain Air acaecidos ambos en Barajas, en el 83 y en el 2008 respectivamente, hubo supervivientes.
Para los peruanos decirles que en Pucalpa también hubo supervivientes, en el de Cuzco, e incluso en el de Alianza Lima.
Pero como son muchos casos me centraré únicamente en los más sorprendentes, aquellos en los que sólo hubo un sobreviviente, azar, casualidad, suerte, o tal vez agallas, fuerza mental y física para sobreponerse al dolor y a la angustia extrema que debe suponer el permanecer encerrado en un avión siniestrado con todos los pasajeros muertos. Sin nadie con el que superar esas horas interminables en las que se aguarda a que llegue una ambulancia antes de que las heridas acaben con tu vida. Si no lo hace antes el humo, el fuego o una explosión.
Comenzaré mi relato con una joven de apenas 14 años y toda una vida por delante para preguntarme por qué fue la única superviviente. Y es que de la adolescente que ha sobrevivido al accidente de Air Yemenia, en el que han muerto los otros 153 pasajeros tras caer al océano Índico, poco se sabe. No se conocen ni su nombre ni su nacionalidad, sólo que está ingresada en un hospital de Moroni (Islas Comoras) y que ha sido la protagonista de un pequeño milagro que se produce en contadas ocasiones.
Pero esto no siempre es así, pues son numerosos los casos en que hay supervivientes. En el de Avianca y en el de Spain Air acaecidos ambos en Barajas, en el 83 y en el 2008 respectivamente, hubo supervivientes.
Para los peruanos decirles que en Pucalpa también hubo supervivientes, en el de Cuzco, e incluso en el de Alianza Lima.
Pero como son muchos casos me centraré únicamente en los más sorprendentes, aquellos en los que sólo hubo un sobreviviente, azar, casualidad, suerte, o tal vez agallas, fuerza mental y física para sobreponerse al dolor y a la angustia extrema que debe suponer el permanecer encerrado en un avión siniestrado con todos los pasajeros muertos. Sin nadie con el que superar esas horas interminables en las que se aguarda a que llegue una ambulancia antes de que las heridas acaben con tu vida. Si no lo hace antes el humo, el fuego o una explosión.
Comenzaré mi relato con una joven de apenas 14 años y toda una vida por delante para preguntarme por qué fue la única superviviente. Y es que de la adolescente que ha sobrevivido al accidente de Air Yemenia, en el que han muerto los otros 153 pasajeros tras caer al océano Índico, poco se sabe. No se conocen ni su nombre ni su nacionalidad, sólo que está ingresada en un hospital de Moroni (Islas Comoras) y que ha sido la protagonista de un pequeño milagro que se produce en contadas ocasiones.
En los últimos cincuenta años, las personas que se han convertido en únicos supervivientes de un accidente de estas características apenas superan la decena. En ocasiones se salvaron por estar en el baño en el momento del accidente, otras veces porque salieron despedidos justo a tiempo y otras por pura casualidad. Éste es un resumen de diez de los casos más llamativos:
1. James Polehinke, salvado entre los hierros (2006)
El avión el que trabajaba James Polehinke se estrelló en agosto de 2006 con 51 pasajeros a bordo. Murieron todos menos él, que fue rescatado de entre el amasijo de hierros por el personal del aeropuerto de Blue Grass, en Kentucky (EEUU). Polehinke quedó malherido, le cortaron la pierna izquierda y sufrió daños cerebrales. Debido al impacto, no recuerda nada de lo sucedido.
2. Erika Delgado, otra niña milagro fue la única superviviente. El avión en que viajaba desapareció del radar cuando surcaba un remoto lugar del extenso país cafetero. Fueron muchas las horas que transcurrieron desde que se perdió la pista de la nave hasta que finalmente fue hallada por un lugareño. En concreto fue un granjero de la zona quien la rescató del avión después de oír su llanto. La niña estaba consciente y sólo se había roto un brazo.
3. Martin Farkaš, se salvó por estar en el lavabo (2006)
El teniente Martin Farkaš se salvó de la muerte porque estaba en el baño del avión. Según las investigaciones, este hecho le salvo de morir junto a los otros 42 compañeros que viajaban en el avión Antonov siniestrado en Hungría en enero de 2006. Sufrió contusión cerebral y daños en los pulmones. Aún así tuvo fuerzas para llamar a su mujer por el móvil minutos después del accidente. Aún aturdido, le explicó que el avión se había estrellado y que debía avisar a los servicios de emergencias.
4. Cecelia Cichan, encontrada junto a sus padres (1987)
Tenía 4 años cuando su avión se estrelló al oeste de Detroit (EEUU), en agosto de 1987. De los 155 pasajeros a bordo sólo sobrevivió ella. Los equipos de rescate la encontraron en su asiento a varios metros de los restos del avión, cerca de los cuerpos de su madre, su padre y su hermano de seis años. Los investigadores no encontraron explicación. Después de superar el trauma, se hizo psicóloga.
5. Vesna Vulović, la azafata que cayó del cielo (1972)
El caso de esta azafata serbia está rodeado de misterio. Vesna Vulovićaún conserva el récord Guiness que la acredita como la persona que ha sobrevivido a la mayor caída sin paracaídas, después de salir con vida del accidente que precipitó su avión al suelo desde 10.000 metros de altura en enero de 1972. Murieron 27 personas. Un hombre sacó a Vesna con vida de entre los restos del aparato, y a pesar de las terribles heridas, consiguió sobrevivir y hoy es una especie de heroína nacional en Serbia. Recientemente se publicaron algunas informaciones que aseguraban que el avión volaba a baja altura y fue derribado por el ejército checo, extremo que no ha sido acreditado.
6. Phai Bun, un vietnamita con suerte (1997)
En noviembre de 1997, el vuelo 815 de la Vietnam Airlines se estrelló cuando se aproximaba al aeropuerto de Phnom Penh, en Camboya. De los 66 ocupantes, 65 murieron en el acto. El único superviviente fue un chico vietnamita llamado Phai Bun. Minutos después del accidente decenas de personas se acercaron hasta los restos del avión para rapiñar cualquier objeto de valor. Alguien encontró al chico y lo puso a salvo.
7. Juliane Köpcke, un asiento en la selva (1971)
La historia de Juliane Köpcke ha dado lugar a dos películas y recuerda mucho al argumento de “Perdidos”. El 24 de diciembre de 1971, el avión en el que viajaba se desintegró en el aire con 93 pasajeros a bordo (murieron todos). La chica, que entonces tenía 17 años, salió despedida junto a su asiento y cayó sobre las frondosas copas de los árboles del Amazonas, que amortiguaron la caída. Cuando despertó, después de varias horas inconsciente, estaba en tierra, sentada sobre su butaca y en mitad de la selva. Durante días encontró los restos del avión y de los pasajeros fallecidos extendidos a lo largo de muchos kilómetros. Después de nueve días vagando por la selva fue encontrada por unos campesinos.
8. Neil James Campbell, caído sobre el mar (1973)
El vuelo 816 de la PanAm se estrelló en Julio de 1973 nada más despegar de Auckland, en Nueva Zelanda. A los pocos segundos de dejar tierra, el avión se precipitó sobre el mar y murieron 78 de sus 79 ocupantes. Del único superviviente se sabe que se llamaba Neil James Campbell y que viajaba en clase turista.
9. Francesca Lewis, salvada por las maletas (2007)
El accidente de Francesca Lewis no fue en un gran avión comercial, sino en una avioneta Cessna que se estrelló contra un volcán en Panamá en el año 2007. Los otros tres ocupantes del aparato murieron en el accidente, pero Francesca consiguió sobrevivir al impacto y a varios días en la selva gracias a que las maletas cayeron sobre ella y la protegieron del frío.
10. Sergei Petrov, la suerte del copiloto (1997)
En diciembre de 1997, un vuelo charter procedente de Tajikistan se estrelló contra las dunas del desierto en Emiratos Árabes. Murieron los 85 ocupantes y sólo se salvo el copiloto, de 37 años, gracias a que la cabina fue la parte menos dañada de la aeronave. Las investigaciones determinaron que se salvó porque su asiento fue el único que no salió despedido con el impacto.
11. El segundo vuelo con más muertes: Los 15 miembros de la tripulación y 505 de los 509 pasajeros murieron (incluyendo al famoso cantante Kyu Sakamoto): en total 520 muertos. Las cuatro mujeres supervivientes fueron localizadas juntas en la parte trasera del avión: Yumi Ochiai (落合 由美 Ochiai Yumi), una azafata de JAL fuera de servicio, de 25 años de edad, que estaba atrapada entre los asientos cuando fue rescatada a la mañana siguiente comentó que escuchó varios helicópteros y sufrió al no poder hacer nada por salir del avión e intentar ser vista. Pasé toda la noche aplastada escuchando las voces lastimosas de algunos pasajeros, unos gritaban de dolor, otros tratando de zafarse de su asiento. Pasadas unas horas la gente se cayó, no sé si a consecuencia de su muerte o desmayados.
Hiroko Yoshizaki (吉崎 博子 Yoshizaki Hiroko), una mujer de 34 años, y su hija de 8 años, de nombre Mikiko (吉崎 美紀子 Yoshizaki Mikiko), quienes estaban atrapadas en una sección intacta del fuselaje también fueron rescatadas. Permanecieron las doce horas desde el siniestro hasta que las sacaron abrazadas y dándose ánimos para no desfallecer. Por fortuna no se produjo un incendio que hubiera acabado con sus vidas.
El caso más extraño fue el de una chica de 12 años llamada Keiko Kawakami (川上 慶子 Kawakami Keiko), quien fue hallada sentada en la rama alta de un árbol. Desafortunadamente no he encontrado más información de este caso, me imagino que la joven salió despedida del avión antes del impacto y que a consecuencia del miedo y de la oscuridad de la noche cerrada, decidió permanecer en el árbol en vez de descender y buscar ayuda.
12.En 1987, Alianza Lima se ubicaba en el primer lugar de la tabla de posiciones cuando la tragedia se hizo presente. El 7 de diciembre de ese año, Alianza Lima viajó a la ciudad de Pucallpa para jugar un partido correspondiente al Campeonato Nacional contra el Deportivo Pucallpa. Esa ciudad es maldita puesto que se realizan pocos vuelos pero cuenta con tres de los pocos accidentes aéreos acaecidos en el Perú. El viaje de vuelta se realizó el 8 de diciembre en un avión Fokker de la Marina de Guerra del Perú el cual se precipitó al mar cuando se encontraba a escasos kilómetros del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez a la altura de la localidad chalacade Ventanilla.
El único superviviente de ese avión fue el piloto Edilberto Villar Molina, quien fue sacado de la cabina cuando apenas le quedaba oxígeno. Presentaba varias contusiones. El copiloto murió a las pocas horas del accidente. Se cree que si se hubiera dado con el avión unas horas antes, varios pasajeros más hubieran salvado su vida, pues la colisión no fue mortal en todos los pasajeros. El piloto no dio información clara en torno a lo sucedido, sosteniendo que se produjo una falla en el motor y perdió demasiada altura como para evitar colisionar con el mar. Para finales de 2014 saldrá una película que trata el tema del accidente y del misterio que se cierne sobre él. La inexperiencia del piloto en vuelos nocturnos unido a las inclemencias del tiempo pudieron ser los causantes del siniestro más recordado de 1988 en el Perú.
El secretismo que la Marina, dueña de la aeronave, se impuso en las labores de búsqueda y rescate de las víctimas provocó que en torno a la tragedia se tejieran toda suerte de conjeturas e hipótesis. Nunca hubo una explicación oficial del episodio. El teniente AP Edilberto Villar, el piloto, el único sobreviviente, nunca se reunió con los deudos ni concedió una entrevista a los medios y se fue, con absoluta discreción, fuera del país. Durante muchos años nunca nadie supo bien qué fue lo que ocurrió.
Esa incertidumbre hizo que con el tiempo las hipótesis adquirieran la condición de mitos y leyendas urbanas. Y hay gente que cree en ellos.
"LOS SECUESTRARON"
“Yo lo tengo claro: el avión traía droga y los marinos se bajaron el avión. Tengo indicios. La libreta electoral de mi esposo estaba casi intacta, solo con un poco de agua. ¿Tú crees que con el agua salada del mar esta libreta se va a quedar así?”.
Quien habla es la viuda de uno de los futbolistas fallecidos en el accidente. Su versión fue recogida por los investigadores Aldo Panfichi y Víctor Vich en su ensayo “Fantasías políticas y sociales en el fútbol peruano: la tragedia del Alianza Lima en 1987” (incluido en el libro Ese gol existe, PUCP, 2008), que analiza algunos de los principales mitos y leyendas surgidos tras la tragedia de Ventanilla.
“Estoy segura (de) que a los muchachos los secuestraron con la intención de desaparecerlos, y así lo hicieron”, continúa la viuda. “Yo creo que los jugadores que no aparecieron son porque estaban baleados. Seguro ellos se opusieron a los militares (sic)”.
Un barrista, fundador de los Cabezas Azules, sostiene la misma hipótesis: “El avión había venido cargado de cocaína y los marinos lo derribaron. Fue parte de una guerra del narcotráfico”. Y también un veterano periodista deportivo: “Se dijo que el doctor Orestes Rodríguez (médico del equipo) tenía un orificio de bala en la nuca; que Caíco había sido baleado y que algunas prendas de Marcos Calderón ni siquiera estaban mojadas. Seguro el avión traía coca y lo estaban esperando, por eso cuando quiso dar la vuelta lo derribaron; eso fue lo que sucedió”.
El propio Aldo Panfichi, que es hincha de Alianza, vio el surgimiento de algunas de esas historias. El día en que se conoció el accidente fue al estadio de Matute. Muchos hinchas y amigos de las víctimas estaban allí, en las graderías. Las horas pasaban, no había noticias y, encima, llegó la información de que la Marina no dejaba que los familiares ayudaran en la búsqueda con embarcaciones alquiladas. “La gente decía ‘no quieren que vayamos’, ‘qué quieren ocultar’, y ahí ya se empezó escuchar el tema del avión con droga”, dice el sociólogo.
EL PILOTO QUE NO VIAJÓ
Hay otra historia extraña de esas que hacen dudar a Armando Leveau: la noche del 8 de diciembre, el entonces técnico del Deportivo Pucallpa, el equipo al que los 'Potrillos' habían vencido ese día, acudió a una reunión social y encontró allí a Edilberto Villar. El piloto se había quedado en Pucallpa. Según esta historia, quien había conducido la aeronave a Lima habría sido el copiloto, un inexperto. Tras la caída, para evitar el escándalo, la Marina fue a traer a Villar y lo metió en el mar. Luego sacan aquello de que no tenía horas de vuelo nocturnas y desaparece del país, dicen que vive en Australia. si bien no está corroborado. Por eso este habría aparecido ileso. Y por eso se habrían demorado varias horas en iniciar las labores de rescate.
Otra historia sobre la caída es recogida en el libro de Panfichi. Según esta versión, el avión se cayó debido a que uno de los futbolistas –¿quizás ‘Caíco’ Gonzales Ganoza, a quien aterrorizaba volar, se puso muy nervioso y contagió su pánico a sus compañeros. El piloto habría dejado la cabina para tranquilizarlos y, entonces, la nave, fuera de control, se habría precipitado sobre el mar.
Pero quizás la leyenda más extraña de todas fue la del destino de Alfredo Tomasini.
HISTORIA DE APARECIDOS
Tomasini sobrevivió. Al menos, a la caída, de acuerdo al único testimonio que dio el piloto. Flotó junto a él durante algunas horas, aferrado a una de las alas del avión y luego a un bidón de agua. Pero, al final, con la pierna fracturada y sin fuerzas, se dejó tragar por las aguas. Nunca apareció su cuerpo (ni el de Escobar, José Mendoza, William León y ‘Pacho’ Bustamante). Y eso alimentó la creencia de que no había muerto.
13. Copiloto de vuelo recién despegado de Cuzco. La aeronave despegó de la ciudad incaica, ascendió a unos 30 o 40 grados, luego rápidamente perdió altura y se estrelló en un terreno montañoso aproximadamente a 4 km al este de la pista, encima del pueblo de San Jerónimo. Todos a bordo fallecieron excepto el copiloto, que fue encontrado en estado de shock entre los restos del avión, habiendo sufrido quemaduras graves en gran parte del cuerpo. Dos campesinos que se encontraban en tierra también fallecieron.
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