Juega con el número tres a la espalda pero a mi entender debe encabezar la larga lista de Hipster. No tanto por su extravagancia sino por su colorido, variedad y por lo mediático que es.
Su repertorio de gorros y viseras es incalculable. Un día va de traje mostrando sus tatuajes, otro día amanece de verde y al día siguiente de amarillo, por no hablar del color de su pelo. Lo suyo es llamar la atención con su look camaleónico fuera del terreno de juego. Cuando está en el verde también ojo, no nos olvidemos de sus continuas escaramuzas para lograr que expulsen a los jugadores del equipo contrario.
Muchos me dirán que no es para tanto, que he perdido el juicio colocando al celebérrimo Marcelo en segunda posición del Rankin. Sí, es cierto, no he encontrado fotos interesantes del lateral brasilero, pero a buen seguro que el lector le ha visto en la televisión alguna vez portando estrambóticos sombreros, gafas de pasta y camisas de colores chillones con estampados horteras a más no poder, así es Marcelo, un auténtico crack dentro y fuera de la cancha.
Su pelo afro se puso de moda en el mundial, su compañero se dejó crecer el pelo para parecerse a Marcelo, aunque finalmente se asemejó mucho más al actor secundario Bop. Felaini, Witsel, y Varejao son algunos deportistas que han seguido la moda del madridista y han dejado crecer su cabello más de la cuenta. ¿ Qué hubiera pasado si Brasil Hubiera ganado el mundial?
Tal vez medio planeta futbolístico se hubiera vuelto afro.
Cris Anderson es un jugador australiano que dejó las frías tierras moscovitas para jugar en la NBA. Pasó de ser un referente de la Euroliga machacando los aros para cosechar puntos en el CSK para jugar en USA y así ganar más billetes.
Observando su rostro aprecio claramente como una buena parte de sus generosos emolumentos se los ha gastado en tintes, crestas de peluquería y en coloridos tatuajes. Pero por más que pase por la peluquería y por los Tattos Centers su tez pálida y sus ojos claros jamás intimidarán tanto como los rostros de los otrora celebérrimos Gary Paytton, O Neil y Dennis Rodman, por citar algunas leyendas de la canasta.
Este eslovaco tiene pinta de neo nazi pero no se vayan asustar, es muy buena onda y antifa como debe ser, si algún día cambia de orientación política deberá cambiar de club, pues los ultras napolitanos jamás se lo perdonarían. Cuando fichó por el equipo del sur de Italia afiló su cresta hasta el punto que más que un futbolista parece el cantante de Exploited. Sus portentosos incisivos parecen querer salirse de su boca. Si a este individuo le diera por morder a sus rivales como Lucho Suarez en vez de cuatro meses de sanción le deberían caer cuatro años, o mejor inhabilitación de por vida.
Tal vez la cresta no esté de moda, tal vez no sea hipster, pero cuando la cresta es de peluquería y está tan bien cuidada como en estos casos es de recibo tenerla a bien para considerarla como hipster, a buen seguro estos exitosos deportistas estarán orgullosos de que les incluya en la lista. Más que todo porque están creando escuela, en la selección de Eslovaquia ya hay varios jugadores que han seguido la moda pasajera de Hamsick. Luego seguro que lo más cañero que han escuchado en su vida es Lordy, y lo más semejante al Punk, El canto del Loco.
A continuación me centraré en analizar a los sujetos que encontró Strambotic paseando por las calles de media Europa, pero si alguien se está preguntando cual es la capital del mundo Hipster, le respondo corriendo, es Londres, la capital británica es la ciudad en la que más sujetos peculiares te puedes encontrar por metro cuadrado. Te enseñaremos un repertorio de especímenes que parecen recién salidos de un mal viaje de psilocibina. Ojo con estos tipos: son modernos y no pueden evitarlo.
¡Achtung, que vamos!
Gafapasta barbudo
Pensativo, desolado, decepcionado por una novia o novio que le ha dejado. Pelo cortado a máquina en los laterales y flequillo despeinado al viento, si no fuera por esa camisa floreada parecería nieto de Valle-Inclán. Su madre pensará que le ha robado un trozo de cortina para hacerse la camiseta pero no, es la moda. Tiene pinta de haber sido el niño calladito cultureta, ratón de biblioteca.
El gafapastismo que profesa está más que demodé, pero es otra seña de identidad de esta subcultura, junto a la barba de bosque descuidado y el bigote perfectamente peinado. Si le viera el padre del esperpento…
En mi humilde opinión la barba queda en un segundo plano al contemplar ese estampado de flores rosáceas que más parece sacado de una tienda de zara en la sección de mujeres que en una tienda donde compraría ropa un excéntrico literato fan de don Ramón Valle-Inclán. Podríamos hacer unas cuantos comentarios más acerca de este individuo de mirada triste, pero mejor pasemos al siguiente, por falta de tiempo más que nada.
En mi humilde opinión la barba queda en un segundo plano al contemplar ese estampado de flores rosáceas que más parece sacado de una tienda de zara en la sección de mujeres que en una tienda donde compraría ropa un excéntrico literato fan de don Ramón Valle-Inclán. Podríamos hacer unas cuantos comentarios más acerca de este individuo de mirada triste, pero mejor pasemos al siguiente, por falta de tiempo más que nada.
Hipster músico
Es un urbanitas que pasea sus pintas por todas partes en bicicleta reciclada estilofixie. Otros prefieren pedalear su retro BH de la infancia recién desempolvada del trastero.
Debajo del gorro de cazador de osos lleva un enjambre de pelo salvaje o disimula una calvicie poco propicia para un hipster de pura cepa. El bigote, aunque lo parezca, no es postizo, y las gafas tampoco son un artículo de coña ancladas al gorro. Su madre estará orgullosa de su niño, le ha salido moderno y además, para más inri, toca el ukelele mientras se pasea en bicicleta… perdón, fixie.
Parece un cancerbero de la República Democrática alemana, de aquellos guardametas que saltaban al terreno de juego con un chándal de algodón pareciendo más presidiarios de Alcala Meco que deportistas profesionales.
Observando con detenimiento su poblado mostacho, también pasa por un actor porno de los setenta tocando el ukelele a la espera de que una buena moza aparezca para satisfacer su apetito sexual.
Parece un cancerbero de la República Democrática alemana, de aquellos guardametas que saltaban al terreno de juego con un chándal de algodón pareciendo más presidiarios de Alcala Meco que deportistas profesionales.
Observando con detenimiento su poblado mostacho, también pasa por un actor porno de los setenta tocando el ukelele a la espera de que una buena moza aparezca para satisfacer su apetito sexual.
Hipsters à trois
Trío de modernos que nos hemos echado… si sus familiares se cruzaran con ellos pensarían “¿¡en qué fiesta de disfraces os habéis metido?!”. En ninguna, amigos, estamos en la EMM (Edad Moderna del Modernillo).
Son el trío calavera-hipster perfecto. El de la derecha, sacado del videoclip Thrillerbailando con Michael Jackson, el de en medio, de uno de Locomía en su disco más ‘desinhibido’, y la mujer, recién salida de una peli de vampiras hipster de los años ochenta. En su casa les dan de comer a parte.
La camiseta del individuo del medio es simplemente fantástica, la mirada del varón que le acompaña es sublime, y que decir del traje de la fémina, ¿se puede ser más hortera y tener peor gusto que esta pobre mujer?
Yo pensaba que no, pero viendo las siguientes fotos mejor me callo y sigo comentando.
La camiseta del individuo del medio es simplemente fantástica, la mirada del varón que le acompaña es sublime, y que decir del traje de la fémina, ¿se puede ser más hortera y tener peor gusto que esta pobre mujer?
Yo pensaba que no, pero viendo las siguientes fotos mejor me callo y sigo comentando.
Hipster diva
Ama a Jesúcristo y si éste le viera pensaría que hemos llegado a Marte. Ese cinturón del rey de la categoría de los pesos pesados, a juego con una camisa de cuadros ideal para un picnic en un prado de la Suiza de Heidi, no lo sabe llevar todo el mundo. Es una diva de cabo a rabo –con perdón-, con una ropa de aire retro del Portobello más kafkiano. Si sale así vestido de casa, sus vecinos cotillas pensarán que trabaja en la alta costura. Hoy en día está todo tan confuso que bien podría ser tendencia en la pasarela de los diseños de otra loca hipster como Galliano.
El pantaloncito que nos lleva aquí el amigo es magnífico, el cinturón no le va a la zaga, la camisa más sencilla, pero lo mejor sin ningún género de dudas es su peluca, no se puede ser más julandrón. Este por Chueca triunfaría más que Beyonce en una fiesta en un penal.
El pantaloncito que nos lleva aquí el amigo es magnífico, el cinturón no le va a la zaga, la camisa más sencilla, pero lo mejor sin ningún género de dudas es su peluca, no se puede ser más julandrón. Este por Chueca triunfaría más que Beyonce en una fiesta en un penal.
Hipster Iced Moka
Por estos locales de venta de café pasan tantos modernos al día que bien se podría editar un libro con sus fotos y hacer de él un best seller. Los hipsters no sólo toman infusiones en un bar lleno de libros y Olivettis. Tambien van con unhipster-pony con la melena al viento a por un café Moka con trocitos de cacao y un toque de nata, a pagar con la chequera. Cómo se entere su padre que se lo ha llevado para lucirlo en el Starbucks… ¡porque yo lo valgo!
Hay que ser cursi y repipi para salir a la calle a lomos de un caballo. Pero si el jamelgo en cuestión no es ni tan siquiera un potrillo, sino un ponny, la verdad que sólo puedo decir una cosa. Te superaste.
Hay que ser cursi y repipi para salir a la calle a lomos de un caballo. Pero si el jamelgo en cuestión no es ni tan siquiera un potrillo, sino un ponny, la verdad que sólo puedo decir una cosa. Te superaste.
Hipster cultureta
Hablando de Olivettis, aquí tenemos al mismísimo escritor revelación en la era del iPad con toda una carrera literaria por delante. Marcel Proust en sus tiempos mozos, llevando el dedo a la tecla con una seguridad de un Nobel de Literatura. Sus padres estarán orgullosos de que salga un poco de casa a airearse, pero si le vieran con su máquina de escribir –posiblemente sin tinta y sin la tecla C de cultureta-, le llevarían al psiquiatra más cercano.
Este sujeto parece ser una persona sencilla, a juzgar por sus gastadas zapatillas se dio un paseo por el Media Mark y al no encontrar ningún portátil a buen precio decidió continuar usando su vieja maquina de escribir. No es tan raro, todos guardamos una de esas máquinas en nuestra habitación.
¿ O no?
Este sujeto parece ser una persona sencilla, a juzgar por sus gastadas zapatillas se dio un paseo por el Media Mark y al no encontrar ningún portátil a buen precio decidió continuar usando su vieja maquina de escribir. No es tan raro, todos guardamos una de esas máquinas en nuestra habitación.
¿ O no?
Hipster cosmopolita
Es el hipster por excelencia, un profesional en la materia del Upper East Side neoyorkino. Si fuera español le llamarían ‘Carlitos’, pero en Nueva York seguro que tiene un nombre más sofisticado. Si sus amigos no le han puesto un apodo están perdiendo el tiempo: ‘el pintas’, ‘el tirantes’, ahí lo dejo por si alguien quiere seguir.
Apostaría un afeitado a que es un personaje de Marvel, quizás un superhéroe que debajo del peto y la americana de bróker de Wall Street, esconde un salvador de almas perdidas de hipsters de Nueva York. Del peinado de lengüetazo de vaca a lo Simeone no comment.
De este galán decir de manera somera que me encantan sus zapatillas manchadas de barro y sus calcetas acorazadas a la altura de la rótula.
Pero que por encima de todo me quedo con sus tirantes vaqueros. Visto lo visto, lo de menos es su pelo mojado y repeinado a lo Cristiano Ronaldo.
De este galán decir de manera somera que me encantan sus zapatillas manchadas de barro y sus calcetas acorazadas a la altura de la rótula.
Pero que por encima de todo me quedo con sus tirantes vaqueros. Visto lo visto, lo de menos es su pelo mojado y repeinado a lo Cristiano Ronaldo.
Hipster peletero
Hablando de Nueva York, “otro hipster que se ha escapado de la jaula”, como diría mi abuela. Con un aire a lo Bronco Billy sacado de una peli de Clint Eastwood, se mueve muy seguro hasta que se da de bruces con su padre: “Hijo, ¿qué he hecho yo para merecer esto?”, sería la pregunta clave. “Papi, de verdad no es lo que parece”, sería la respuesta a bote pronto. Definitivamente, se nos está yendo de las manos…
Ese abrigo a lo John Goodman en El Gran Lewosky es muy bueno, lástima que lo uses sólo para fardar aunque te estés muriendo de calor.
Ese abrigo a lo John Goodman en El Gran Lewosky es muy bueno, lástima que lo uses sólo para fardar aunque te estés muriendo de calor.
Hipster altiva
Esta chica no sonríe ni aunque le enseñes el pajarito. Es claramente una actriz cargada de nostalgia en cualquiera de Kurosawa. Congelada en el tiempo, permanece hierática hasta que le digan “muévete, la foto está lista”. Si es de las vacaciones, mejor no imaginarla en un entierro. Igual se acaba de tomar una paella fosforita en cualquier bar del centro de Madrid y tiene excusa. Say cheese!
De esta poco que mencionar, por su semblante diría que es una de esas mujeres que no ha tenido un orgasmo en su vida y se pasa las horas malhumorado y echando pestes de los hombres que se cruzan en su camino.
De esta poco que mencionar, por su semblante diría que es una de esas mujeres que no ha tenido un orgasmo en su vida y se pasa las horas malhumorado y echando pestes de los hombres que se cruzan en su camino.
Hipster clown
Este se lleva el premio con diferencia: gorrito de lana, gafillas, barba frondosa, sudadera multicolor que bien podría ser de Desigual, unas mallas de su abuela cuando iba a gimnasia y unos calcetinitos con la palaba ‘meat’ –carne- que dan a entender que le pega al atún y al betún. Y en bandolera un bolsito que no falte… es super hipster porque el mundo lo hizo así.
Después de esta colección de pintas es lógico dar todo por perdido, pero no, aún hay esperanza. Como cuenta el autor del ensayo ‘Indies, Hipsters y Gafapastas’ a El Confidencial, “del hipsterismo, como del Indie, también se sale”. Que tampoco suene esta corriente de humor a secta opusiana, pero ahí lo dejo por si alguien quiere arrimarse el libro a los ojos y empezar terapia con un “me estoy quitando” de Extremoduro. Observando sus calcetas hasta las rodillas sólo puedo decir una cosa. "Quien pudiera".
Este sujeto debería estar en el primer puesto, si señor, ole tus huevos por levantarte de la cama, ataviarte con tal indumentaria y abordar el metro en hora punta para que te vea media ciudad lo cool que eres. Seguro que Agatha Ruíz de la Prada te contrata para la nueva Pasarela Cibeles. Lástima que tengas que esperar diez meses, tal vez con un poco de suerte te salga otro bolo mientras tanto en alguna otra pasarela de menor caché.
Este sujeto debería estar en el primer puesto, si señor, ole tus huevos por levantarte de la cama, ataviarte con tal indumentaria y abordar el metro en hora punta para que te vea media ciudad lo cool que eres. Seguro que Agatha Ruíz de la Prada te contrata para la nueva Pasarela Cibeles. Lástima que tengas que esperar diez meses, tal vez con un poco de suerte te salga otro bolo mientras tanto en alguna otra pasarela de menor caché.
BONUS TRACK: Adolf Hipster
Los detractores de esta ola de flequillos al viento –lo admito, me estoy quedando calvo a lo Pedro J.- y zapatillas cool de Estambul, hacen referencias a la imagen del dictador rebautizado con el nombre de Adolf ‘Hipster’. Juzguen ustedes mismos si debemos creer en el género humano…
Esa camiseta que asoma entre el traje es fundamental para recordarnos que se pueda ir de traje y llevar camiseta en vez de camisa de vestir. Este personaje de mirada triste es un híbrido entre Hitler y Charl Chaplin.
Esa camiseta que asoma entre el traje es fundamental para recordarnos que se pueda ir de traje y llevar camiseta en vez de camisa de vestir. Este personaje de mirada triste es un híbrido entre Hitler y Charl Chaplin.
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