lunes, 10 de noviembre de 2014

Las quince masacres de lobos solitarios más sangrientas.

Cuando los medios hablan de lobos solitarios se refieren a personas desalmadas inescrupulosas y carentes de apego por la vida humana que en un momento dado de sus tristes vidas deciden acudir a un lugar en el que hay mucha gente indefensa, con el objetivo de matar al mayor número de personas para después, generalmente cuando se sienten acorralados por la policía quitarse la vida.


Estos casos inundan las portadas de los diarios y abren los telediarios de todo el planeta. La mayoría nos hacemos comentarios similares a cuando una persona mata a su pareja. Comentarios como, ¿por qué no habrá decidido quitarse la vida antes de matar a tanta gente indefensa e inocente?


¿Por qué no habrá ido al psiquiatra?


¿Qué se le pasaría por la cabeza cuando decidió irrumpir con tres ametralladoras en una escuela?


¿Qué pasaría si fuera ilegal la venta de armas?


Preguntas sin respuesta. Las tres primeras porque el sujeto en cuestión ya está muerto, y en las ocasiones en que no le da tiempo a suicidarse luego entra en un letargo permanente y nunca declara el motivo que le condujo a asesinar a tanta gente. Y si hace declaraciones es para fingir ser un loco demente y así eludir la cárcel mediante una eximente completa por enajenación mental.
La cuarta y última pregunta no tiene tampoco respuesta, al menos en Estados Unidos, porque pensar que un presidente de dicho país va a derogar la venta de armas es más disparatado que pensar que van acabar con la tiranía del bipartidismo y van a tener un gobierno que se centre en resolver sus problemas internos, en vez de bombardear terceros países en "misiones pacificadoras".


Ni una cosa ni la otra, ni están ni se les espera en la lucha contra la violencia callejera y la venta de armas a civiles. Eso sí, cada tres o cuatro meses un energúmeno entra en una escuela y mata a 20 personas. Luego Obama se pone a llorar delante de las cámaras, pide perdón a los familiares por tan macabros actos y termina diciendo que jamás volverá a ocurrir algo similar. Hasta que en pocos meses vuelve a salir a la parrilla para derramar sus lágrimas como los asesinos derraman sangre, y todo ello sin que nadie tome medidas al respecto.


Lejos queda la promesa incumplida de que se iba a prohibir la venta de armas de repetición automática. Así como la promesa que se iban a endurecer los controles de los requisitos para adquirir una pistola.


A día de hoy hay más controles para que un menor de edad no vea un par de pechos en la tv que para que un menor adquiera una recortada y mate a 33 compañeros de clase.


Gracias a ello, Estados Unidos sigue siendo el país del puritanismo, pero también el país donde matar es más sencillo. Irrumpir en una escuela o universidad y matar a 30 alumnos es pan comido. Me juego el cuello que en menos de seis meses un descerebrado irrumpe en otra escuela y tira de gatillo en tantas ocasiones o más en que lo hacen sus soldados en las misiones pacificadoras de Oriente Medio.


Con esto sólo ganan los de la asociación del rifle y los periodistas de prensa roja, que en los días siguientes a las continuas masacres venden más periódicos que cervezas se venden en San Fermines.


Las casas de apuestas especulan con la fecha de las siguientes matanzas. Las ciudades donde hubo tiroteos se abren más tiendas de armas y pasan a ser conocidas a nivel mundial. De esta manera Wisconsin, Coneticut y Austin compiten por ser las ciudades con más estudiantes masacrados en sus aulas o calles.


No me quiero extender en demasía porque está comprobado que cuanto más largo es el artículo menos lectores lo leen. Así que os dejo con el top ten de las masacres más sangrientas perpetradas en el mundo. Que nadie se lleve las manos a la cabeza si más de la mitad tuvieron lugar en Estados Unidos, el país de la libertad. De la libertad para comprar armas con las que aniquilar a tus compañeros de clase o de trabajo porque te han mirado feo.


Fuera de categoría se encuentra el de Adam Lanza, se han escrito ríos de tinta acerca de su comportamiento y de sus desplazamientos por su residencia hacia su escuela, por lo que seré breve.










El tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook de la ciudad de Newtown, estado de Connecticut. El presunto autor de la masacre, Adam Lanza, tenía cuatro armas y un chaleco antibalas. Después de la masacre, al sentirse acorralado por la policía se suicidó en el lugar de la tragedia,pero antes de ello dejó un reguero de sangre que todavía a fecha de hoy no ha podido borrar el Ajax empleado por el personal de limpieza. Aniquiló a 27 personas, entre ellas 20 niños y su propia madre.






Afortunadamente fueron muchos los que se salvaron, una de ellos explicó a la prensa: "La policía nos dijo que nos abrazáramos, nos cogiéramos de la mano y cerráramos los ojos", explicó al diario Hartford Courant, Vanessa Bajraliu, una inocente niña de nueve años.

El agresor de la escuela de Connecticut podría haber visto en la matanza de inocentes niños una manera de vengarse de las personas con las cuales estaba enfadado. Según Craig Jacksonm, profesor de psicología de la Universidad de Birmingham, los niños eran para el tirador unos "pedazos de carne", una materia, que halló en el camino.

El profesor señala que todos los llamados 'spree killers' ('asesinos relámpago') tienen algunas cosas en común. Por lo general son personas inestables, ególatras, inmaduras y propensas a inculpar a los demás de sus propias desgracias. Casi siempre odian a sus madres y comienzan matando a estas para luego continuar con sus atroces crímenes hasta que les para la policía o hasta que deciden suicidarse.



Es muy posible que fuera una bronca en casa la que tuvo unas consecuencia tan trágicas en el caso del asesino en Connecticut, cree Jacksonm. Además, el hecho de que su madre era profesora de la escuela primaria podría tener algo que ver con que el tirador eligiera a los niños como el objetivo de su agresión y método de su venganza.

Un hecho alarmante, de acuerdo con el especialista, es que a veces tales masacres van seguidas por otras parecidas, cometidas por personas que pretenden copiar a los 'afamados' agresores o incluso 'batir su récord' en lo que se refiere a número de víctimas. Esto ocurre frecuentemente en usa pero también Alemania, Finlandia o Canadá han tenido casos similares.





La masacre de Connecticut no es un hecho aislado en una sociedad enferma como la estadounidense

Según Brady Campaign to Prevent Gun Violence, una organización de prevención de la violencia con armas de fuego, la reciente masacre es sólo un ejemplo más de un hecho que lamentablemente sucede con demasiada frecuencia. Es más, la asociación afirma que desde 2005 se han producido unos 20 asesinatos masivos.


ESTOS SON LAS ANTERIORES 10 MASACRES MÁS SANGRIENTAS :



1.- Cine en Aurora, Colorado, 20 de julio de 2012

El tiroteo en el suburbio de Aurora, en Denver, es uno de los más sangrientos asesinatos masivos de los últimos años en EE.UU. Además de los 12 muertos, 58 personas resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad. El supuesto autor de la masacre, James Holmes, abrió fuego durante el estreno de la película de Batman 'The Dark Knight Rises'. El presidente Barack Obama calificó el tiroteo de “horrible y trágico”. Lo curioso del caso es que el asesino se cansó de disparar y se entregó a la policía sin mediar forcejeo alguno.





2.- Mitin político en Tucson, Arizona, 8 de enero de 2011

Jared Lee Loughner, quien según los médicos sufre problemas de esquizofrenia, fue sentenciado a 7 cadenas perpetuas y 140 años de prisión sin posibilidad de libertad condicional por el tiroteo que protagonizó en Tucson. El ataque se produjo durante un acto político que llevaba a cabo la congresista demócrata Gabrielle Giffords, a la que el asesino admiraba de manera enfermiza.


 Loughner se presentó en el evento con una pistola semiautomática y tres cartucheras con munición para intentar matar a Giffords. Asesinó a 6 personas y dejó a 13 heridos, incluida la entonces congresista. El fan que trata de matar a su ídolo es algo demasiado común por desgracia entre esquizofrénicos y lunáticos varios. Sino que se lo digan al bueno de Paco González, locutor deportivo de la Cope, quien en Majadahonda sufrió un percance similar, por fortuna él salvó su vida en una tarde donde no hubo víctimas mortales que lamentar.





3.- Base militar Fort Hood, Texas, 5 de noviembre de 2009

En total 13 soldados murieron y otros 31 resultaron heridos durante un tiroteo en la base militar de Fort Hood, Texas. El comandante Nidal Malik Hasan, de 39 años de edad, un psiquiatra estadounidense de origen palestino cuyo trabajo era asistir a los soldados que regresaban de misiones en el extranjero, está acusado del tiroteo. La defensa de Hasan ha conseguido posponer el juicio. De ser declarado culpable, podría ser condenado a pena de muerte. En la lista no podían faltar militares. Luego trataré el caso de Elías Delgado, el militar colombiano que ostenta el tercer record mundial en cuanto número de víctimas mortales.





4.- Universidad Virginia Tech, 16 de abril de 2007

El tiroteo más sangriento en la historia de EE.UU. El estudiante Seung-Hui Cho abrió fuego en una residencia estudiantil y un aula y se suicidó tras el ataque. El joven asesinó a 32 personas usando una pistola Glock modelo 19. La reciente masacre en Connecticut es la segunda peor en la historia de EE.UU. por detrás de esta. Este surcoreano tenía todo atado y bien atado antes de actuar. Para que nada se le fuera de las manos decidió poner candados en las puertas de salida para que así no se le escapara nadie. Al mismo tiempo evitaba que entrara la policía.


Como en la mayoría de los casos, la policía tardó en llegar y pensó que se trataba de varios asesinos. Este hecho hizo que tardaran mucho en aproximarse al aula donde Cho daba rienda suelta a sus instintos asesinos. Cuando se sintió acorralado dijo basta y se pegó un tiro a bocajarro que resultó mortal de necesidad.





5.- Instituto Columbine, Colorado, 20 de abril de 1999



En abril de 1999 los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold irrumpieron en el Instituto Columbine de Littleton, en Colorado, matando a tiros a 12 estudiantes y un profesor antes de suicidarse. Los jóvenes iban armados con un fusil de asalto, dos escopetas y un revólver.



Aunque Columbine no es la matanza más sangrienta de la historia del país, fue una de las que tuvo mayor impacto entre la población. Los dos asesinos actuaron con premeditación. En la película Elephant son caracterizados como pareja sentimental, que antes de suicidarse se dan unos cuantos besos en los baños de la escuela. Algo que nunca se probó que realmente pudiera suceder. Todo indica que se suicidaron al escuchar a los policías que les tenían rodeados.


Tan sólo un mes después de la tragedia, 4 escolares de entre 12 y 14 años fueron detenidos acusados de preparar una matanza semejante en su colegio en Port Huron, Michigan.





6.- Universidad de Austin, Texas, 1 agosto de 1966

Charles Whitman, mató a su mujer, luego se acercó a la casa de sus padres para matar  a su madre. Acto seguido este maquiavélico sujeto se subió a una torre de 28 pisos de la Universidad de Austin desde donde acabó con la vida de 16 personas e hirió a unas 30 más que deambulaban por una de las calles más transitadas de la ciudad texana. Cuando la policía consiguió ascender al lugar donde se hallaba el franco tirador se produjo un tiroteo donde fueron heridos varios policías, hasta que finalmente uno de ellos pudo pegarle cuatro tiros a Whitman para acabar con su vida. "Parecía inmortal, le disparé tres veces al estómago y cuando me acerqué a él seguía vivo, le tuve que tirar al cráneo para matarle, sino se hubiera levantado y hubiera continuado con la matanza"-aseveró el policía.




7. La masacre de Erfurt. Alemania.






A los alemanes también le gustan las armas más que a un tonto un lápiz, eso es algo que ya sabemos. Después de la birra, el codillo, y los hot dogs lo que más le gusta es una buena pistola con la que sentirse un poco más hombres. La fuerza que no les proporciona su falo se la proporciona una pistola.


El día de la masacre, Steinhäuser salió de su casa como de costumbre, diciendo a sus padres que tenía un examen. Cuando entró en el campus, fue a los servicios para cambiarse la ropa y ponerse un conjunto estilo ninja. A parte de un asesino era un Friki de las artes marciales, algo parecido al Shaolin de Bilbo.
Los disparos empezaron a las once de la mañana aproximadamente. Steinhäuser se trasladó de un aula a otra, haciendo una pausa breve en cada entrada para disparar a los profesores. Según los estudiantes, Steinhäuser los ignoró y sólo apuntaba a los catedráticos, aunque dos alumnos tras una puerta cerrada fueron acribillados.
La policía llegó cinco minutos después de iniciarse el tiroteo. Poco tiempo después, Steinhäuser mató a un agente de policía de un disparo en la cabeza. Antes de suicidarse fue enfrentado por uno de sus profesores, Rainer Heise, quien detuvo a Steinhäuser con las palabras:
—"Drück ab! Wenn du mich jetzt erschießt, dann guck mir in die Augen!" ("¡Tira del gatillo! ¡Si me disparas ahora, mírame a los ojos!").
Se dice que Steinhäuser se quitó la máscara y respondió:
—"Für heute reicht's, Herr Heise!" ("¡Basta por hoy, Señor Heise!").
Según Heise, habló con Steinhäuser durante un momento, aprovechando que el energúmeno aparentaba sentirse cansado de tanto apretar el gatillo. El maestro le comió la cabeza con buenas palabras atrayéndole a la entrada de una aula vacía.


 Cuando Steinhäuser se puso en la entrada, Heise empujó a Steinhäuser al interior del salón y cerró la puerta. Steinhäuser se suicidó y su cuerpo fue encontrado por la policía unas horas después de la masacre.[1] La masacre resultó en 71 heridos por arma de fuego.


Placa conmemorativa a la masacare.
Las últimas palabras de Steinhäuser, que fueron "Für heute reicht's" ("Bastante por hoy"), se tomaron para el título de un libro muy controversial sobre la masacre escrito por Ines Geipel, quien alegó que la policía cometió varios errores durante la intervención. Geipel y los familiares de las víctimas criticaron el tiempo de reacción de la policía ante la emergencia. Inicialmente la policía creía que había un segundo pistolero, lo que los llevó a la estrategia de retomar el control del colegio aula por aula en vez de tomar el edificio completo rápidamente.[2]
Heise fue considerado como un héroe por encerrar a Steinhäuser en un cuarto y parar la masacre, sin embargo, después comenzó a recibir críticas violentas por parte de la opinión pública.[3]

Reacciones

  • Por casualidad, el día de la masacre, el gobierno alemán estaba discutiendo el aumento de la edad legal para poseer un arma de fuego de 18 a 21, mientras otros querían una prohibición de todas las armas de fuego. Más adelante, salvo para cazadores, la edad legal para poseer un arma de fuego de más de un calibre de .22 LR (y 2000 julios) fue aumentada a 21, con una prueba médica y psícológica adicional para los menores de 25 años. Además, las escopetas a corredera con un apretón en forma de una pistola fueron prohibidas.
  • La familia de Steinhäuser hizo una declaración a las fuentes de los medios de comunicación, diciendo que "siempre nos arrepentimos de que nuestro hijo y hermano haya traído tal sufrimiento horroroso a las víctimas y sus familiares, la gente de Erfurt y Thuringia, y toda Alemania".[4]


Perpetrador y armas de fuego

El perpetrador fue Robert Steinhäuser, quien había sido expulsado unos meses antes de la masacre por culpa de su absentismo escolar y por falsificar calificaciones. Steinhäuser había ocultado su expulsión a su familia y salía de la casa cada día para dar a sus padres la impresión de que iba al colegio. Durante la masacre usó un 9 mm Parabellum Glock 17 y tuvo una escopeta a corredera atada a su espalda, pero no la usó. Tenía licencia para ambas armas de fuego.










8. La masacre de Bath:




Andrew Kehoe había nacido en Tecumseh, Michigan, el 1 de febrero de 1872. En 1927 había cumplido los 55. No tuvo una infancia fácil, nacido en una familia de 13 hermanos, su madre había muerto siendo él aún muy joven. Con el tiempo, su padre se volvió a casar, pero Andrew nunca se llevó bien con su madrastra, las peleas con ella eran continuas.



Un día, cuando Andrew sólo tenía 14 años, su madrastra estaba intentado encender una estufa de petróleo cuando esta explotó. Enseguida, la madrastra se vio envuelta en llamas, cubierta por el petróleo. En un primer momento, Andrew no hizo nada para ayudarla. Al cabo de unos minutos, le arrojó un cubo de agua, pero ya era tarde, el daño ya estaba hecho y la mujer murió a causa de las heridas. Pese a su escasa edad, los vecinos sospecharon que el joven Andrew tuviera algo que ver con el mal funcionamiento de la estufa.



Al acabar el instituto Kehoe viajó por el oeste del país unos años durante los cuales su familia supo poco de él. En 1911, mientras trabajaba de electricista en Missouri, sufrió una grave herida en la cabeza a causa de una caída. Durante dos meses, Andrew se debatió entre la vida y la muerte, entrando y saliendo del coma. En su tiempo, se especuló que esta herida fue la causa de su comportamiento futuro.



Cuando regresó a Michigan, Kehoe se casó con Nellie Price, a la que había conocido en el instituto. Nellie era de familia rica. Con el tiempo, el joven matrimonio compró a una tía de Nellie una granja de 75 hectáreas en las afueras de Bath por 12.000 dólares, pagando 6.000 en efectivo y pidiendo una hipoteca para los otros 6.000.

Nellie había vivido en Bath durante su infancia, era una persona apreciada, y el pueblo la recibió bien a su regreso. Sin embargo, su marido no se acabó de integrar. Todos coincidían que Andrew era un tipo raro.
Siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesitara, pero no tardaba en criticar cuando no se salía con la suya. Era una persona inteligente, capaz de desarrollar sus puntos de vista, pero, a menudo, se volvía intransigente cuando los demás le llevaban la contraria o no hacían las cosas a su manera. Parece ser que esta había sido una tendencia que Kehoe fue adquiriendo con los años, según el testimonio de algunos compañeros de colegio, cuando era joven era relativamente sociable.

matanza


Andrew Kehoe y su mujer, foto del 1920


En el vecindario, Andrew era conocido pero no popular. Por muy amigo que se considerara una persona de él, siempre había un sentimiento de distancia. No ayudaba su costumbre de dar respuestas directas y cortantes sin mediar explicación. Monty Ellsworth, uno de sus vecinos, recuerda en su libro “The Bath School Disaster” como una vez ante un comentario suyo tan inocente como “No es buen tiempo para el trigo”, Kehoe le respondió con toda una extraña disertación sobre los motivos por los cuales los granjeros jamás deberían volver a cultivar trigo.



Todos sabían, también, que Andrew era una persona meticulosa en la forma de vestir y en las maneras. Su inclinación por la limpieza llegaba a ser toda una obsesión. A pesar de su afición por la maquinaría, siempre lucía un aspecto impecable. Sus vecinos estaban acostumbrados a que se cambiara de camisa cada medio día o a la menor mancha.


 Si él se manchaba por cualquier motivo, inmediatamente iba a lavarse para volver, otra vez, limpio y reluciente. Sin embargo, otras actitudes de Kehoe no eran tan bien vistas. Kehoe tenía fama de ser cruel con los animales de su granja y, según algunos vecinos, una vez había apaleado a uno de sus caballos hasta la muerte.

Andrew tenía un especial interés por la maquinaría, en especial por todo lo relacionado con la electricidad. Disfrutaba reparando y haciendo ajustes a la maquinaría de su granja. También, le encantaba probar nuevas maneras de llevar a cabo las tareas del campo. Sus vecinos veían, a veces sorprendidos, como trabajaba sus tierras a su manera, siempre diferente de cómo lo hacían los demás. Todo lo intentaba hacer con su tractor y probaba sus propias invenciones, como enganchar a la vez dos segadoras al tractor o usar varios rodillos. Perdía tanto tiempo trasteando que la granja no progresaba, según Ellsworth. Otros, simplemente, lo veían como un granjero fracasado.


Con el tiempo, Kehoe se ganó una reputación de frugal, lo cual le ayudó a ser elegido tesorero del consejo de la escuela de Bath en 1926. Desde el consejo, Kehoe luchó incasablemente para rebajar los impuestos, que según él decía, eran los causantes de sus dificultades económicas. Sus acreedores intentaron sin éxito llegar a un acuerdo con él. Al poco, Kehoe dejó de pagar su hipoteca y para el momento de la tragedia ya se había iniciado el proceso de ejecución.

historia


La casa de Andrew y Nellie antes de la tragedia



escuela


Y después


Para hacerlo todo aún más difícil, su mujer, Nellie, sufría una tuberculosis crónica. Debido a su enfermedad, Nellie se veía obligada a pasar largas temporadas en el hospital, lo cual aún reducía más los ahorros de la pareja y, parecer ser, fue una de las causas de las deudas de la familia. Kehoe temía, y creía que era más que probable, perder su granja por las deudas.


Kehoe culpaba a los impuestos de todos sus males. No podía entender la necesidad de un colegio mejor y más grande. Creía que la mayoría de los gastos de la ciudad eran despilfarros inútiles. Pero por encima de todo, Kehoe culpaba a la escuela de Bath de todos sus problemas.



Lo habitual durante esos años en Michigan era que las escuelas estuvieran dispersas por las zonas rurales. Se trataba de escuelas con una única aula, en las que los alumnos de diferentes cursos compartían clase con un único profesor. Sin embargo, se empezó a extender la idea que era mucho mejor para los alumnos asistir a una escuela mayor que diera servicio a varios pueblos. De esta manera, sí que era posible dividir a los alumnos por cursos y tener instalaciones de una mayor calidad.

Después de años de discusión, el distrito acordó construir una nueva escuela en Bath. Para sufragar el gasto se tuvieron que subir los impuestos, y los propietarios de tierras, como Andrew Kehoe, no lo recibieron con agrado. Kehoe se quejó una y otra vez contra esta subida y contra la escuela. Culpabilizaba al director, Emory E. Huyck, por influir sobre los demás miembros del consejo. Kehoe se obsesionó por la política de la escuela, el director y la injusticia de los impuestos.



Durante el verano de 1926, Kehoe, que tenía famas de “manitas” y buenos conocimientos de electricidad y mecánica, recibió el encargo de llevar a cabo el mantenimiento de la escuela que tanto odiaba. Como resultado de su nuevo cargo, Kehoe tenía libre acceso a la escuela y se movía con total libertad por toda ella.

Lo que nadie sabía es que Kehoe había acumulado en su granja cerca de una tonelada de un explosivo llamado pyrotol, un explosivo fabricado con los excedentes de la Primera Guerra Mundial. Para evitar levantar sospechas, había comprado pequeñas cantidades en diferentes almacenes de la zona de Lansing durante varios meses, quizás un año. El pyrotol era usado habitualmente por los granjeros para realizar excavaciones. Era bastante habitual escuchar explosiones en la granja de Kehoe, que pasó a ser conocido en Bath como el “granjero dinamita”. Para los que preguntaban, él se excusaba diciendo que usaba la dinamita para quitar las raíces de los árboles que cortaba.

bath


Explosivos recuperados de la escuela (New York Times)


Con la misma paciencia que Kehoe se había ido haciendo con el pyrotol, fue colocándolo en la escuela. Cada día llevaba la cantidad justa que necesitaba. Kehoe colocó cientos de metros de cable ocultos detrás de vigas y paredes. Los cables conectaban las diferentes cargas entre sí. En las tuberías y debajo del suelo colocaba grandes cantidades de pyrotol. Sin que nadie se hubiera dado cuenta, Kehoe había colocado casi media tonelada de dinamita en la escuela.



De un modo similar, Kehoe había llenado su granja de bombas incendiarias. Había colocado una en cada una de sus edificios. Se trataba de recipientes llenos de gasolina con cables que salían de bujías de coche, que, a su vez, estaban conectadas a un batería de coche. Kehoe sabía bien que el dispositivo funcionaba porque lo había probado varias veces en su granja.



El 17 de mayo empezó los preparativos para el día para el que Andrew Kehoe se había preparado a consciencia. Andrew cargó su camioneta con herramientas, maquinaría y cualquier trasto metálico que pudiera servir de metralla. Cuando la parte trasera de la camioneta estuvo llena, colocó una carga de dinamita debajo. Ese mismo día, los niños de quinto grado de la escuela celebraron un picnic en la arboleda de la granja, Andrew, amablemente, había llamado a la profesora para adelantar el picnic que estaba planeado para el día siguiente.



Esa misma tarde, o tal vez a la mañana siguiente, Kehoe mató a su mujer golpeándola con algún tipo de objeto contundente en la cabeza y a continuación llevó su cuerpo con una carretilla a la parte trasera de la granja, donde lo dejó. Después, continuó cableando la casa, en cada edificio colocó una de sus bombas incendiarias. Si todo iba como tenía planeado, la granja ardería en llamas de manera simultánea, y para cuando llegaran los bomberos no quedaría nada. La casa, el granero, los árboles, los animales, no quedaría nada para la familia de su mujer ni para los bancos.



Finalmente, el día llegó, el 18 de mayo de 1927. Lo primero que hizo Kehoe fue ir a la oficina de correos, desde la que envió un paquete con el historial de las cuentas de la escuela. Según él, había una discrepancia de 22 centavos. A las 8 de la mañana, los niños empezaron a llegar a la escuela. A las 8:30 ya habían entrado a clase. Mientras tanto, Kehoe ya había acabado los últimos preparativos en su granja y las 8:45 detonó las bombas incendiarias. Todo el lugar explotó en llamas, los cascotes salieron despedidos con tal potencia que llegaron hasta las granjas vecinas.



Los vecinos, asustados por el estruendo, acudieron a ayudar. Cuando llegaron los vecinos, Kehoe estaba subido ya a su camioneta. Al cruzarse con Sidney J. Howell y sus hijos, con los que se llevaba bien, les recomendó: “Chicos, vosotros sois mis amigos. Mejor marcharos de aquí, iros lejos de la escuela”.
 A los pocos minutos, toda la granja estaba envuelta en llamas. A las 9:45, cuando los vecinos aún no entendían muy bien que había pasado en la granja, otra explosión de oyó en la distancia. La escuela de Bath había saltado por los aires. Las primeras personas en llegar, oían a los niños gritando y llorando, cubiertos de polvo y sangre. La explosión había destruido todo el ala derecha de la escuela. Los muros habían desaparecido y el tejado estaba en el suelo. Las madres y los transeúntes se esforzaban por rescatar a los niños.

andrew kehoe





No había pasado todavía media hora, cuando Kehoe apareció montado en su furgoneta. Al ver al director Huyck, bajó de la furgoneta y le llamó. Mientras Huyck se acercaba, Kehoe sacó el rifle apuntó a la dinamita y disparó. Otra explosión estremeció el pueblo. La metralla salió disparada en todas las direcciones, atravesó los arboles, las ventanas y las casas que encontraba en su camino. Huyck murió. Algunos de los niños que habían sobrevivido a la primera explosión, también.



Los trabajadores de la escuela no sabían que pasaba, el pánico se había apoderado de ellos. Algunos llegaron a pensar en algún tipo de ataque militar. En seguida, comenzaron a circular los rumores de que habría más explosiones. De hecho, la granja de Kehoe seguía ardiendo y en la distancia se seguían oyendo detonaciones.



En la escuela, mientras cientos de personas se esforzaban por encontrar supervivientes entre las ruinas, se produjo un hallazgo escalofriante. Un policía salió del sótano cargado con más dinamita. Los trabajos de rescate se pararon, mientras los oficiales de policía desactivaban los explosivos. En total, 250kg de dinamita, cables y detonadores, escondidos en varios lugares en la parte sur del edificio.
Se encontró un paquete con un despertador preparado para explotar a las 9:45, la misma hora que había volado por los aires el ala norte. No se pudo determinar el motivo por el cual no explotó, aunque se especuló con la posibilidad que la primera explosión la hubiera desconectado o producido un cortocircuito en el segundo paquete de bombas.

Poco a poco, se fueron recuperando los cadáveres de las víctimas inocentes. El ayuntamiento se convirtió en una improvisada morgue por la que circulaban los padres para identificar los restos de su hijos.

La Matanza De La Escuela De Bath


Las últimas palabras de Kehoe


A la mañana siguiente, la policía encontró en la granja de Kehoe lo que quedaba del cuerpo de su mujer, junto a unas cuantas joyas de plata y una pequeña cajita metálica de las que se usan para guardar el dinero, cerca se podían encontrar restos de unos cuantos billetes quemados. Todos los edificios de la granja habían sido destruidos.
 Los caballos, que muy probablemente Kehoe había atado para evitar que se salvaran, habían muerto, al igual que el resto de animales que habían quedado atrapados dentro de la granja. Mientras la policía examinaba la granja tratando de encontrar alguna pista, encontraron un enigmático letrero de madera que decía “LOS CRIMINALES NO NACEN, SE HACEN”. 38 niños y 7 profesores murieron y otras 61 personas sufrieron heridas graves.



Los periódicos de la época, tratando de buscar una explicación a lo sucedido, especularon libremente sobre la posibilidad que Kehoe fuera una especie de paso atrás en la evolución humana, un hombre de las cavernas desconcertado por tener que vivir en sociedad. Científicos de la Universidad de Michigan expresaron su intención de examinar el cráneo que, según el testimonio de algunos vecinos , tenía unas extrañas protuberancias en la frente y la parte trasera.



Los restos mortales de Kehoe fueron reclamados por su hermana, Agnes Kehoe. Sin ceremonia, fue enterrado en la fosa común del cementerio de Mount Rest, en una tumba sin nombre. Nellie Kehoe fue enterrada por su familia en el de Mount Hope con su nombre de soltera, Nellie Price.

Andrew Kehoe, ¿criminal o demente?

PS: Después de hacer un inventario de lo encontrado en la granja, las autoridades concluyeron que de haber vendido la gran cantidad de maquinaria sin usar y materiales que había en la granja, Kehoe hubiera podido pagar todas sus deudas.






9. Masacre en la escuela de Jokela, Finlandia.




Ocurrió en un colegio de la ciudad de Tuusula, el 7 de Noviembre de 2007 donde un alumno de 18 años ingresó armado al edificio y disparó contra varias personas. Los muertos son siete estudiantes, la directora del establecimiento y el agresor, que se pegó un tiro en la cabeza tras el ataque. El joven habría anticipado la masacre en un video en Internet.


Los fineses ya ni se acordaban de la tragedia de Rauma, cuando en 1989 un adolescente de 14 años irrumpió en su escuela pegando tiros a diestro y siniestro, tan sólo logró matar a dos compañeros pero hirió a varios más. El caso se silenció rápidamente. Eran tiempos convulsos y los medios prefirieron hablar de la caída del Muro de Berlín y del inminente final de la Unión Soviética más que de sus problemas internos, entre otras la archiconocida afición desmesurada de sus connacionales por las armas.





Esta vez fue un joven de 18 años de un colegio de secundaria quién ingresó armado hasta los dientes al establecimiento y disparó contra varias personas. La policía finlandesa confirmó que ya son nueve los muertos: siete alumnos, la directora y el joven agresor, que se pegó un tiro tras el ataque.

El tirador había sido internado en grave estado en el hospital de Toolo en Helsinki, luego del intento de suicidio. Tras pasar unas horas en terapia intensiva, murió. Otra vez se cumplía la máxima de que terminan muertos.



La escuela de Jokela, situada a unos 50 kilómetros al norte de Helsinki, cuenta con unos 300 alumnos de primaria y 160 de secundaria.

Según sus compañeros, dos semanas antes del ataque el joven de 18 años ingresó en el portal YouTube con el apodo alemán "Sturmgeist89".

Pocas horas antes de la agresión colgó un video bajo el título "Jokela High School Massacre", en el que se veía un arma de fuego apuntando contra la escuela. El video fue descargado en dos horas por 125.000 usuarios.

El presunto agresor ingresó poco antes del ataque en YouTube y también dio su nombre real. En el texto en inglés, decía entre otras cosas: "Soy un cínico existencialista (...) Estoy dispuesto a morir por mis cosas".

La policía aseguró que la identidad del joven no está clara. Por eso no puede estar segura de que haya sido él el autor de las palabras en Internet. YouTube cerró poco después el acceso a las páginas en cuestión.


10. Masacre en KAUHAJOKI, Finlandia.




 Un estudiante  mató a 10 personas en una escuela de Finlandia, planeó su ataque desde el 2002 y se inspiró en la masacre de Columbine en Estados Unidos, relató a la policía. Ocurrió el 23 de septiembre de 2008. Probablemente también se inspiró en su congénere que unos meses antes había actuado en Jokela. Quien sabe si sus maléficos deseos del 2002 ya habían quedado en el olvido y su s ganas de asesinar no se hubieran vuelto a reactivar sin el caso de Jokela. Desgraciadamente las malas noticias nunca vienen solas. Así debieron pensar las autoridades finesas tras este segundo brote de violencia.


Matti Saari, de 22 años, mató a nueve compañeros -ocho mujeres y un hombre- y a un miembro del personal en una escuela de turismo, un día después de ser interrogado por la policía por videos que publicó en internet de él en un polígono de tiro.




“En la casa se encontró una nota que decía ‘Siempre quise matar a la mayor cantidad de gente posible'”, dijo el miércoles el jefe de investigación, Jari Neulaniemi, en una conferencia de prensa.
El tiroteo en la ciudad de Kauhajoki, en el oeste de Finlandia, fue un nuevo golpe para el país nórdico, que aún no salía de su asombro tras la masacre similar en noviembre pasado.


En aquel episodio, fue Pekka-Eric Auvinen, de 18 años, asesinó a ocho personas y se suicidó. Al igual que Saari, anunció su intención en amenazantes videos en la página YouTube y murió más tarde en el hospital por una herida que se provocó en la cabeza.




“Parece que era un joven con dos caras, un niño callado en la escuela, pero que tenía otra vida en su apartamento con su laptop”, dijo Tapio Varmola, director de la Seinajoki University of Applied Sciences que administra la escuela Kauhajoki a la que asistía Saari.


Varmola dijo a los medios que no conocía personalmente a Saari, pero estaba en el edificio cuando comenzaron los gritos desde el piso de abajo. El director dijo que los estudiantes, el personal y los familiares que se reunieron el miércoles en Kauhajoki seguían impactados y deprimidos.
Los estudiantes estaban en un aula rindiendo examen cuando Saari comenzó a disparar con un arma Walther calibre 22. También disparó a la policía y al personal del servicio de rescate, pero la policía no le respondió.
Las banderas se izaron a media asta en Finlandia el miércoles mientras el país reflexionaba sobre temas como internet y la tenencia de armas. Este es el único caso en el que asesino no sintió deseos de suicidarse tras su macabra actuación, lo que desconcierta más si cabe.


11. Masacre de Canadá:

La masacre de L'École Polytechnique de Montreal . Marc Lépine de veinticinco años de edad, armado legalmente con un rifle semi-automático y con un cuchillo de caza disparó contra veintiocho personas, matando a catorce de ellas (todas mujeres) e hiriendo a las otras catorce antes de suicidarse.



 Comenzó su ataque entrando en uno de los salones de clases de la Universidad donde separó a los estudiantes entre hombres y mujeres. Después de clamar que estaba "luchando contra el feminismo" le disparó a las nueve mujeres del aula, matando a seis de ellas. Después, anduvo por los pasillos, la cafetería y otro salón, seleccionando especialmente mujeres para dispararles. Mató catorce mujeres, hirió a cuatro hombres que se interpusieron y a diez mujeres en veinte minutos de disparos, antes de apuntarse a si mismo y suicidarse.



Lépine fue el hijo de una mujer francocanadiense y de padre argelino, y había sido abusado físicamente por su padre durante su infancia. En su nota suicida culpaba a las feministas, a las que acusó de arruinarle la vida. También decía que las mujeres pensaban en mantener sus privilegios, sin importarles arrebatárselos a los hombres. La nota incluía la lista de diecinueve mujeres de Quebec, a las que creía feministas, por lo que deseaba matarlas.



Desde el ataque, los canadienses han debatido las interpretaciones de la masacre, su significado y los motivos de Lépine. Muchos grupos feministas y otras organizaciones, tildaron al ataque como uno anti-feminista y que mostraba la realidad de la violencia contra las mujeres.



 Consecuentemente, cada día cumplido del aniversario de la masacre se lo conmemora como El Día nacional del recuerdo por las víctimas de la violencia contra la mujer. Otras personas dijeron que el ataque se debió al sufrimiento de Lépine en su infancia o simplemente el acto de un hombre solitario, loco impulsado por diferentes factores sociales. También, otros han echado las culpas a la violencia que se vive hoy día y que se ve en los medios de comunicación, el aumento de la pobreza, el aislamiento y el rechazo social, particularmente en los sectores de inmigrantes.



La masacre hizo endurecer las leyes de armas en Canadá y cambió la táctica policial en respuesta a un tiroteo. Se relacionó mínimamente este tiroteo con la Masacre del Dawson College donde un hombre de ascendencia india nacido en Montreal, asesinó a una estudiante antes de suicidarse. Pero este caso fue mucho más mortal, demostrando ser el asesino misógino más mortal tras Elías Delgado.

En 2009 el director de cine canadiense Denis Villeneuve dirigió la película "Polytechnique" que está basada en los hechos sucedidos en Montreal. Como buen cinéfilo recomiendo el visionado de esta película. Son pocos los filmes que se han hecho entorno a estos casos que recojo. La mayoría de las veces el respeto a las víctimas se impone a la necesidad de contar los hechos. La sociedad demanda más películas de héroes que de antihéroes.



12. La masacre de Dublaine, escocia.



La masacre de Dunblane fue un asesinato múltiple que sucedió en la Escuela de Primaria de Dunblane, en Escocia, el día 13 de marzo de 1996. Dieciséis niños y un adulto fueron asesinados durante el ataque perpetrado por Thomas Watt Hamilton, quien después se suicidó. Es el asesinato múltiple de niños más importante del Reino Unido.


 Entre los alumnos que se salvó de morir baleado se encuentra el tenista Andy Murray, el campeón de Wibledon y entre otros grandes torneos nunca ha querido hablar del tema. Aquello fue un calvario enorme y un trauma del que le costó mucho tiempo salir. Muchos de sus amigos fueron baleados y él se salvó gracias a que pudo esconderse tras su pupitre. Lo tiró al suelo y le sirvió de barricada. Si el asesino hubiera querido acabar con todos podría haberlo hecho, pero prefirió quitarse la vida antes de recorrer los escasos 20 metros que le separaban del pupitre que salvó la vida a Andy y a unos pocos compañeros más.


Andy no pudo sobreponerse a ello y le pidió a su madre salir de su localidad para poder superar la tragedia. Al poco tiempo se fue a vivir a Valencia donde continuó jugando al tenis y compitiendo al más alto nivel. Su entorno comenta que el cambio le ayudó mucho a nivel tenístico. La competencia en Valencia era mayor que en Escocia y eso le ayudó a crecer como jugador.


13.La masacre de Nebraska, en el Westroads Mall:


 Se produjo el 5 de diciembre de 2007 en Omaha, Nebraska, Estados Unidos. Se saldó con un total de 9 muertos, incluido el asesino, y 5 heridos. El asesino fue Robert A. Hawkins, que en la nota de suicidio argumentaba que quería "ser famoso". El asesinato fue efectuado en la tienda departamental Von Maur. Fue el asesinato más mortal en Nebraska desde una asesinato cometido por Charles Starkweather en 1958. Corre el rumor que aquel día el espléndido tenista nebraskino, Andy Roddick, se encontraba haciendo compras navideñas en ese mal, aprovechando el parón navideño que el circuito atp ofrece en tan señaladas fechas.


Por fortuna, Andy se encontraba en otra planta del mall cuando los disparos comenzaron a estremecer a los compradores acabando con el clima de paz y sosiego que imperaba en el citado centro comercial. Bulo o verdad, lo cierto es que el Bombardero de Nebraska nunca lo ha desmentido.



14: La masacre de Bogotá:

La masacre ocurrió al anochecer del 4 de diciembre de 1986. Los asesinatos comenzaron horas antes en el apartamento de una de sus estudiantes de inglés, en donde mató a su alumna y a la madre de esta. Delgado regresó al edificio de apartamentos donde residía con su madre, a la cual ultimó para seguir con varios de sus vecinos, y luego se dirigió a un lujoso restaurante italiano de nombre Pozzetto, en el sector bogotano de Chapinero. Delgado estaba armado con un revólver calibre 32 largo, llevaba cinco cajas de municiones en un maletín y un cuchillo de caza, que descartó durante su recorrido por las instalaciones del restaurante.

Delgado fue militar en la guerra de Vietnam, formando parte de las boinas verdes. Cuando se cansó de trabajar para el ejército de Estados Unidos comenzó a malvivir en las calles de N. York. Cuando se le acabó el dinero decidió regresar a Bogotá. Allí sobrevivía impartiendo clases de inglés, aunque su sueño era poder ser escritor de novelas como su congénere García Márquez. Delgado era misógino, sobre todo odiaba a su madre. Las continuas disputas con su progenitora fueron el detonante principal de la carnicería que cometió aquel fatídico 4 de diciembre del 86.

 Esa tarde se hallaba en su apartamento, llenó un maletín con municiones y cargó su arma. Caminó alrededor de su madre y la asesinó de un golpe certero en la cabeza después de una discusión. Luego envolvió el cuerpo en gasolina y periódicos y le prendió fuego. Salió del apartamento y corrió por el edificio gritando “¡Fuego! ¡Fuego!”, llamando a los otros residentes para que abrieran y le dejaran llamar a los bomberos. Así asesinó a seis personas más (uno de ellos con el cuchillo que llevaba en el maletín).

Delgado llegó al restaurante ubicado en la calle 61 con carrera séptima, corazón de la localidad de Chapinero, hacia las 19:30 (hora de Bogotá 7:30), ordenó una cena costosa, vino y un vodka con naranja. Una hora después comenzó a dispararle a los otros comensales. Una mujer logró llamar a la policía, que llegó diez minutos más tarde, cuando Delgado ya había asesinado a una decena de personas, la mayoría mujeres.

 Su método era arrinconar a las víctimas, dispararles a quemarropa en la cabeza y continuar con la siguiente persona. Quince personas más resultaron heridas. Varios policías ingresaron atropelladamente al establecimiento y comenzaron a disparar en desorden (sin ningún objetivo determinado) con sus ametralladoras Uzi. Una niña de seis años murió en medio del tiroteo. Delgado en ese momento estaba forcejeando con dos hombres, y recibió 6 disparos de bala, 4 de ellos en la cabeza. Según el estudio forense, la trayectoria de las balas reveló que Delgado no se suicidó sino que fue abatido por la policía.

Campo Elías ocupaba el récord de haber asesinado a 29 personas solo, hasta que Cho Seung-hui superó ese número. Cabe destacar que Delgado solo contaba con un revólver y un cuchillo (mientras que la mayoría de los asesinados presentaban heridas de ametralladora), mientras Cho utilizó dos pistolas semiautomáticas.

Con los atentados de Noruega de 2011 se relegó la posición de los dos anteriores. Los ataques del 22 de julio de 2011 en Noruega consistieron en una explosión en el distrito gubernamental de Oslo y un tiroteo ocurrido dos horas después en el islote de Utøya (lago Tyrifjorden, Buskerud), con un saldo provisional de 77 muertos y más de un centenar de heridos, muchos de ellos adolescentes.

En 2002, el escritor colombiano Mario Mendoza publicó Satanás, una novela testimonio que analiza el caso de Delgado, y que alcanzó gran éxito de ventas y varios premios internacionales de literatura. Mendoza conoció a Delgado en la Universidad Javeriana de Bogotá, cuando era estudiante de literatura, y sostuvieron una amistad a partir de la literatura, la cual compartían. Conversó con él tan solo horas antes de la masacre.
En 2002 la novela recibió el premio Biblioteca Breve.

En 2006, el productor de cine colombiano Rodrigo Guerrero y el director Andi Baiz realizaron la adaptación al cine de la novela de Mario Mendoza, protagonizada por el actor mexicano Damián Alcázar, el colombiano Andrés Parra, las primeras actrices Teresa Gutiérrez y Vicky Hernández, además de varios actores en el elenco; y enmarcando el caso en un contexto de soledad urbana en el mundo moderno, para dar luces sobre las motivaciones y ansiedades de Campo Elías Delgado (que en la película se llama Eliseo) pero evitando conclusiones explícitas o maniqueas.[4]



15. Masacre en Argentina, septiembre de 2004



La mañana del martes 28 de septiembre de 2004 en la Escuela de Enseñanza Media Nº202 Islas Malvinas de Carmen de Patagones, un chico de 15 años llamado Rafael Solich, mejor conocido como "Junior", disparó sobre sus compañeros en el aula en la que compartían el primer año del ciclo Polimodal (secundario). La masacre se llevó a cabo a las 7:35, hora del comienzo de las clases, Solich ingresó al colegio al que concurren unos 400 estudiantes, escondiendo una pistola Browning calibre 9 mm (perteneciente a su padre, un suboficial de la Prefectura Naval Argentina), otros dos cargadores y un cuchillo de caza escondidos en un camperón militar.
En el aula 1ºB, Solich se coloco en frente de la clase, tomó el arma y la descargó contra sus compañeros de aula sin mediar palabras, después de vaciar la pistola, salió al pasillo. Cargó un segundo cargador e hizo un nuevo disparo, esta vez hacia el kiosquero de la escuela a quien no alcanzó a herir.
Siguió su camino por el pasillo principal de la escuela hasta que Dante Penna, uno de sus compañeros de aula, se le abalanzó y logró quitarle el arma. Luego de enteradas las autoridades, no se resistió, fue arrestado y trasladado a la ciudad portuaria de Bahía Blanca.
La tragedia tuvo el triste privilegio de ser la primera masacre escolar (realizada por un solo individuo con un arma de fuego) registrada en América Latina.
Como saldo del ataque fallecieron tres compañeros de aula, de entre 15 y 16 años; además de haber cinco heridos. El entonces presidente Néstor Kirchner calificó el episodio como doloroso y dispuso dos días de duelo nacional.
En todas las escuelas del país se realizó una jornada de reflexión en la que se leyó una carta enviada por el Ministerio de Educación a todos los establecimientos educativos del país[2]

Condena[editar]

Al iniciarse la causa judicial, Rafael fue confinado a un centro de internación para jóvenes delincuentes en el partido de Ensenada.
Luego de ser declarado inimputable, Alicia Ramallo, la jueza que llevó el caso, se hizo cargo de su tutela y lo internó en un centro psiquiátrico juvenil en la localidad de San Miguel.
Su Progenitor Rafael Solich (padre) fue condenado a 45 días de prisión por negligencia al dejar el arma al alcance de un menor.

El caso en los medios[editar]

El programa de televisión "Instinto Asesino" de Discovery Channel, que cuenta con seis episodios donde se muestran los crímenes que estremecieron a América Latina en los últimos tiempos, narra los hechos ocurridos en la Masacre de Carmen de Patagones; en su tercer episodio: "Masacre Escolar", que se estrenó el 22 de marzo de 2010.
En 2006 la Editorial de la Universidad de La Plata (EDULP) publicó el libro "Crónicas de una masacre escolar", del periodista y docente Pablo Morosi. El trabajo resume casi dos años de coberturas y seguimiento del caso, reunidos en unas 40 crónicas; la mayoría publicadas en el diario La Nación. Según el autor, el libro "tiene por objeto contribuir a una lectura unificada de los sucesos y servir como material de análisis para especialistas e investigadores". A propósito del décimo aniversario, en 2014, fue publicada la investigación periodística "JUNIORS. La historia silenciada del autor de la primera masacre escolar de Latinoamérica" (ed. Letras del Sur), de autoría de Morosi y Miguel Braillard. En el texto se retrata la infancia del autor del hecho y su recorrido tutelar desde ocurrida la tragedia. El trabajo revela las alternativas de la historia judicial del caso e incorpora un profundo trabajo de campo que incluye un centenar de entrevistas y consultas con familiares, amigos, allegados, docentes y funcionarios.

16. Masacre de Winnenden, 12 de Marzo de 2009. Alemania:

Otra vez el país teutón padeció una matanza que les hizo enrojecer ante la prensa internacional. El pueblo alemán acostumbrado a sacar pecho ante los logros de sus empresas y deportistas también es experto en silenciar los casos que les sacan las cosquillas, como este que relato.

Tim K. de 17 años disparó a 15 personas con el arma de su padre, incluyendo a 12 de su ex colegio, antes de suicidarse. Su puntería fue realmente perfecta, los 15 victimarios murieron al instante. Cuando observó que no podía matar a nadie más y que estaba sin escapatoria decidió pegarse un tiro muriendo al instante.

"La lección es que debemos estar atentos a todos los jóvenes, eso va para padres y educadores", dijo Merkel a la radio Deutschlandfunk.
"Debemos hacer todo para evitar que los niños tengan acceso a armas y que enfrenten demasiada violencia", agregó. Pero lo que no dijo es que no iba impedir la venta de armas. Pasan los años y Merkel se sigue lavando las manos.


Miles de personas han firmado el libro de condolencias en la alcaldía de Winnenden.
Tim K. disparó a muchas de sus víctimas en la cabeza con un arma que su padre registró legalmente. Su padre, miembro de un club de tiro, tenía 15 armas en casa. Catorce estaban bajo llave en un closet, tal como es requerido por ley, pero la pistola Beretta con la que Tim perpetró la matanza no estaba bajo llave, dijeron funcionarios.

Alemania intensificó las medidas legales sobre posesión de armas en el 2002, luego de que un joven de 19 años matara a tiros a 16 personas y se suicidara en Erfurt(caso ya relatado).


Críticas al manejo de información
Mientras tanto en Alemania se ha desatado un debate sobre el modo en que la policía manejó la información posterior a la masacre de Winnenden, especialmente en relación con el anuncio que el joven presuntamente hizo de sus planes.
Seguramente bajo la presión de encontrar patrones de conducta que permitiesen relacionar el caso con otros ocurridos previamente, sobre todo con la masacre de Erfurt (2002), durante buena parte del día posterior a la tragedia la policía informó que Tim K. había anunciado a través de Internet los planes de la masacre.
Este es el famoso screenshot.
La policía ofreció incluso una versión textual de la presunta conversación que Tim K. había mantenido en un chat del portal krautchan.net, pero horas más tarde dio a conocer que la versión aparentemente era falsa, por lo que se la acusó de imprudencia y de querer presentar resultados a toda costa.

Krautchan.net manifestó este domingo serias reservas respecto de la investigación policial y las competencias en Internet del cuerpo policial. "Es incomprensible" que se haya pedido información al administrador del servidor en Estados Unidos", sostuvo el moderador del foro. "Un simple mail a nosotros habría bastado, y los investigadores se habrían ahorrado dos días", agregó.
La falsedad del aviso, presuntamente subido por una persona de Düsseldorf, es sumamente fácil de probar "hasta para la policía", agregó el moderador, que usa el nick Tsaryu.
Internet: nuevo campo de batalla
La Federación de Policías Alemanes admitió sus carencias en su manejo de Internet y pidió recursos para solucionarlas: "De los 260.000 policías que hay en Alemania sólo un uno por ciento está preparado para responder a los desafíos de Internet", dijo el presidente de la organización, Klaus Jansen. Para los 42 millones de usuarios de Internet que hay en Alemania es muy poco.
Policía admite debilidades en el campo de las nuevas tecnologías.
 

Por qué la policía no reconoció inmediatamente la falsificación es un misterio. El texto en cuestión es notoriamente falso según los expertos en computación y los responsables de krautchan.net. La policía necesitó sin embargo mucho tiempo para darse cuenta, y hasta hoy no hizo un desmentido categórico de su autenticidad.
A sus colegas no puede hacérseles reproches, respondió Jansen a las críticas. Se debe capacitar a la policía si se quiere que esté en condiciones de detectar amenazas, peligros e incluso falsificaciones "en tiempo real", señaló.
El sindicato de policías alemanes apoya a Jansen y exige más dinero y mejorar las competencias de los agentes en el manejo de las posibilidades de Internet, aunque su director, Konrad Freiberg, se niega igualmente a hablar de un "error" en la actuación del cuerpo de policía.




Finlandia es el tercer país del mundo con más armas por habitante y así se entiende que hayan padecido dos casos en tan corto espacio de tiempo.


Las poco restrictivas leyes sobre armas que existen en Finlandia van a quedar en entredicho después del incidente de ayer en la periferia de Helsinki, en el que nueve personas fueron asesinadas durante una matanza cometida por un estudiante ultra, según los responsables políticos del país. Un 56% de los ciudadanos fineses poseen un arma, según un informe elaborado por el Instituto de Estudios Internacionales de Posgrado, con sede en Ginebra.


Esta cifra convierte a Finlandia en el tercer país con el índice de posesión de armas más elevado del mundo, después de EEUU y el Yemen. Según el Gobierno, el bajo índice de criminalidad hace que no exista una necesidad perentoria de regular de forma más estricta la posesión de armas.
Pero, a decir del primer ministro, Matti Vanhanen, esta percepción podrá cambiar muy pronto. “Definitivamente, el incidente tendrá un impacto en la opinión acerca de las armas”, declaró Vanhanen, antes de anunciar la apertura de un debate.




La legislación sobre armas de la Unión Europea prohíbe la venta de armas a los menores de 18 años excepto en los casos de tiro al blanco. A principios de año, la Unión Europea propuso introducir criterios incluso más restrictivos. Los menores solo podrían utilizar armas en el caso de que estuvieran acompañados por un guardián o por un progenitor.


La medida provocó protestas en un país donde la caza es un deporte muy extendido. Según las estadísticas, en el 2006 había 300.000 cazadores en un país de 5,3 millones de habitantes. De ellos, 38.000 tenían menos de 20 años. En Finlandia, un chico de 15 años puede presentar una solicitud de licencia de armas si puede justificar que la necesita.




Otros casos terribles que tal vez en otra ocasión narre con más detalle son los siguientes:


 4 de septiembre de 1913, Vaihingen an der Enz (Alemania), 17 muertos


  • 6 de septiembre de 1949, Camden, New Jersey, 13 muertos
  • 11 de junio de 1964, Colonia, 10 muertos



  • 3 de junio de 1983, Eppstein, Hesse, 5 muertos, 14 heridos



  • 4 de diciembre de 1986, Bogotá, Colombia, 29 muertos. Llamada la Masacre de Pozzeto, perpetrada por Campo Elías Delgado.





  • 6 de diciembre de 1989, Escuela Politécnica de Montreal, Quebec, Canadá; 14 muertos y 14 heridos; suicidio del autor (véase Masacre de la Escuela Politécnica de Montreal)



  • 28 de abril de 1996, Port Arthur, Tasmania, 35 muertos.

  • 27 de septiembre de 2001, Zug, Suiza, 15 muertos.

  • 27 de septiembre del 2004, Argentina, 3 muertos, 5 heridos (véase Masacre en el Instituto Nº2 Islas Malvinas)
  • 13 de septiembre de 2006, Westmount, Quebec, Canadá: Dawson College; 1 muerto, 19 heridos; el autor se suicidó (véase Masacre del Dawson College)
  • 20 de noviembre de 2006, Emsdetten, Alemania, 1 muerto, 37 heridos



  • 7 de octubre de 2007, Crandon, Wisconsin, 7 muertos y varios heridos.



  • 5 de diciembre de 2007, Westroads Mall, Omaha, Nebraska, Estados Unidos, 9 muertos, incluido el asesino (véase Masacre de Westroads Mall)
  • 14 de febrero de 2008, Northern Illinois University en DeKalb, Illinois, a unos 100 km de Chicago, Estados Unidos, 6 muertos incluyendo el asesino
  • 8 de junio de 2008, Tokio: un hombre mata con un cuchillo a siete personas en la zona comercial de productos electrónicos de Akihabara. Este es el más extraño, porque el asesino actuó con un cuchillo y aún nadie pudo reducirle hasta que acabó con la vida de 7 personas.



  • 11 de marzo de 2009, Winnenden, Tim Kretzschmer entra en una escuela secundaria de esta ciudad alemana y causa 16 muertos
  • 18 de septiembre de 2009, Ciudad de México: Un fanático religioso mata a un civil y a un policía en la estación Balderas del Sistema de transporte Colectivo Metro.
  • 07 de abril de 2011, Rio de Janeiro: Un ex estudiante de la escuela pública Tasso da Silveira, irrumpe en el local asesinando a 12 niños y luego se suicida.
  • 17 de julio de 2011, Santiago de Chile: un hombre dispara dentro de un vagón de tren; 3 muertos (incluido el asesino) y 4 heridos[7]







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